Qué bendición saludarle amable oyente, al inicio del estudio bíblico de hoy. Estamos estudiando el libro de Efesios en la serie titulada: Las Maravillas de la Gracia de Dios. En nuestros estudios bíblicos últimos hemos visto que la esposa se somete al esposo reconociéndolo como su líder. El esposo se somete a la esposa amándola. En esta ocasión vamos a ver la manera como se someten los hijos a los padres. El hecho es que todos tenemos que someternos los unos a los otros. La forma de sumisión difiere en cada caso. Los hijos han sido dados a los hogares cristianos como una bendición de Dios. Sin embargo, no por culpa de Dios sino por culpa del hombre, en algunos casos, para algunos padres, en lugar de bendición los hijos se han transformado en aflicción. Una vez se preguntó a un padre: Si tuvieras la oportunidad de volver a comenzar tu vida matrimonial ¿Hay algo que harías diferente? Levantando los hombres y haciendo una mueca respondió: No tendría hijos. Qué triste. Por supuesto que este hombre pensaba así porque tuvo dos hijos. El hijo fue expulsado del colegio y terminó huyendo de la casa. La hija estaba viviendo en unión libre con un hombre. Es terrible la ventaja que Satanás está ganando por medio de desviar del camino correcto a los hijos de los matrimonios cristianos. Por esto es vital que los padres y los hijos entiendan y vivan en la práctica el concepto de sumisión de los hijos hacia los padres. Pablo mandó en Efesios 5:21 a someternos los unos a los otros en el temor de Dios. Los hijos se someten a los padres obedeciéndolos. La palabra obediencia es una palabra compuesta en el idioma en que se escribió el Nuevo Testamento. Literalmente significa: poner el oído por debajo de. Entonces cuando Pablo dice en Efesios 6:1 Hijos obedeced en el Señor a vuestros padres, está diciendo: Hijos, pongan su oído bajo la autoridad de sus padres y hagan lo que ellos dicen. Se ha hecho la pregunta si este mandato se aplica solamente a hijos menores de edad. La respuesta es: No. La palabra que se ha traducido como hijos, significa en realidad prole, entonces el mandato de obedecer a los padres es para cualquier hijo que viva en la misma casa con sus padres, ni importa la edad ni la preparación académica. El mandato de obedecer a los padres es contrario a lo que el mundo trata de imponer. Según el mundo, los hijos deben tener el derecho de elegir su propio destino, su propia religión, su propia manera de pensar en cuanto a la vida, su propia perspectiva ya sea en lo económico, lo moral o cualquier otra cosa. Pero la Biblia enseña lo contrario. Los hijos tienen que someterse a la autoridad de sus padres y hacer lo que ellos dicen. Quizá usted estará preguntándose: ¿Por qué un hijo tiene que obedecer a sus padres? La Biblia nos da al menos cuatro razones para ello, las cuales serán el tema de nuestro estudio bíblico de hoy.
Que bendición es tener la palabra de Dios a nuestra disposición. Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en Efesios capítulo 6 a partir del versículo 1. La primera razón porqué los hijos deben obedecer a sus padres es porque los hijos están en el Señor. Efesios 6:1 dice: Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.
Al estar en el Señor, el hijo tiene que saber que debe someterse a sus padres en obediencia. La obediencia es algo que los hijos tienen que aprender. Los hijos no vienen al mundo con el deseo de obedecer, por el contrario, todo hijo viene al mundo con el deseo de desobedecer. Nadie enseña a un hijo a desobedecer. Los hijos son desobedientes porque heredaron una naturaleza pecaminosa igual a la nuestra. La única forma en que los hijos aprendan obediencia es enseñándola. La palabra de Dios, especialmente el libro de Proverbios, está llena de principios que los hijos tienen que aprender sobre la obediencia. La segunda razón porqué los hijos tienen que obedecer a sus padres, según Efesios 6:1 es porque esto es justo. Quizá muchos estarán pensando: ¿Sólo eso? Pero ¿qué de la opinión de tal o cual experto? Pero no necesitamos más evidencias ni más opiniones de nadie, por más importante que sea la persona quien la dé, porque es Dios quien dice que eso es justo y eso basta y sobra para saber que es así. La palabra justo quiere decir virtuoso, correcto. Se usa para Dios, para Cristo, para su palabra, para la vida piadosa y para la obediencia a los padres. En Colosenses 3:20 encontramos un pensamiento adicional. Pablo dice: Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.
El Señor se agrada en lo que es justo y que los hijos obedezcan a sus padres es justo. La tercera razón porque los hijos tienen que obedecer a sus padres es porque se trata de un mandamiento. Efesios 6:2 dice: Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;
Aquí Pablo cita el quinto mandamiento y lo aplica al creyente del Nuevo Testamento. Esto no significa que el creyente está bajo la ley, pero la justicia de la ley es todavía una revelación del carácter de Dios y el Espíritu Santo nos capacita para poner en acción esta justicia en nuestro diario vivir. Nueve de los diez mandamientos aparecen en el Nuevo Testamento como una norma de vida para el creyente, no para ganar la salvación ni para mantener la salvación sino como una respuesta de amor a lo que Dios ha hecho en el creyente. El único mandamiento de los diez que no aparece en el Nuevo Testamento como norma de vida para el creyente, es el cuarto, el cual tiene que ver con guardar el séptimo día como día de reposo. Por eso es que los creyentes no guardaos el Sábado como día de reposo. Pero es tan malo para el creyente hoy en día deshonrar a los padres como lo era para un judío que estaba bajo la ley de Moisés. El honrar a los padres es una actitud que lleva a la obediencia. Una acción que no se respalda en una buena actitud es hipocresía. Honrar a los padres tiene un doble sentido. Primero, la idea de reverencia. Hemos de tener una actitud de reverencia, honor, respeto hacia nuestros padres durante toda nuestra vida, al igual que honramos al Señor. Segundo, honrar significa sustentar económicamente. En 1 Timoteo 5:17 se usa la misma palabra para hablar del sustento económico que tienen derecho algunos ancianos o pastores en una iglesia local. Durante la primera etapa de nuestras vidas, nuestros padres dieron todo lo que tenían para suplir nuestras necesidades como hijos y cuando los padres ya no tienen posibilidades de valerse por ellos mismos, debemos nosotros los hijos velar por ellos. Pablo dice que se trata del primer mandamiento con promesa. ¿Por qué? Porque los cuatro primeros mandamientos del decálogo que aparecen en Éxodo 20 están relacionados con Dios y no hay ninguna promesa en particular aparejada a ellos, pero en el quinto mandamiento si, porque es la clave para todas las relaciones humanas y para poder transmitir una simiente justa. La cuarta y última razón porqué los hijos deben obedecer a los padres es porque hay una promesa. Efesios 6:3 dice: para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
Hay dos lados en esta promesa. Primero, una calidad de vida: Para que te vaya bien. Dios prospera la vida del hijo obediente. Segundo, una cantidad de vida: Para que seas de larga vida sobre la tierra. El hijo obediente gozará de larga vida. Esto no significa por supuesto que si alguien muere en su niñez o juventud es porque no honró a sus padres, o que si alguien honra a sus padres tiene garantizado que va a vivir más de cien años por poner un ejemplo. Lo que Pablo está diciendo es que cuando los hijos obedecen a los padres en el Señor, van a escapar de los pecados y peligros que de una u otra manera ponen en riesgo la vida de los hijos desobedientes. Así que, los hijos deben aprender a obedecer a sus padres, por el hecho de estar en el Señor, porque esto es justo, porque es un mandamiento y porque hay una promesa. La desobediencia a los padres es rebelión contra Dios. Por naturaleza, los hijos son egoístas, pero en el poder del Espíritu Santo, los hijos pueden cambiar esta tendencia y obedecer a sus padres y glorificar a Dios. Que por la gracia de Dios, cumplamos con esta enseñanza.
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