48 Personajes de Influencia. El Rey Uzías II (Haz clic y descarga el texto)
El orgullo nos hace pensar que somos la excepción de la regla, el orgullo es un pecado horrible y un instrumento de Satanás que nos hace pensar que nos merecemos todo. ¿Cuál es el remedio para el orgullo? ¿Qué podemos hacer para lidiar con esto? Una cosa es saber que el orgullo está ahí, lo entendemos, aparece de maneras diferentes, Pero ¿Cuál es el remedio? ¿Cuáles son las cosas que podemos hacer para lidiar con esto en nuestras vidas? no es suficiente leer un pasaje de la escritura y decir; ¡ya lo entiendo! ¡Ahora sé cuál es el problema! hay que ir un paso más allá y decir; ¿Cómo puedo solucionar este problema?
“Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, y antes de la honra es el abatimiento.” Proverbios 18 verso 12 es muy claro con respecto a nuestra vida. Este proverbio declara una verdad ineludible. Nos habla de que las desgracias siempre están precedidas de actitudes de orgullo. Una persona orgullosa debe saber que a la vuelta de la esquina le espera una estrepitosa caída. Cuidado con el orgullo, amable oyente. Pero, por otro lado, y también como verdad ineludible: Los honores siempre están precedidos de humillaciones. Una persona que es humillada debe saber que a la vuelta de la esquina le espera la exaltación.
Hoy compartiremos estos dos puntos de vista a través de la escritura, para que tú puedas tomar una decisión correcta en el camino del servicio al Señor
Pero antes queremos darte a conocer una publicación especial de la Biblia Dice “Personajes de Influencia” este es un estudio interactivo en audio, que examina hitos importantes que conducen a un legado perdurable “Personajes de Influencia” ahora está disponible en nuestro sitio web.
Estamos involucrados en una serie de sermones llamados “lo que vives es lo que dejas” la manera como vives hoy, será tu legado para mañana, estos estudios nos dejan grandes enseñanzas, no sólo de lo que una vida puede hacer en su presente, sino de la herencia que puede dejar para el futuro, y estamos estudiando a los reyes de esta pequeña nación llamada Israel, Israel quería un rey, tal cual como las otras naciones, y escogieron a un hombre llamado Saúl, ellos estaban felices con Saúl, porque era un hombre que montaba su carruaje dorado con soldaos armados a su alrededor, ellos habían puesto sus ojos sólo en lo externo, pues Saúl era un hombre poderoso, pero tenía su corazón marchito y por lo tanto Dios lo desecho. Entonces Dios llamo a David.
David fue su siguiente Rey, pero lejos de ser un hombre perfecto, era un hombre conforme al corazón de Dios, pues era sensible y cuando estaba en pecado, siempre se arrepentía y regresaba a Dios. Y después de él llegó su hijo Salomón, y Salomón fue el hombre más sabio y más rico que jamás haya existido, pero el corazón de Salomón estaba dividido, tenía 700 esposas y 300 concubinas, y la Escritura dice que cuando se hizo más viejo, sus mujeres inclinaron su corazón a los dioses falsos. Y después de Solomon, el reino se dividió, en el norte, el reino de Israel, y en el sur el reino de Judá, en su mayoría los reyes de estos reinos eran malos, pero, algunos Reyes siguieron a Dios. En estudios anteriores conocimos al rey Asa, un hombre que comenzó bien, pero abandonó la carrera tempranamente, luego vimos la vida de Josafat, quién siguió los caminos de Dios, luego se alejó de Él, pero al final clamó a Dios nuevamente, y Dios lo respaldo, también conocimos al rey Joas, un hombre que nunca poseyó su fe, Y en el estudio anterior consideramos la vida de uno de los líderes más fuertes en el Reino del Sur, su vida nos brinda un estudio asombroso, lo conocemos más comúnmente por su nombre real Uzías y el día de hoy queremos conocer cómo fue que su mayor fortaleza se convirtió en su mayor debilidad.
Uzías tenía una gran capacidad e inteligencia lo que le permitió hacer grandes cosas, pero esto sería también la causa de su perdición, pues su mayor fortaleza se convirtió en su mayor debilidad, mira 2 Crónicas capítulo 26 verso 16 dice “Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enaltece para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso.” Uzías sabía que sólo los sacerdotes podían quemar el incienso en el altar, él conocía las instrucciones de la ley, estaba claramente establecido en el libro de Éxodo y Números, pero como muchos líderes poderosos, él era impaciente, no podía esperar a que un sacerdote venga para quemar el incienso, o tal vez estaba tan lleno de sí mismo que no puso límites a su orgullo. Y fue así cómo Uzías murió, con un corazón lleno de orgullo.
Así que permíteme recomendarte un buen antídoto para el orgullo, y el asunto es entender nuestra personalidad espiritual, así que vamos a comenzar con esto, 5 cosas sobre lo que somos espiritualmente. En primer lugar, ¿Sabes quién eres tú? Aquí es donde tenemos que comenzar, ¿has confiado en Cristo como el único modo que tienes para vivir una verdadera relación con un Dios vivo? aquí comienza todo, ¿has llegado al punto de tu vida cuando te das cuenta de que tú no te puede salvar? puedes hacer todo el esfuerzo necesario, y todas las buenas acciones posibles, pero eso no te salvará, sólo la fe y la confianza en Cristo puede hacerlo, entonces cuando confiamos, eso nos transforma, nos cambia, aprendemos que somos suyos, que dependemos de Él y que así será para siempre.
Dios nos ama tanto que envió a su hijo para morir por nosotros, le pertenecemos a Jesús, Él nos ha dado un amor eterno, no hay nada que nosotros podamos hacer para que Él nos ame más y no hay nada que podamos hacer para que Él nos ame menos, su amor es perfecto y sólo podemos responder a este amor con obediencia y adoración; estas dos características aplastan el aire pomposo del orgullo, no te olvides de esto, tú le perteneces a Jesús, mira Romanos 5:8, “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
No importa el título que tengas antes de tu nombre o después de tu nombre. No es importante cuál es tu cargo, o tu posición o cuánto dinero puedes hacer, todo eso sólo es un ingrediente más para el orgullo, y el orgullo siempre está antes de una caída, el valor de la vida sólo puede encontrarse en Jesucristo, él llevó nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz, tú le perteneces a Cristo, y esto es muy valioso y significativo en la vida.
En segundo lugar, tu seguridad está en Jesús, la seguridad no se encuentra en lo que crees que eres, o lo que tienes, Uzías aprendió esta verdad de una manera dolorosa, su orgullo le hizo pensar que estaba por encima de Dios, que no tenía que obedecer la ley de Dios, que podía hacer lo que él quería, a él no le interesaba si sólo los sacerdotes podían quemar incienso, él también quiso hacerlo, y al minuto siguiente su cuerpo tenía lepra, un comentarista dijo que era como si su orgullo empezará a salir al exterior de su cuerpo.
La seguridad no se encuentra en lo que somos, se encuentra en Jesucristo, y cuando conocemos a Cristo, entonces estamos seguros en Él, nada nos puede separar de su amor, Pablo lo dice de esta manera en Romanos capítulo 8, “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 8:38 y 39) Estamos seguros en Cristo.
Número 3, somos aceptados por Dios, “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.” (1 de Juan 3:1) ¿puedes ver los signos de admiración? ¡Mirad cual amor!
Nuestras vidas serían muy distintas si pudiéramos entender esto, pertenecemos a Cristo, estamos seguros en Él, y somos aceptados por Dios.
Número 4, pertenezco a Dios, Él me ha perdonado, ¿Entiendes el poder del perdón? “El que encubre sus pecados no prosperará;” (Proverbios 28:13) ahora mira 1 de Juan 1:8,9 “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” Piensa en esto, no tienes que soportar más tiempo la carga del pecado, no tienes que culpar a nadie por eso, no es culpa de tu padre o de tu madre, de tu esposa o esposo, no tienes que vivir avergonzado, ni paralizado por tu pasado, no debes llevar la culpa del pecado.
Puedes tomar tu pecado, tan feo y vergonzoso como es, repulsivo y ruin, y entregarlo a Jesús, Él murió en la cruz por esos pecados también, y en la cruz puedes encontrar perdón. El perdón es algo hermoso, la Biblia dice que Dios ha puesto los pecados en el fondo del mar, lo ha puesto bajo sus pies, y nunca más va a recordarlo. Hablemos de la libertad; el perdón nos proporciona libertad y puede librarnos del aire pomposo del orgullo, soy valioso para Dios, estoy seguro en Él, he sido aceptado y me ha perdonado. Finalmente, me ha dado autoridad. Estas fueron las palabras de Jesús antes de su partida y después de su resurrección, “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8)
Si tan sólo pudiéramos entender lo que el Espíritu Santo puede hacer en nuestras vidas, Dios está viviendo dentro de nosotros, Jesús mismo habita en nosotros y nos da el poder para hacer lo que Él nos ha llamado a hacer. Dios tiene un propósito para tu vida, y puedes tener acceso al poder de Dios, a través de su Espíritu, mientras el rey Uzías buscó al Señor, Dios le concedió su bendición, pero cuando estuvo de pie, entronizado en su orgullo, Dios le dio una lección de humildad. El orgullo siempre está antes de la destrucción, cuando tú aprendes quién eres realmente, cualquier éxito, todo lo que hagas, deja de ser lo que hace crecer tu orgullo, porque tu enfoque está en Dios.
Pensar en primer lugar en nosotros, siempre nos conducirá al orgullo, pero cuando entendemos que somos hijos de Dios, y que somos su propiedad, esta bendición puede librarnos del orgullo. Somos valiosos en Cristo, estamos seguros en Él, somos aceptados por Cristo, somos perdonados por Cristo y hemos recibido autoridad en Él. Por eso debemos mantener nuestra mirada en Dios, y derribar definitivamente nuestro orgullo.
Quiero hablar de un asunto muy difícil, pero muy importante. El pecado puede ser perdonado, pero aun debemos lidiar con sus consecuencias, no nos gusta esto ¿verdad? Así que esto es algo que quiero que consideres ahora, seamos tan inflexibles acerca de la obediencia antes de pecar, como lo somos acerca de la gracia y el perdón después de que pecamos.
El pecado puede ser perdonado, pero aun debemos lidiar con sus consecuencias; pero de esto, hablaremos el siguiente programa, esperamos que puedas escucharnos y conocer más sobre los planes que Dios tiene para nuestra vida. Bendiciones
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