Bien, si tienes una Biblia y espero que así sea, déjame invitarte a abrir conmigo en Rut capítulo 1. Esta mañana empezamos una travesía a través de una de las historias más conmovedoras en toda la Escritura. Tiene todos los elementos de una historia de amor, tragedia, pérdida, triunfo, esperanza, lealtad y romance. Pero esa no es solo una historia de amor esparcida en cuatro capítulos de la Escritura. Es una historia dentro de una historia. Una historia, una parte de una historia más grande, de la cual nosotros también somos parte. Es una historia dentro de una grandiosa historia de redención. Un cuento de cómo Dios está redimiendo a un pueblo para sí mismo trayéndolos de la desesperación al regocijo, del dolor a la esperanza. Y tú y yo nos encontramos en la mitad de esta historia.
Mientras nos acercamos al Libro de Rut, hemos conseguido un par de retos ante nosotros. Primero es el reto de leer esta historia, y vamos a estudiarla durante algunos programas. Así que tenemos un par de opciones de cómo dirigir nuestra lectura estudiando el libro de Rut. Nosotros podemos adelantarnos y mirar lo que sucede en el capítulo 4 así podemos entender completamente el capítulo 1 o podemos movernos lentamente a lo largo de este libro y sentir la tensión que los lectores iniciales sintieron mientras estaban escuchando solo capítulo por capítulo sin conocer el final desde el inicio, y realmente ambas opciones tienen sus ventajas, pero aquí está lo que he decidido que hagamos.
Lo que vamos a hacer en los siguientes programas es que nosotros vamos a avanzar lentamente a través de este libro y hoy vamos a pasar un tiempo solo en el capítulo 1. No vamos a ver lo que está sucediendo en el capítulo 2, 3 y especialmente en el capítulo 4. Ahora puede que algunos de ustedes ya hayan leído Rut antes, y otros tal vez no, o tal vez ha pasado un largo tiempo desde que leíste. Pero hoy quiero animarte a que no seas como aquellos lectores de novelas quienes empiezan una novela e inmediatamente van a las últimas páginas para ver a dónde se está dirigiendo esta cuestión y después regresan al inicio solo para soltar algo parecido a un suspiro de alivio.
Entonces, lo que voy a hacer es caminar junto a ti para guiarte a través de este libro paso a paso sin mirar adelante. Ahora, una vez que miremos adelante, una vez que descubramos lo que sucede al final, eso nos ayudará a entender lo que hemos visto. Pero quiero que sintamos la tensión y no solo lo que los lectores iniciales escuchan cuando están leyendo este libro, sino lo que estos personajes, las personas en el Libro de Rut estaban sintiendo mientras caminaban a lo largo de esta travesía. Quiero que sintamos el peso de Rut capítulo 1.
Ahora, tenemos que ser cuidadosos. La desventaja ahí es que si hoy solo vamos a pasar tiempo en el capítulo 1, hay una gran posibilidad de que podríamos irnos de aquí totalmente deprimidos y esa nos es la meta, entonces vamos a tratar de manejar eso un poco. Pero la meta es que vamos a tomar esto paso por paso lo cual nos dirige al segundo reto. Estamos leyendo este libro en español y no en su lenguaje original, ya que fue escrito originalmente en hebreo. Y si solo pudiese ponerlo simple, el autor del libro de Rut, del cual no estamos seguros quién es, pero sabemos que es un escritor brillante por los recursos literarios que él o ella utiliza. Quien sea que lo escribió, a lo largo de este trae cosas a la luz que nos perderemos si no somos cuidadosos en la lengua española y muchas cosas que no podemos comprender en la lengua española. Así que lo que vamos a hacer ahora y será un poco diferente a lo que normalmente hacemos en lugar de solo leer a través del capítulo 1 de Rut, es pausar a lo largo del camino.
Y mi meta por la que he orado es que Dios me ayudará a narrarte esta historia y a señalar algunos de los matices en el idioma que ayudarán a aumentar nuestra sensibilidad a ciertas verdades o ciertas figuras o ciertos hechos que nos ayudarán a comprender el sentido de lo que está sucediendo en el Libro de Rut. Entonces, vamos a pasar algún tiempo caminando a través de estos versos y puedes tomar apuntes en una hoja o podrías hacer apuntes en tu Biblia, mientras caminamos verso tras verso, y trata de permitir que esta historia cobre vida como si estuviésemos en medio de ella. Así que aquí está la meta; estudiar el Libro de Rut.
Ahora mantén en mente que este es solo uno de los dos libros en la Biblia nombrados por una mujer. El otro es Esther. Bueno, ahí vamos. Tú tienes a Esther y el único libro en el Antiguo Testamento que está nombrado por un no-judío así que eso debería llamar nuestra atención desde el principio. Entonces adentrémonos en Rut capítulo 1, verso 1: “aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos.” Bueno, no vamos a ir muy lejos aquí. Detengámonos, pausemos. Al leer la historia estamos buscando ciertos elementos y estos surgen a la superficie desde el primer verso, el tiempo y el espacio. El tiempo: “en los días que gobernaban los jueces” te da una pequeña imagen de la historia del Antiguo Testamento.
Hasta este punto has pasado desde Génesis hasta Deuteronomio lo cual nos da una imagen de la fundación del pueblo de Dios; los patriarcas. Después se desarrolla en el éxodo de Egipto y vagando a través de la Tierra Prometida y llegas al libro de Josué, y Josué dirige al pueblo a la Tierra Prometida y el pueblo de Dios se establece y se asienta ahí.
Bien, llegamos ahora al libro de Jueces, mira el último verso en el libro de Jueces. Es en la página a tu izquierda cuando buscas Rut, el último versículo antes de llegar a Rut, Jueces 21:25. Esto resume todo el Libro de Jueces justo aquí. Jueces 21:25 dice: “En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía”. Básicamente el libro de Jueces es un ciclo; no hay rey en la Tierra y todos están haciendo lo que mejor les parece, lo que significa que todos corren desenfrenadamente hacia el pecado entre la gente de Dios en la Tierra Prometida. Esto es antes de los reyes, antes del Rey Saúl, David y Salomón. Lo que tenemos es un tiempo donde todos están siguiendo sus propias reglas. Lo que sucede es que las personas están cautivas en el pecado y como resultado de su entrega al pecado, se encuentran a sí mismos siendo atacados por los enemigos a su alrededor. Ellos claman a Dios por ayuda y lo que Dios hace es levantar un juez para ayudar a librarlos de sus enemigos y el ciclo empieza de nuevo.
Una vez que ellos son librados, son cautivos del pecado, después son atacados por sus enemigos siendo superados, ellos claman por ayuda y Dios levanta un juez. Esto sucede una y otra vez. Y entonces llegamos al libro de Rut, cuando llegamos a este libro lo que sucede es que estamos un poco deslumbrados por lo que ha sucedido en medio del libro de Jueces. No estamos seguros exactamente en qué parte del libro de Jueces (algunos estudiados piensan que alrededor del capítulo 10 de Jueces), pero lo que sucede es que Rut no está avanzando en la historia en el Antiguo testamento así que, para hablar de esto, hay una pausa aquí en el libro de Jueces y se toma una historia de en medio de ese periodo de tiempo y se lo trae a la luz. Así que en ese tiempo existía una hambruna en la tierra del pueblo de Dios particularmente en Belén, lo cual es particularmente interesante porque Belén significa la “casa de pan”. Y la “casa de pan” no tiene pan. Así que lo que encontramos es al pueblo de Dios en la Tierra Prometida y con hambruna. Solo imagina, la mayoría de nosotros, si no todos nosotros relativamente no estamos familiarizados con la hambruna.
¿Qué significa estar completamente sin comida y con la duda de qué vas a comer?, ¿qué van a poder comer tus hijos? No hay comida, literalmente estás muriendo de hambre. Nosotros decimos cuando tenemos hambre, estoy muriendo de hambre, pero la realidad es que no tenemos ni idea de lo que morir de hambre significa. Así que, hay hambruna en la tierra de Belén y lo que sucede es que un hombre del pueblo de Dios toma a su familia, le da la espalda a la Tierra que Dios le ha prometido y va a la tierra de Moab.
Me tomaré un momento para darte un pequeño contexto de Moab. El inicio de los moabitas está en Génesis 19 cuando Lot tuvo una relación de incesto con su hija. Y cuando el pueblo de Dios quería pasar a través de Moab en su travesía vagando en el desierto, los moabitas dijeron no, no pueden venir, entonces surgió una división entre los moabitas y los israelitas.
Y en algún momento de la historia, hubo un punto cuando las mujeres moabitas sedujeron a los israelitas hacia la inmoralidad sexual y todos los tipos de idolatría, entonces Dios hizo descender juicio. Veinticuatro mil personas fueron abatidas y muertas. Moab es un lugar conocido particularmente por la inmoralidad sexual y por la idolatría y la adoración a falsos dioses. Ellos eran enemigos del pueblo de Dios en Israel y aquí es donde este judío lleva a su familia. Al lugar vergonzoso, Moab. Ese es el verso 1, leámoslo nuevamente dice: “aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí”. Ahora ya tenemos lugar, tiempo y personas. El nombre del hombre era Elimelec. Podrías encerrar en un círculo eso y poner una línea a un costado.
El nombre Elimelec significa “Mi Dios es Rey” solo piensa acerca de eso. En un día donde no había rey en la tierra la primera imagen de un personaje que tenemos en esta historia es la imagen de un hombre cuyo nombre quiere decir “Dios es Rey”. Su esposa, Noemí, siguiendo a su esposo mientras toma la decisión de dirigir a su familia a Moab con sus dos hijos, Mahlón y Quelión. Ahora vamos a leer los versos 3, 4 y 5 y este es uno de aquellos lugares donde hay un recurso literario breve, sin sentimiento, sin emoción. Lo que leeremos en los versos 3, 4 y 5, no tiene detalles, solo tienes hechos brutos, fríos, duros, uno tras otro. Solo se siente la frialdad en estos siguientes versos. El verso 3 dice: “y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos, los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años. Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido.” (Rut 1:3-5)
Una pesadilla de diez años resumida en estos tres rápidos versos. Sin detalles, sin historia, sin contexto. Es solo una tragedia construida sobre otra tragedia sobre otra tragedia. Elimelec murió; el hombre quien proveía para ella y la trajo a esta tierra se había ido. No sabemos cómo. No sabemos lo que sucedió, pero ahora ella queda viuda en Moab con dos hijos. Ellos se casaron con mujeres moabitas construyendo sobre la tragedia. ¿Mujeres moabitas? Esto no es cómo Noemí imaginaba a su familia. Ella había escuchado historias de moabitas y ahora sus hijos se habían casado con ellas. Imagina a estas mujeres, quienes se habían satisfecho a sí mismas en la inmoralidad sexual con hombres israelitas y ellas eran quienes ahora estaban en su hogar. «Y habitaron allí unos diez años, y murieron también los dos, Mahlón y Quelión”. No sabemos si ellos murieron al mismo tiempo o en años cercanos el uno del otro, pero de repente Noemí mira a su alrededor y su esposo está muerto, sus dos hijos están muertos y ella está en casa con dos nueras moabitas. Ella ha perdido todo: ha perdido su seguridad, su familia, ha perdido a sus proveedores, ha perdido su esperanza. Y en medio de eso hay una imagen de esperanza, espero que puedas acompañarnos en el siguiente programa y realzar esta imagen completa de la gloria de Dios. Que Dios te bendiga.
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