Nada de lo que sucede a nuestro alrededor sucede por accidente en la economía de Dios, todo sucede por designación. Nosotros no somos conducidos o atrapados en una fuerza ciega e interpersonal de casualidad o coincidencia. Hay un Dios soberano que siempre está orquestando los eventos de su pueblo para su bienestar y para su gloria.
Cuando pienso acerca de esta imagen, aquí mi mente inmediatamente se dirige de manera particular a la preocupación por los pobres. Mi mente se dirige a la travesía de adopción que mi esposa y yo atravesamos al adoptar a nuestro hijo, Caleb de Kazajistán. Pienso por todo lo que pasamos y que eso fue lo que nos condujo a pensar y a orar acerca de la posibilidad de adopción. Y literalmente nos sentamos con un mapa del mundo al frente de nosotros y nos preguntábamos: ¿Adoptamos aquí, a nivel nacional? o ¿adoptamos internacionalmente? Si es internacionalmente, ¿de dónde adoptamos? Y comenzamos a investigar diferentes países y llegamos a Kazajistán yo ni siquiera sabía dónde quedaba, no estoy seguro de que incluso supiese qué Kazajistán existía. Pero de repente nos encontramos a nosotros mismos contemplando la posibilidad de adoptar a un niño de Kazajistán y así nuestros corazones y mentes eran atraídas hacia allí, simplemente sucedió que en la misma calle de donde vivíamos había una agencia de adopción especializada en adopciones de Kazajistán.
Y sucedió que estábamos viviendo en la misma calle porque un huracán había venido e inundado nuestra casa en Nueva Orleans. Entonces, de repente ellos están enviándonos información y nosotros estamos enviando una solicitud para empezar el proceso de trámites para tratar de completar esto y pasar a través de cada agencia gubernamental concebible, y así tratar de demostrar que nosotros podemos tener un niño. Y nos quedamos atrapados en este momento por varios meses, y nos preguntamos: ¿por qué está sucediendo esto? Hasta que 14 meses después, nuestro trámite está finalmente terminado, finalmente completo en Kazajistán y el siguiente niño disponible es un muchachito en una ciudad oscura de Kazajistán, llamada Uralsk. Y dos semanas más tarde resulta que nos encontramos en un avión hacia allí y después en un avión más pequeño hacia esta pequeña y oscura ciudad donde hay cientos de huérfanos; entonces, fuimos a un orfanato y de repente este pequeño muchacho es puesto en nuestros brazos. Cuando miro a mi hijo, Caleb, mi corazón grita que Dios es soberano. No hay ni un solo detalle en toda nuestra travesía en que Él no haya estado totalmente detrás, guiándonos hacia este pequeño.
Piensa en esto, no hay nada en tu vida o en mi vida que haya pasado la semana anterior que fuese accidental. Dios está divinamente orquestando los eventos de tu semana venidera y de esta semana para tu bien y para su gloria. Esto es increíble y mejora incluso más en el libro de Rut. Te invito a que tomes tu Biblia y la abras en el capítulo dos, el verso 4 de Rut. La Biblia dice: “y he aquí que Booz vino de Belén”. ¿Recuerdas que estamos estudiando la historia de Rut?
Bueno pues ahora sucede que Rut llega al terreno de Booz, y cuando ella llegó ahí, nunca adivinaras lo que sucedió al mismo tiempo. ¿Alguna vez han estado viendo una película cursi con su esposa y están viendo que se despliegan estos eventos y es tan ilógico y absurdo? Y pensamos cosas como: “Estos detalles nunca suceden de esta manera”. Y estás pensando que esto es ridículo y estás a punto de apagarla y decir algo a tu esposa, y giras hacia ella y la miras. Mi esposa estaría con una enorme sonrisa en su rostro como si estuviese envuelta en esa historia, o ella estaría llorando sólo de pensar que esto nunca podría suceder y yo la miro como diciendo: “vamos eso no funciona de esta manera”; entonces sólo tienes que terminar de ver la película. Pero aquí está el asunto, el amor sí funciona de esa manera. Funciona de esa manera bajo un Dios soberano.
Nosotros hablamos de esto anteriormente: “justo entonces Booz llegó de Belén y saludó a los segadores“, ¡Jehová esté con vosotros!», puedes decir mucho en el Antiguo Testamento acerca una persona basándote en las primeras palabras que salen de su boca y así hemos conseguido una imagen del principio cuando Booz entra a escena, un hombre de Dios. Ellos responden: “¡Jehová te bendiga!”. Y después en el verso 5 dice: “Y Booz dijo a su criado el mayordomo de los segadores: ¿De quién es esta joven?” De todas las personas en el terreno, él la ve a ella.
Ahora, nota que él no dice: ¿Quién es ella? Él dice: ¿De quién es esta joven mujer? Lo cual significa: ¿A quién pertenece ella? A qué clan pertenece ella, está estableciendo la tensión aquí en el Libro de Rut porque ella es una nuera moabita sin esposo, realmente no pertenece a ningún clan. Ella necesita una familia y eso es exactamente lo que el mayordomo respondió. Verso 6: “es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab”. El autor está haciendo que veas en el verso 2, a Rut la moabita. Aquí en el verso 6, la moabita quien regresó de Moab con Noemí. Esto enfatiza que ella no es de aquí. El verso 7 dice: “ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas. Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento”. Y así Booz se recupera un poco e inmediatamente dice: “Voy a hablar con ella”. Y entonces lo que sucede es que, básicamente Booz empieza a crear una línea recta hacia Noemí. Piensa sobre esto por un momento, esto es sorprendente. El adinerado israelita dueño de tierras ahora está yendo directamente hacia la extranjera moabita en su propiedad, el peldaño más bajo de la escala social. Y escucha lo que él dice: “entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas. Mira bien el campo que sieguen, y síguelas; porque yo he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados.” (Rut 2:8 y 9). ¿Cómo eso se alinea con el Antiguo Testamento?
Sabes que no es la línea más profunda que hayas escuchado, pero cuando realmente piensas en ello, es increíble lo que Booz le está diciendo a Rut. Este término de cariño. “oye, hija mía”. Y él dice: “no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí” y tú puedes resaltar la palabra “quedarse”. Es la misma palabra que ya hemos visto en Rut capítulo 1, versículo 14 cuando Rut se aferró a Noemí. Y hablamos sobre esto en el programa anterior que esa es la misma palabra que se usa en Génesis capítulo 2, versículo 24 cuando tenemos esta imagen del matrimonio y el marido dejando a su familia y aferrándose a su esposa. Entonces la imagen aquí es, “quédate aquí”. Casi puedes imaginar un gesto enfático en el lenguaje de Booz. No vayas a ese campo. No vayas a ninguno de estos otros campos. Quédate aquí. Estarás provista en este campo y estarás protegida en este campo.
Es común, en ese contexto, que las mujeres, en particular las extranjeras, sean abusadas o maltratadas, o por lo menos insultados en el campo. Pero Booz dijo: “estarás protegida aquí y allá; cada vez que tengas sed anda y toma un trago de las jarras de agua que los hombres han llenado”. Si somos lectores nuevos u oyentes nuevos aquí, nuestras mandíbulas están en el piso. Esto es impactante. Todas las líneas que Booz está cruzando para ir a esta mujer moabita y alcanzarla de esta manera. Puedes beber de estas jarras. Este es un día cuando los extranjeros llenaban jarras para que los israelitas beban. Y lo que conseguimos aquí es a hombres israelitas llenando jarras para que una mujer moabita beba. Estamos sorprendidos cuando escuchamos esto en su contexto original y es por eso que no nos sorprende cuando llegamos al versículo 10.
Nosotros vamos a pensar: “Bueno, esto suena un poco excesivo”, pero esto tiene mucho sentido en la luz de lo que acaba de suceder. “Ella entonces bajando su rostro se inclinó a tierra” (Rut 2:10). Ahí está la palabra para alabanza en el Antiguo Testamento. “Y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo extranjera?” .Justo esa es la pregunta del capítulo.
Y ella está sentada aquí conmocionada. ¿Por qué me has mostrado tanto favor? No me lo merezco. Soy una extranjera. ¿Por qué me has mostrado tanta misericordia? Y esa pregunta establece el hermoso diálogo que ocurre en este capítulo entre Booz y Rut. Las palabras de Booz a Rut y la respuesta de Rut a Booz. Lenguaje majestuoso y poético que nos da una imagen de bendición, misericordia y amor. Escucha esta imagen en el versículo 11: “y respondiendo Booz, le dijo: He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes. Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte.” (Rut 2:11 y 12).
Escucha esta frase. Puedes señalar el verso 12: “Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte.” Las metáforas allí. ‘Has plantado tu vida bajo las alas del Señor, el Dios de Israel. Debajo de sus alas te has refugiado’. Y luego Rut responde: “Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas.” (Rut 2:13). Básicamente Rut acaba de decir: “aunque estoy en el peldaño más bajo de la escalera social, tú has consolado mi corazón y has hablado a mi alma”.
Es el tipo de lenguaje que en Rut capítulo 1 versículo 16 y 17, cuando ella habló con Noemí, le dejo sin palabras. Y lo mismo pasa aquí. Entre los versos 13 y 14 hay una pausa muy significativa, por así decirlo, Booz no dice nada a cambio. El escenario está listo para el versículo 14. Ahora, escucha lo que sucede. Hay un tiempo que pasa aquí durante el día. Entonces dice en el versículo 14: “y Booz le dijo a la hora de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y ella se sentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació, y le sobró.” Oh, sí. Esta es la primera cita aquí en el Libro de Rut. Una buena comida romántica sobre grano tostado. Tú no puedes dejar este drama justo aquí.
Y no solo una comida. Esto fue más profundo. Este es un símbolo, esta es una imagen de compañerismo en la mesa y no solo es sentarse a la mesa. Escucha esta imagen cuando ella se sentó con los cosechadores. Él ofreció un poco de grano tostado. Es la única ocasión en que la palabra “le ofrece” es utilizada en el Antiguo Testamento. Es una imagen de como él le servía a ella. Esta no es solo una mujer extranjera moabita que es invitada a la mesa. Es Booz yendo a ella y literalmente sirviéndole en su mesa. El señor de la cosecha sirviendo a la extranjera en su mesa. “Toma un poco de pan y sumérgelo en el vinagre de vino.”
¿Sabes lo que tengo en mi mente aquí? Una cena romántica en el parque ¿Alguna vez has tenido una cena romántica súper económica? Si nunca has estado, esta es la forma de hacerlo, especialmente si tienes niños pequeños, está bien. Vas temprano y comes afuera porque de esa manera no molestas a todas las personas que están teniendo verdaderas cenas románticas. Entonces comes fuera. Ellos pueden hacer todo el ruido que quieran y lo que tú haces es compartir una comida con tu esposa y repartir una comida para los niños y luego compartir el pan con el resto de la familia. Recuerda llevar pan, todo el pan que quieres comer. Así que eso es lo que sucede aquí con Rut y Booz comiendo en la mesa y ella comió todo lo que quería y le sobró un poco. Ella come hasta que está llena. Y luego Booz trae a sus amigos y dice; bueno, necesito su ayuda, muchachos. Verso 15: “luego se levantó para espigar. Y Booz mandó a sus criados, diciendo: Que recoja también espigas entre las gavillas, y no la avergoncéis; y dejaréis también caer para ella algo de los manojos, y lo dejaréis para que lo recoja, y no la reprendáis.” Nuevamente ella será provista y protegida. Booz se va a asegurar de eso. ¿No te parece esa una maravillosa historia de amor?
Es Dios mismo quien preparó el camino para que esto sucediera. Mira en medio del dolor, la soledad o la tragedia, Dios tiene planes maravillosos para ti y para mí, así que no desesperes y confía en Él. Espero que puedas acompañarnos en nuestro próximo tiempo juntos. Que Dios te bendiga.
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