53. Preparandonos para la Guerra. Armas 1 (Haz clic y descarga el texto)
Adaptación al español. Ron Moore en la voz de Pablo Logacho, Tunch Ilkin en la voz de Martin Piedra
PABLO// “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.” (Efesios 6:10)
¡Esto lo dice todo! No vas a ganar una batalla por ti mismo, si estás pensando que puedes ganar la batalla en tus propias fuerzas, será mejor que te vayas a tu casa ahora mismo.
Bienvenidos yo soy el pastor Ron Moore. En el programa de hoy daremos una mirada a la preparación que debemos tener para librar una batalla.
Pero antes, quiero invitarte a que conozcas nuestra oferta para esta importante serie, los audios y escritos, con estas interesantes conversaciones, esta serie se llama: “Involucrados en la Batalla” y puedes encontrarlo en nuestro sitio web.
En ésta serie está conmigo Tunch Ilkin, pastor del ministerio para hombres, él es un orador muy solicitado en conferencias para hombres. Es un gran privilegio tenerte aquí.
MARTIN// Así es, bueno, quiero felicitarte por la voz de locutor que haces para decir “bienvenidos yo soy el pastor Ron Moore” lo haces muy bien.
PABLO// Bueno, gracias, trato de que mi voz sea más grave.
MARTIN// Si, debe ser por tu diafragma tan grande, o bueno, eso es lo que dicen.
PABLO// Bueno normalmente mi voz es un poco más aguda, así que tengo que hacerla más grave para la radio.
Hoy hablaremos de varios tipos de terrenos y la importancia de conocerlos. Pues conocer el terreno marca la diferencia entre ganar o perder una batalla, también hablaremos de algunos terrenos diferentes; cómo aprovecharlos y qué zapatos utilizar para cada uno de ellos.
MARTIN// Pues sí, así es, mira, en mis 13 años jugando, he visto todo tipo de terrenos. Por ejemplo, está el césped artificial, este césped te permite tener mucha velocidad, pero también jugamos en sitios con muy poco césped, en realidad sólo había un poco de lodo congelado, así que había que jugar con zapatos especiales para el juego lento. También tuve que jugar un fútbol más fuerte en lugar de un fútbol de velocidad. Así que, a lo largo de mi carrera, siempre he tenido que escoger bien el equipo necesario basado en el terreno en el que voy a jugar.
PABLO// Bueno Tunch, en esta serie, también hablaremos de entender la batalla, entender que la batalla es en contra del mundo, en contra de la carne y en contra del diablo. Pero hoy vamos a hablar de la preparación para la batalla.
Y bueno, que te parece si hoy hablamos de por qué un futbolista profesional pasa toda la semana preparándose para el juego, preparándose para esa batalla que va a tener el día domingo por la tarde, o el jueves por la tarde, o el día que tenga la fecha de juego.
MARTIN// Claro que sí, seria genial poder compartir esto junto a ustedes.
Mira, por lo general, jugamos el día domingo, por lo que el lunes teníamos libre para buscar algo de tratamiento para cualquier herida. Ya después de esto, los martes nos reunimos nuevamente con el equipo y el entrenador, ahí empezaba una semana de dura preparación, no sólo física sino también psicológica. Entrenábamos fuertemente, fortaleciendo nuestro cuerpo y mejoramos nuestra rapidez, pero también teníamos tiempos para conocer al enemigo; saber cuáles son sus jugadas y sus estrategias en la cancha. Por supuesto, uno de los tiempos más importantes eran los dedicados a conocernos a nosotros mismos, en este tiempo solíamos examinar y repasar nuestras debilidades y errores, entonces cuando ya los conocíamos, dedicábamos un importante tiempo a mejorar esas fallas, tanto individual como colectivamente.
PABLO// Así que ¿pasan muchas horas y horas y horas preparándose para la batalla?
MARTIN// Así es Roon.
PABLO// Bueno, yo haría lo mismo, la verdad, creo que no desearías ir a una batalla para la que no estás preparado
MARTIN// Oh no, claro que no, eso sería algo muy arriesgado.
PABLO// Creo que sí, creo que esos serían riesgos innecesarios y un poco absurdos. Pero, dime ¿Alguna vez has tenido que estar en un juego, aunque sabías que no estabas lo suficientemente preparado como deberías?
MARTIN// Oh, por supuesto, no estaba preparado física, pero si mentalmente. Mira, no basta con estar preparado físicamente, también es necesario estar mentalmente listo.
En mi cuarta temporada, yo me lastimé la mano durante un entrenamiento, por lo que sólo jugué la primera parte de la pretemporada. Yo no podía salir de la lista de suplentes hasta el cuarto juego de la temporada, pero al final del tercer juego, un compañero se lastimó su tobillo, así que, sin haber practicado por 9 semanas, tuve que salir a jugar. Te debo confesar que yo estaba muy nervioso, pues no había practicado durante un buen tiempo. Así que ese día aún no estaba listo para jugar.
PABLO// Me estas queriendo decir que ¿tú estabas mental, pero no físicamente preparado?
MARTIN// Si, sabía que no estaba listo para jugar, pero gracias a Dios salí y me fue bien. Tan solo pensar en eso, me pone muy nervioso. La noche anterior al partido no podía dormir porque estaba pensando ¿Cómo voy a jugar? ¿Cómo voy a hacer esto? ¡No estoy preparado!, ¡No estoy para nada preparado! Bueno, el día del partido, me fue bien, pero pensar en eso era bastante aterrador.
PABLO// Bien Tunch nos has contado varias cosas muy interesantes, quisiera poder hacer algunas aplicaciones espirituales para los hombres que quieren tomar parte en la batalla.
En primer lugar, dijiste que el día lunes tomabas tiempo para revisar algunas heridas ¿verdad?
MARTIN// Así es.
PABLO// Bien, hay muchos varones que quieren estar involucrados en ésta batalla, que quieren entender sobre el campo de batalla pero que han sido heridos. Mira, nosotros debemos tener un lugar donde podamos ir y hablar abiertamente, un grupo masculino, algunos buenos amigos y compañeros con los que podamos decir que estamos golpeados, que hay cosas que nos duelen, que necesitamos de una oración y de ayuda en alguna situación específica. Algo de hielo aquí y un poco de calor acá. Así que, necesitamos un ministerio masculino, un lugar donde los hombres podemos ir y tener ese día especial para tratar nuestras heridas recibidas durante la batalla.
MARTIN// Sabes, puedes tener un hueso saliendo de tu brazo y sencillamente dices ¡Estoy bien! póngame a jugar, quiero volver al campo de juego. Esto es un tema de honor, pero en realidad tú estás herido. Lo mismo sucede en la iglesia, hay muchos hombres que tienen la mejor intención, pero en realidad, ellos usan una máscara de ¡Estoy bien, no hay ninguna preocupación! Y la verdad es que no estamos bien. Tú lo has hecho, yo lo he hecho, todos lo hemos hecho, pero hoy, te ánimo para que seas honesto.
Mira, la única verdad aquí es que si estamos bien es porque Jesús está en nuestro corazón.
PABLO// Exacto, es por eso que siempre les digo a los hombres que no intenten engañar a Dios, Dios conoce nuestro corazón y podemos ser transparentes con Él, confesarle que estamos golpeados, que hemos luchado y estamos heridos, que tenemos muchos desafíos.
Por eso hacemos estos grupos de aprendizaje para hombres, en donde tenemos que luchar mucho para romper esa barrera de la intimidad. Me gustan mucho las palabras de Santiago 5:16 que dicen, “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.” ¿De qué otra manera podríamos curarnos sino admitiendo nuestros pecados? Cuando admitimos nuestros pecados y los confesamos es cuando comienza la sanidad, y entonces es ahí cuando nuestros hermanos van a estar orando por nosotros. Orando para que yo pueda tener fortaleza, para que mi matrimonio se convierta en algo saludable, en fin, orando por nuestras necesidades.
MARTIN// Necesitamos de la oración y de mucho tiempo para volver a levantarnos. Esto es lo que hacemos en estos grupos, estamos los hombres reunidos, oramos los unos por los otros, y nos animamos mutuamente, nos desafiamos mutuamente.
PABLO// Parte de la preparación para la batalla es preocuparse de curar las heridas ¿verdad?
MARTIN// Así es, debo ser capaz de estar completamente preparado para jugar la próxima semana.
PABLO// Así que tengo que asegurarme de que la hinchazón de mi rodilla, el golpe en la mano, la torcedura de un talón, o cualquier golpe que haya recibido, haya disminuido. Debo curarme para estar listo y regresar.
MARTIN// Así es, debo estar completamente listo para el próximo juego.
PABLO// Hemos estado hablando sobre la preparación antes de un juego y del aspecto físico, pero también hablamos sobre el aspecto mental.
Recuerdo a un muchacho del colegio que había sido reclutado por los Steelers. Un día me lo encontré en la iglesia y le pregunté ¿Cómo te va en los entrenamientos? él me dijo, – “Yo sabía que físicamente iba a ser muy difícil, pero no me imaginé que iba a ser tan difícil mentalmente”.
Espiritualmente tenemos que disciplinar nuestra mente, debemos saber lo que tenemos que hacer, lo que no tenemos que hacer y cuando tenemos que hacerlo; tenemos que estar mentalmente preparados.
MARTIN// Así es Ron. Mira, siempre les digo esto a los hombres, – “Si hay una secretaria voluptuosa que no se viste muy discretamente en la oficina, debes estar alejado de ella tanto como puedas”. Tú debes ser un hombre que lleve cada pensamiento cautivo a los pies de Cristo como dice en 1 de Corintios, tienes que estar preparado para alejarte de ciertas cosas. Por ejemplo, si eres un alcohólico no debes estar cerca de un bar, si luchas con la pornografía no debes prestar tus ojos u oídos a esto, lo que debes hacer es alejarte.
Esto es una disciplina de pureza, y debes ponerte en una posición que no corrompa tu mente, tu corazón y tu alma.
PABLO// Bueno, Tunch, hoy hablamos acerca de los hombres que quieren involucrarse en la batalla y hablamos sobre la preparación que debemos tener para enfrentarla. Cada uno de nosotros debe estar seguro de haber cuidado de nuestras heridas, tenemos que estar seguros de que estamos mentalmente preparados.
Todos tenemos debilidades ¿verdad? es precisamente de estas debilidades de las que hablaremos en nuestro próximo programa. Esperamos que puedas acompañarnos en nuestra siguiente emisión para poder conocer más sobre la preparación que debemos tener para enfrentar cada una de nuestras batallas. Bendiciones.
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