Homeopatia

¿Tiene algo de malo la Homeopatía? 

Según el diccionario, la homeopatía es un sistema curativo que aplica a las enfermedades, en dosis mínimas, las mismas substancias que en mayores cantidades producirían al hombre sano síntomas iguales o parecidos a los que se trata de combatir.

Esta técnica ha probado ser efectiva para la curación de algunas enfermedades importantes.

El Diccionario Enciclopédico nos da la siguiente información sobre la homeopatía. El nacimiento de la homeopatía se atribuye a Hahnemann, pero ya Hipócrates en los siglos V y IV antes de Cristo afirmó que la enfermedad está causada por sustancias similares a ella, y es por éstas por las que el enfermo recupera la salud. En 1790, Hahnemann, experimentando la quina en si mismo, sin estar enfermo, comprobó pronto lo siguiente: La quina que destruye la fiebre, provoca en el sujeto sano las apariencias de la fiebre; había descubierto la primera de las tres leyes de la homeopatía.

La primera: la ley de la similitud, que completa una segunda ley, la de las dosis infinitesimales: Los medicamentos, administrados en dosis infinitesimales a un enfermo, son las mismas sustancias que, en dosis considerables, provocarían en un sujeto sano molestias idénticas a las que sufre el enfermo.

La segunda ley tiene un origen empírico: Hahnemann observó el poder creciente del medicamento al ser diluido: se preparan soluciones sucesivas al 1 por ciento, además la agitación del recipiente para producir la situación es capital.

La tercera ley se refiere al terreno mórbido. No hay enfermedades ni enfermos, sino un enfermo, global y fuertemente individualizado; si sufre, es porque su sistema de defensa es globalmente deficiente; conviene estimulárselo.

Visto así, como un sistema curativo, la homeopatía no tiene ningún conflicto con ningún principio bíblico. No está por demás, sin embargo, señalar que el enfermo que busca sanidad no debe poner su confianza en la homeopatía o en cualquier otro sistema curativo, sino en el Señor quien tiene el poder para sanar mediante cualquier sistema curativo o sin necesidad de ningún sistema curativo.