¿Tiene Jesús un cuerpo visible ahora que está en los cielos? ¿Es por eso que Apocalipsis 1:17-18 dice que todo ojo le verá?
Leamos Apocalipsis 1:17-18 para introducirnos en este interesante asunto. Dice así:
«Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades».
El libro de Apocalipsis fue escrito por el Apóstol Juan, unos 66 años después que el Señor Jesucristo ascendiera al cielo. Recordemos que el Apóstol Juan había visto a Cristo en su bautismo, durante todo su Aprendiendo con la Biblia terrenal, en la transfiguración, en su muerte, en la resurrección y en sus posteriores apariciones. Es por esto que después de 66 años, cuando contemplaba la visión, Juan identificó sin problema alguno a Jesús. Note lo que dice Apocalipsis 1:12-13.
«Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro. Y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro».
Juan sabía que a quien estaba viendo en visión era Jesucristo. Esto provocó tal impacto en él que el versículo 17 dice:
«Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último».
De manera que el Apóstol Juan vio a Jesús en su estado de glorificación en el cielo con un cuerpo visible y reconocible. Hoy en día, Jesús está en el cielo junto a su padre, con un cuerpo glorioso, visible y reconocible. Nosotros también le veremos algún día cara a cara, no solo en visión como lo vio el Apóstol Juan. Esto tendrá lugar cuando nos encontremos con él ya sea cuando él venga a buscarnos en el arrebatamiento o cuando nosotros vayamos a él luego de la muerte física.