¿Habla la Biblia, tanto en el Antiguo Testamento, como en el Nuevo Testamento, del uso de instrumentos musicales para alabar a Dios?

Vayamos primeramente al Antiguo Testamento. Lo que encontramos allí, es que desde muy temprano ya aparece el uso de instrumentos musicales en relación con la creación de ese hermoso querubín que más tarde se rebeló contra Dios y llegó a ser Satanás. Note lo que dice Ezequiel 28:13. “En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisolito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.” Más adelante en el tiempo, se observa un uso muy extendido de instrumentos musicales para alabar a Dios. Ponga atención a lo que dice Ezequiel 13:8 “Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles címbalos y trompetas” Bueno, parece que David juntamente con el pueblo, no dejó ningún instrumento musical a un lado. Debe haber sido maravilloso contemplar al unísono las arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas. Pero además de estos, también se utilizaban otros instrumentos. Note por ejemplo lo que dice Salmo 150:3-6 “Alabadle a son de bocina; alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza; alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes; alabadle con címbalos de júbilo. Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya” A la lista anterior de arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas ahora se añaden las bocinas, los panderos, los instrumentos de cuerdas y las flautas. En los tiempos de Nehemías, se realizó una ceremonia de dedicación del recién construido muro y allí también se utilizó alabanza a Dios con instrumentos musicales. Nehemías 12:27 dice: “Para la dedicación del muro de Jerusalén, buscaron a los levitas de todos sus lugares para traerlos a Jerusalén, para hacer la dedicación y la fiesta con alabanzas y con cánticos, con címbalos, salterios y cítaras.” Allí lo tiene, podemos añadir las cítaras a la lista de instrumentos que mencionamos anteriormente. Es decir que el Antiguo Testamento habla de no menos de diez instrumentos musicales que se utilizaban en la alabanza a Dios. Muchos de los salmos, que no son otra cosa sino las canciones con las cuales el pueblo alababa a Dios, contienen instrucciones específicas para los músicos, en la sobre escritura de los mismos. Tome por ejemplo el Salmo 40. En la sobre escritura se lee lo siguiente: Al músico principal. Salmo de David. Esto ratifica el uso de instrumentos musicales en la alabanza a Dios. Muy bien, ahora vamos al Nuevo Testamento. Lo que encontramos es ninguna referencia al uso de instrumentos musicales en relación con la alabanza a Dios por parte de la iglesia de Cristo. Esto, sin embardo, de ninguna manera es prueba de que no se debe alabar a Dios con instrumentos musicales. No se puede sacar una conclusión sobre la base del silencio del Nuevo Testamento en algún asunto. Más bien se sigue que así como en el Antiguo Testamento se utilizaban instrumentos musicales para alabar a Dios, es natural que en el Nuevo Testamento también se utilicen instrumentos musicales para alabar a Dios. Si la voluntad de Dios hubiera sido que la iglesia de Cristo no use instrumentos musicales para alabar a Dios, lo hubiera dicho con claridad, pero ese no es el caso. Bien vale la pena sin embargo señalar que aunque el uso de instrumentos musicales para alabar a Dios no es condenado en el Nuevo Testamento, sin embargo es necesario un sano equilibrio en el uso de estos instrumentos. La música de los instrumentos musicales debe servir para elevar el espíritu de adoración a Dios y no para agitar pasiones puramente humanas. Con esto quiero decir que los instrumentos musicales en la alabanza a Dios deben procurar hacer mover el espíritu no el cuerpo.

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