Damos gracias al Señor por el privilegio que es para nosotros el saber que usted nos está acompañando. Bienvenida, bienvenido al estudio bíblico de hoy. Continuamos con el estudio de la primera epístola de Pablo a los Corintios, en la serie titulada: Un mensaje oportuno para una iglesia en crisis. Uno de los problemas serios que había en la iglesia de Corinto era el desorden en el uso de los dones espirituales. Pablo está confrontando esta situación mostrando que hay una variedad de dones espirituales, pero el Espíritu es el mismo. En instantes más, David Logacho nos hablará sobre el significado de algunos de los dones espirituales.
Luego de hablar del peligro de ignorar las cosas espirituales, Pablo hizo saber que nadie que habla por el Espíritu Santo puede llamar a Jesús anatema y todo el que habla por el Espíritu Santo llama a Jesús: Señor. Luego Pablo hizo saber que hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo, hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo, hay diversidad de operaciones, pero Dios que hace todas las cosas en todos, es el mismo. La trinidad completa está activa en la operación de la iglesia local. En el estudio bíblico de hoy, Pablo va a entregar más información sobre los dones espirituales. Antes de presentar una lista de algunos de los dones espirituales, Pablo se va a referir a la distribución de los dones espirituales. 1 Corintios 12:7 dice: «Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.» Al menos tres verdades importantes podemos extraer de este versículo. Primero, los dones espirituales, o las manifestaciones del Espíritu, como los llama Pablo, son dados por, o a través del Espíritu Santo. Segundo, todo creyente ha recibido al menos un don espiritual. Tercero, los dones espirituales que otorga el Espíritu Santo a cada creyente, son para provecho, no del creyente que ha recibido esos dones espirituales, sino para provecho de la iglesia. Esto es muy importante que sea tomado en cuenta. La naturaleza pecaminosa de los creyentes los impulsa a sacar provecho personal de los dones espirituales que han recibido por Espíritu Santo, pero esto contradice el propósito general de los dones espirituales. A continuación, Pablo cita algunos de los dones espirituales que por el Espíritu Santo han sido otorgados a los creyentes. No es una lista de todos los dones espirituales que existen. El modelo que usa Pablo para dar esta lista es: A este le es dado tal o cual don, a otro un don diferente, a otro un don diferente y así sucesivamente, para enfatizar que no todos los creyentes reciben los mismos dones. Todos los dones sin embargo provienen de un mismo Espíritu. 1 Corintios 12:8-10 dice: «Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.» Pablo habla del don de palabra de sabiduría. Esto se refiere al poder sobrenatural para hablar con discernimiento divino, ya sea para resolver algún problema difícil, para defender la fe, para resolver conflictos, para dar consejos prácticos, o para defenderse de los ataques de autoridades impías. Esto último se manifestó en el caso de Esteban, el primer mártir cristiano. Hechos 6:10 dice: «Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.» Después Pablo cita el don de palabra de ciencia. Esto se refiere a un poder sobrenatural para comunicar la verdad que ha sido divinamente revelada. Pablo hizo uso de este don, cuando por ejemplo, en 1 Corintios 15:51 introduce el asunto en cuestión diciendo: He aquí, os digo un misterio. También cuando hablando del arrebatamiento de la iglesia, dijo: Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor, según lo que tenemos en 1 Tesalonicenses 4:15. Sobre el don de palabra de ciencia, es necesario mencionar que en el sentido de revelar nuevas verdades, este don ya cesó, porque el cuerpo de doctrina fue dado una sola vez y para siempre. Judas 3 dice: «Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.» De modo que el cuerpo de doctrina ya fue dado una vez y para siempre. No puede haber revelación de nuevas verdades. Sin embargo, en un sentido secundario, el don de palabra de ciencia todavía está presente cuando un creyente percibe una verdad profunda de la palabra de Dios y la comunica con eficacia a otros. Después tenemos el don de fe. Es la capacidad sobrenatural de reconocer lo que Dios quiere hacer en situaciones específicas y confiar en él hasta que se realicen. También se dice que es la capacidad sobrenatural para hacer la obra de Dios sin provisión presente, pero confiando que Dios va a proveer en el futuro. Se trata de un entendimiento extraordinario de la voluntad de Dios. Los que tienen el don de fe no conocen la palabra: Imposible, cuando están convencidos de lo que Dios desea hacer. Es una convicción de que se hará realidad lo que se espera. Un creyente con el don de fe no solamente cree que Dios puede hacer determinada cosa, sino que está seguro que Dios va a hacer esa determinada cosa. Después tenemos dones de sanidades. Se refiere a una capacidad sobrenatural para restaurar la salud de una persona enferma, de una manera instantánea, total y permanente, sin que tenga que ver en absoluto la fe que puede o no puede tener la persona enferma. La sanidad se producía por la acción del don de sanidad, no por la fe de quien iba a ser sanado. El don de sanidad, juntamente con el don de milagros, el don de lenguas y el don de interpretación de lenguas, son dones de señal, que sirvieron para autenticar mensaje y mensajero. Hoy en día, Dios está sanando a los enfermos, en su voluntad, a su manera, y en su tiempo y como respuesta a la oración, pero no por medio de personas que tienen el don de sanidad. Después de esto tenemos el don de milagros. Es una capacidad sobrenatural para invocar la intervención directa de Dios en una determinada situación, de tal manera que sea evidente para todos que lo que sucedió fue algo sobrenatural o la obra directa de Dios. Un milagro es algo que va en contra de la naturaleza. Se manifiesta con poder sobrenatural sobre enfermedades, sobre la naturaleza, como calmar una tempestad, sobre la materia, como cambiar el agua en vino, sobre la muerte, como cuando resucitó Lázaro. Un milagro es algo que se puede percibir con los sentidos y que a nadie la queda la menor duda en cuanto a que se trató de algo que trasciende a lo natural. Al igual que el don de sanidad, el don de milagros sirvió para autenticar mensaje y mensajero. Hoy en día, Dios sigue haciendo milagros, pero no a través de personas con el don de milagros, sino en respuesta a la oración de los que son suyos y siempre para su propia gloria, nunca para que el hombre sea admirado. Después tenemos el don de profecía. Es una capacidad sobrenatural para expresar la verdad de Dios, revelada directamente por él o revelada en su palabra, la Biblia, con el fin de exhortar, edificar y consolar a los creyentes. Como oficio se extinguió en el primer siglo, una vez que se completó el canon de las Escrituras, pero como don no produce nuevas revelaciones sino una capacidad de entender, aplicar y explicar la verdad ya revelada para las circunstancias actuales. Después tenemos el don de discernimiento de espíritus. Es una capacidad sobrenatural para determinar si un maestro o predicador o profeta o pastor está hablando bajo los impulsos del Espíritu Santo, bajo sus propios impulsos, o bajo los impulsos de Satanás o sus demonios. Los que tienen este don manifiestan una capacidad extraordinaria, en realidad, sobrenatural, para distinguir la verdad del error. Este don fue fundamental en el primer siglo cuando había profetas y evangelistas viajando de iglesia en iglesia y no estaba todavía la Biblia completa para comprobar sus enseñanzas. En la actualidad se necesita de este don para protegerse del error doctrinal o de prácticas contrarias a la Biblia. En penúltimo lugar tenemos el don de lenguas. Es una capacidad sobrenatural para hablar un idioma que nunca antes se ha aprendido. En último lugar tenemos el don de interpretación de lenguas, el cual es una capacidad sobrenatural para entender un idioma que nunca antes se ha aprendido. El don de interpretación de lenguas se complemente con el don de lenguas. Ambos dones tuvieron que estar presentes para la edificación de la iglesia. Al igual que el don de sanidad y el don de milagros, estos dones sirvieron para autenticar mensaje y mensajero. El auténtico don de lenguas no tiene en absoluto que ver con el moderno balbuceo en estado de éxtasis al cual muchos llaman lenguas. En la lista de dones espirituales que ha proporcionado Pablo faltan los dones de apóstol, evangelismo, pastor-maestro, enseñanza, exhortación, servicio, repartir, presidir, misericordia. Estos dones aparecen en otros pasajes del Nuevo Testamento. Pablo termina esta sección enfatizando que todos los dones citados han sido dados de la manera que el Espíritu Santo ha querido. 1 Corintios 12:11 dice: «Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.» Diversidad de dones espirituales, pero todos proviniendo de un mismo Espíritu. Estos dones espirituales son repartidos a cada uno en particular, es decir que todo creyente tiene al menos un don espiritual. ¿Qué don o qué dones? La respuesta es: Según el Espíritu Santo quiera, no según el creyente quiera. Los dones espirituales no son dados como el creyente quiere sino como el Espíritu Santo quiere. Esto asegura que en la iglesia haya una variedad de dones espirituales sin la cual la iglesia no podría funcionar adecuadamente.
En Romanos 4:5 dice que Dios justifica al impío, pero Proverbios 17:15 dice que el que justifica al impío es abominación a Jehová. ¿Cómo puede ser esto? Visite nuestra página Web y en la sección PREGUNTA DEL DÍA encontrara la respuesta a esta interrogante y además podrá hacernos llegar sus inquietudes acerca de algún tema de la palabra de Dios, nuestra dirección es labibliadice.org Ha sido un placer estar junto a usted y le esperamos en nuestra próxima edición.
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