El Dios de Jacob es nuestra fortaleza. El Dios del universo se inclinado hacia ti en amor para servirte. Si eso no nos sorprende, no conocemos a Dios. Él nos está sirviendo. No tienes necesidad de ir a ningún otro lado. Hombres, mujeres que están escuchando, no tienen necesidad de correr en los campos de materialismo, síndrome de éxito. No tiene necesidad de correr en los campos de la pornografía o la adicción. No es necesario que te encuentres con campos donde las pasiones de este mundo son evidentes porque solo el campo de Dios satisface. Aquellos campos traen daño, peligro y no hay seguridad ni satisfacción para nuestros anhelos.
Entonces, amigo si estás escuchando esto hoy y has estado vagando en otros campos, persiguiendo otras cosas te pido a que alces tu mirada a Él y vuelvas a su campo. Dios, ayúdanos a ver las otras cosas que estamos persiguiendo. Aferrándonos muchas veces a ciegas o sin saberlo. Correr hacia eso nos está robando la protección, el refugio y la alegría que se encuentra en el campo de Dios. Entonces, por su gracia te insto a que hoy te arrepientas, a que te apartes de esos campos y vuelvas corriendo hacia Él. Él llama tu nombre, te atrae a sí mismo y toma tu refugio bajo sus alas. Él es bueno.
Él ha llamado nuestro nombre, se ha convertido en nuestro refugio, ha satisfecho nuestros anhelos y, en última instancia, Él ha salvado nuestras almas y bajo sus alas, encontramos el descanso eterno porque Cristo Jesús ha tomado nuestros pecados sobre sí mismo. Él los ha crucificado. Él murió en esa cruz y se levantó de la tumba como testimonio de la realidad de que solo Él es bueno. Solo él puede satisfacer ahora y por toda la eternidad. Te insto a que te quedes en su campo. Y si nunca has venido a su campo, te invito para que corras hacia Él y veas la gracia de Dios. Y ante esta invitación, te pido que digas: sí, confío en ti. Jesús, necesito que cubras mis pecados y me traigas al refugio, al refugio que se encuentra solo bajo las alas de Dios.
Dios nos da un tipo de cristianismo de Rut 2. El tipo de cristianismo que es totalmente libre de la necesidad de correr en otros campos y obtener más cosas y buscar otros placeres. Una especie de cristianismo alegremente contento y provisto en su campo y, como resultado de ello, nos encontramos libres para invertir nuestras vidas para los pobres, espiritual y físicamente hablando a nuestro alrededor.
Entonces, continuemos con este estudio. Toma tu Biblia y acompáñame a Rut capítulo 3, está es la tercera parte de una historia de amor conocida como el Libro de Rut y las cosas se pondrán un poco inciertas aquí. Rut es el punto de inflexión culminante en esta historia y es el apogeo de la tensión, el drama, el suspenso y la realidad, así que, permanece atento porque Rut está a punto de subir la temperatura del romance en este capítulo. Esto nos va a conmocionar y esto es por lo que estoy orando. Estoy orando para que, quizás de una manera nueva, tal vez totalmente nueva, veas el profundo amor de Dios por ti, y si no eres cristiano, oro para que, por primera vez, tu corazón se abra ampliamente al gran amor de Dios. Y si eres cristiano, oro para que tu mente sea renovada y tu corazón se reavive con la imagen del amor insondable de Dios por ti.
Quiero asegurarme de ponerte al día antes de sumergirnos en Rut capítulo 3 y lo que ha sucedido en la historia hasta este punto y esto solo es un recordatorio, es que, la historia de Rut comienza en Rut capítulo 1, con Noemí que junto con sus dos hijos siguen a su esposo Elimelec, desde Belén hasta Moab. Moab es un lugar con una historia no tan buena con el pueblo de Israel. Ellos van allí. Tan pronto como llegan a Moab, inesperadamente Elimelec, muere, luego sus dos hijos también y ella queda sola con dos nueras moabitas. Son tres viudas, sin hijos, sin herederos, sin familia para continuar con su línea. Y entonces, lo que sucede es que, Noemí escucha que hay comida en Belén y decide regresar, entonces ella les dice a sus dos nueras que se queden en Moab. Una se queda y la otra, Rut, mira a Noemí y dice: «Voy contigo. Tu gente será mi gente. Tu Dios será mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada. Estoy comprometida contigo».
Y así, al final de Rut, capítulo 1, Rut y Noemí caminan juntas de regreso a Belén. Noemí les dice a sus amigos que la reconocen , que ella está amargada. Ella se fue llena y regresó vacía, sin nada en sus manos. Eso nos lleva a Rut capítulo 2. Los principales problemas en el libro son dos, estas son dos mujeres que necesitan comida y familia.
Entonces, el primer problema será, obviamente, la necesidad de comida. En Rut capítulo 2 se aborda esta necesidad. Rut sale a los campos a recoger, era el tiempo de la cosecha, y se encontró casualmente en los campos de un tipo llamado Booz. Y Booz simplemente se acercó cuando Rut estaba trabajando en sus campos, ella llamó su atención y el resto parece como una historia salida de los cuentos de hadas. Rut capítulo 2, verso 14 dice: “Booz le dijo a la hora de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y ella se sentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació, y le sobró.” Está fue una escena increíble y romántica en Rut capítulo 2.
Entonces, ella vuelve con su suegra Noemí y Noemí está confundida, está sin palabras. Ella no puede creer que todo este grano ha sido traído y la mejor parte es cuando Rut le dice en qué campo había estado. Rut había estado en los campos de Booz y Noemí inmediatamente reconoce que Booz es de su linaje, el linaje de Elimelec, lo que significa que está excepcionalmente calificado para cuidar de ellas y para proveerlas, protegerlas y tenerlas bajo su cuidado. Rut capítulo 2, verso 20 dice: “Y dijo Noemí a su nuera: Sea él bendito de Jehová, pues que no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto. Después le dijo Noemí: Nuestro pariente es aquel varón, y uno de los que pueden redimirnos. Y Rut la moabita dijo: Además de esto me ha dicho: Júntate con mis criadas, hasta que hayan acabado toda mi siega. Y Noemí respondió a Rut su nuera: Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas, y que no te encuentren en otro campo. Estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo”.
Entonces Noemí dice: «Rut, quédate en su campo». Todos los días ve a sus campos y eso es lo que ella hizo. Todos los días durante la temporada de cosecha ella estaba en los campos de Booz, semana tras semana, en la temporada de cosecha, lo que lleva al final más inesperado en Rut capítulo 2 cuando dice: «y vivía con su suegra”.
Recapitulemos, la comida ha sido provista, ellas tienen suficiente grano por lo menos durante el resto del año, pero la familia sigue siendo un vacío. Lo que tienes al final de Rut capítulo 2 es una peculiar pareja, todavía son, Rut y Noemí; Rut continúa viviendo con su suegra, Booz no ha hecho nada. Eso prepara el escenario para algunos de los versos más sombríos de todo el Antiguo Testamento en el capítulo 3 de Rut. Por lo que quiero pedirte que, en la intimidad de tu habitación, ores a Dios para que Él nos dé la gracia para comprender el significado de este texto de una manera apropiada.
Entonces, llegamos a Rut capítulo 3, versículo 1. Ahora, lo que vamos a hacer es que repasaremos esta historia de la misma manera que en los últimos programas; frase por frase y verso por verso, y simplemente haremos una pausa, seremos parte de la historia y sentiremos lo que sucede para imaginar la escena, escuchar lo que escucharon los oyentes originales y ponernos en medio de la historia.
Todo este capítulo está bajo un manto de oscuridad. Sucede desde el atardecer hasta el amanecer. El verso 1 dice: “Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien?” Eso es en hebreo, Rut, necesitas un hombre, necesitas un marido. «Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien?» Esta es una frase que es muy común para describir el descanso, la seguridad, la comodidad que encontraría una mujer en los brazos, en el hogar de un esposo amoroso.
Necesitas un esposo, Rut. Así que, aquí está el plan que la intrigante suegra va a preparar. Verso 2: “¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas». Detengámonos un momento, hay dos cosas sobre Booz.
Número uno, Booz es pariente de Noemí, lo que básicamente significa que Booz es un soltero adecuado para Rut, particularmente disponible, y vamos a ver esto aún más en el próximo programa. Booz es el pariente redentor, lo vimos en el programa anterior al final de Rut capítulo 2, pero la imagen es Booz un soltero adecuado para ti, Rut. Y segundo, esta noche va a aventar la parva de las cebadas. Lo que sucederá es que al final, una vez cosechada toda la cebada, en un área aislada, muy probablemente en la ladera de una colina o un lugar similar, por la noche, cuando sopla una brisa fresca, lo que harán sería básicamente tomar las horquillas y tirar la cebada al aire, el viento vendrá y volará la paja y el grano que era más pesado caerá al suelo, esto es lo que es aventar la parva. Y Noemí sabe que esa noche Booz va a aventar la cebada en un lugar más apartado.
Hasta este momento Booz acaba de estar en el campo, ese no era un lugar en el que Rut pudiera acercarse a Booz en el medio del campo y decir: “hey, ¿alguna vez has pensado en casarte conmigo?” No, eso no ha sucedido hasta este punto, pero esta es una oportunidad única que se les ha presentado, así que esto es lo que Noemí dice que tiene que suceder. Y aquí es donde simplemente se pone interesante. El versículo 3 dice: » Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer«.
Si escuchaste esto en el contexto original, ahora te estás sonrojando a lo grande. ¿Puedes creer que Noemí acaba de decir esto? Déjame hacer una pequeña interpretación de ella lo mejor que pueda. Regresemos al principio del versículo 3: «Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos» Esto, es más profundo que Noemí diciendo: “Rut, hueles mal y tienes que lavarte para que puedas oler mejor para Booz.” Hay algo paralelo e interesante, en 2 Samuel capítulo 12, versículo 20. Ahí David, el rey David hace exactamente lo mismo. Se lava a sí mismo, se pone aceite y se pone sus mejores ropas. Lo hace para indicar que ha dejado un momento de luto por su hijo, su hijo, que falleció, esta es la transición del luto.
Entonces la imagen aquí es que Rut ha sido viuda y ha estado en luto por todos estos años. Ahora es el momento de dejar eso atrás y seguir adelante para demostrar que ahora ya no está más de luto por su ex marido. Es una soltera disponible, hasta este punto esa es la imagen; es disponible para el matrimonio y además olerá mejor. Entonces ella dice: «irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.» Así que te escondes, lo ves comer y beber. Y la imagen aquí no es que Booz se emborracha o ese tipo de cosas en absoluto. Esto es simplemente esperar hasta que esté de buen humor. Los hombres están de mejor humor después de haber tenido una buena comida. “Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta,” Esto es crucial.
Lamentablemente se nos ha terminado el tiempo, pero quiero invitarte a que nos acompañes en nuestro próximo programa y conocer juntos, los planes maravillosos de Dios a través de las adversidades. Y para ello seguiremos estudiando este sorprendente libro de Rut. Que Dios te bendiga.
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