¿Había otros hombres en la tierra, aparte de la descendencia de Adán y Eva?

Después de haber matado a su hermano Abel, la Biblia dice en Génesis que Caín se fue a un lugar distante, pero tenía miedo de que allí le maten. Mi pregunta es: ¿Había otros hombres en la tierra, aparte de la descendencia de Adán y Eva? ¿De quiénes tenía miedo Caín, al punto que Dios tuvo que poner una señal sobre él para que no le maten?

Después que Caín mató a Abel, Dios castigó a Caín con maldición. Esto implica varias cosas. El relato está en Génesis 4:8-15. La Biblia dice:  Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?

Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.

Ahora,  pues,  maldito seas tú de la tierra,  que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.  Cuando labres la tierra,  no te volverá a dar su fuerza;  errante y extranjero serás en la tierra.  Y dijo Caín a Jehová:  Grande es mi castigo para ser soportado.  He aquí me echas hoy de la tierra,  y de tu presencia me esconderé,  y seré errante y extranjero en la tierra;  y sucederá que cualquiera que me hallare,  me matará.  Y le respondió Jehová:  Ciertamente cualquiera que matare a Caín,  siete veces será castigado.  Entonces Jehová puso señal en Caín,  para que no lo matase cualquiera que le hallara.

Todo pecado tiene su consecuencia. Gálatas 6:7 dice: No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Como parte de su castigo, Caín tenía que vivir como errante y extranjero en la tierra. Caín tomó plena conciencia de lo que esto significa y clamó a Jehová por misericordia. Grande es mi castigo para ser soportado, dijo. Me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé y seré errante y extranjero en la tierra. Caín realmente temía por su vida, por eso dijo a Jehová: Y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. Este peligro era real y por ese motivo, Jehová ofreció a Caín una doble protección. Primero, advirtiendo de un severo castigo a cualquiera que le mate. Cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado.

Segundo poniendo una señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara. Su inquietud tiene que ver con la identificación de las personas que podrían atentar contra la vida de Caín. ¿Quiénes eran? En respuesta, esas personas eran también descendientes de Adán y Eva, tal vez hijos, o nietos, o bisnietos, o tataranietos o quienes sabe qué más. Al llegar a saber lo que hizo Caín a su hermano Abel, era muy factible que alguno de los descendientes de Adán y Eva quiera tomar la justicia en su propia mano y matar por venganza a Caín. Sin importar cual lejos huya Caían siempre podía cruzarse con algún descendiente de Adán y Eva que estaría dispuesto a matarle. Si damos por sentado como un hecho el relato bíblico de la creación, es imposible que sobre la faz de la tierra hubiera seres humanos que no sean descendientes de Adán y Eva.