Reciba saludos cordiales amigo oyente. Bienvenido al estudio bíblico de hoy. Simplemente a manera de repaso recordemos que hemos estudiado ya el arrebatamiento, el tribunal de Cristo y las Bodas del Cordero. En nuestro último estudio bíblico de esta serie, consideramos la tribulación. Hemos hablado ya del significado de la tribulación. Dijimos que tribulación es una palabra que significa congoja o pena o aflicción o tormento que inquieta y turba el ánimo. También significa persecución o adversidad que padece el hombre. Al mirar lo que significa la palabra tribulación, llegamos a la conclusión que describe con bastante exactitud los horrores que tendrán que padecer los que pasen por esa experiencia. Para gozo y tranquilidad de los que somos creyentes, la Biblia garantiza que ningún creyente entrará en la tribulación cuando ella se inicie. Todos los creyentes sin excepción serán sacados del mundo en el Arrebatamiento de la iglesia, justo antes que sobrevenga la tribulación sobre la tierra. También hemos hablado de la duración de la tribulación. Basándonos en la profecía de las 70 semanas de Daniel, llegamos a la conclusión que la tribulación tiene una duración de siete años. En el estudio bíblico de hoy, David Logacho nos hablará acerca del propósito de la tribulación.
Al pensar en el propósito de la tribulación, tenemos que distinguir entre el propósito para Israel y el propósito para los gentiles. Recuerde que la iglesia de Cristo no estará presente en la tribulación, porque una de las muchas promesas que posee la iglesia es justamente el ser librada de la ira venidera por medio de Jesús su Salvador.
El propósito de Dios para con Israel en la tribulación es el de traer conversión a una multitud de judíos, de modo que puedan participar de las bendiciones del reino y de esa manera puedan experimentar el cumplimiento de todos los pactos de Dios con Israel. Esto lo sabemos porque durante la tribulación se volverá a predicar las buenas nuevas de que el Rey está por volver. Mateo 24:14 dice: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”
Así como Juan el Bautista predicó un mensaje que llamaba al arrepentimiento porque se había acercado el reino de los cielos, es decir un mensaje para preparar a Israel para la primera venida del Mesías, durante la tribulación, Elías predicará un mensaje similar para preparar a Israel para la segunda venida de su Mesías. De esto nos habla el profeta Malaquías en el capítulo 4 de su profecía, versículos 5-6 donde dice: “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”
La efectividad de este testigo quedará demostrada por la multitud de judíos que convertirán durante la tribulación, y por tanto estarán listos esperando a su Mesías. De modo que, amigo oyente, la tribulación será un tiempo de castigo para Israel, a causa de su continua desobediencia. Pero ese castigo tendrá como meta que los judíos reconozcan su pecado y su rebeldía y se conviertan al verdadero Dios y su Mesías. Dios va a sumergir a Israel en el fuego de la prueba, angustia y quebranto, para que se arrepientan, clamen a él, y luego con gran alivio puedan llegar a decir: Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Qué interesante amigo oyente, el castigo de Dios sobre Israel durante la tribulación no busca la destrucción de su pueblo escogido sino su restauración. El sufrimiento durante la tribulación, llevará a muchos a mirar a Aquel que puede salvar y Dios hará de ellos nuevas criaturas por medio de lo que hizo. Cristo Jesús en la cruz.
De esta manera Dios tendrá un pueblo para su gloria, un pueblo que no le adora con labios fingidos sino un pueblo que le adora de corazón sincero. Hoy por hoy, la gran mayoría de Judíos desconocen y desprecian a Jesucristo, pero está cercano el día cuando muchos de ellos mirarán a Jesucristo como su Mesías, pero no será sin que antes hayan pasado por la aflicción más espantosa que se pueda imaginar.
Una vez que hemos considerado el propósito de la tribulación para el pueblo judío, consideremos en segundo lugar el propósito de la tribulación para el pueblo gentil.
En este sentido, el propósito de la tribulación es derramar juicio sobre los hombres y las naciones incrédulas. Apocalipsis 3:10 dice: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”
Este texto es parte del mensaje a la iglesia de Filadelfia. Por cuanto la iglesia de Filadelfia ha guardado la palabra de Dios viviendo como es digno del Señor entre los hombres, él Señor la va a guardar de la hora de la prueba. La iglesia de Filadelfia es un símbolo de la verdadera iglesia de Jesucristo y Jesucristo promete a su iglesia guardarla o evitar que entre en la tribulación.
Pero note además lo que dice el texto sobre la tribulación. Afirma que la tribulación vendrá sobre el mundo entero, no solo sobre Israel y además dice que será para probar a los que moran sobre la tierra, tanto judíos como gentiles.
Hablando de la tribulación ponga atención a lo que dijo Jeremías con respecto al efecto de la tribulación sobre las naciones gentiles. Jeremías 25:32-33 dice así: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines de la tierra. Y yacerán los muertos de Jehová en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra”
Observe que el mal no será solo para la nación de Israel sino para todas las naciones. Los muertos durante la tribulación no solo serán judíos sino gente desde un extremo de la tierra hasta el otro. Será de tal magnitud la tragedia que nadie tendrá tiempo para llorar a sus muertos y enterrarlos. Los muertos yacerán a la vista de todos. Como estiércol quedarán sobre la faz dé la tierra dice el texto.
Es obvio, amigo oyente, la tribulación será un tiempo de retribución e ira sobre los incrédulos. Será el momento de la venganza de un Dios que con paciencia ha soportado por siglos la humillación a sus escogidos. 2ª Tesalonicenses 1:6-10 dice sobre esto: “Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros)”
En resumen, entonces, la tribulación será un tiempo de disciplina sobre Israel para provocarlos al arrepentimiento y un tiempo de ira de Dios sobre el mundo impío. Por la gracia y la misericordia de Dios, todavía el mundo no ha entrado en la tribulación. Eso significa que todavía está en pie su oportunidad para evitar entrar en la tribulación amigo oyente.
Si Ud. recibe a Cristo como su Salvador Ud. será arrebatado por el Señor antes que empiece la tribulación, pero si Ud. rehúsa recibir a Cristo como su Salvador y en esas condiciones sobreviene la tribulación, Ud. no tendrá otro recurso sino recibir la irá de Dios en la tribulación. No se exponga innecesariamente. Reciba a Cristo hoy mismo y como resultado tendrá vida eterna y la gloriosa promesa de que será guardado de la hora dé la tribulación.
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