La consulta de hoy es acerca del significado del texto en Hebreos 6:1-2

Este pasaje bíblico tiene que ver con el gran problema que es conocer la verdad sobre la salvación y obstinadamente negarse a recibir a Cristo como Salvador. Este era el gran problema que tenían algunos judíos a quienes fue escrito el libro de Hebreos. Habían escuchado tanto el evangelio que debían ser ya maestros, pero por su obstinada negativa a recibir a Jesucristo como Salvador, se habían vuelto tardos para oír, o torpes para entender la supremacía del cristianismo sobre el judaísmo y como consecuencia, habiendo llegado al borde mismo de decidirse por Jesucristo, estaban vacilando y regresando al judaísmo, el cual es como la leche en comparación con el alimento sólido que es el cristianismo.

Hebreos 6:1 en su primera parte dice: “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección” Detengámonos aquí por el momento. El “por tanto” con el cual comienza este versículo, se refiere al problema de los judíos convencidos pero no convertidos, quienes habían oído tanto el evangelio que se habían vuelto tardos para oír o torpes para entender.

Por tanto ¿Qué? Dos ideas se distinguen. Dejando y Vamos adelante. Los judíos convencidos pero no convertidos tenían que dejar algo ¿Qué es lo que tenían que dejar? Pues “los rudimentos de la doctrina de Cristo” Los rudimentos de la doctrina de Cristo se refiere al Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento era el ABC del cristianismo. Todo el Antiguo Testamento tuvo como propósito único el apuntar a Jesucristo. El verbo “dejar” es interesante. Significa abandonar, o cortar por completo con algo.

Dios estaba demandando de los judíos un corte total con el judaísmo. La segunda idea es: Vamos adelante. ¿Hacia dónde? Hacia la perfección. O hacia la madurez que es lo mismo. La perfección o madurez en este caso significa el estado en el cual se encuentran los que han recibido a Jesucristo como Salvador. A través del autor de Hebreos, Dios está diciendo: Judíos, corten de raíz con el judaísmo y sigan adelante abrazando por completo el cristianismo. Hebreos 6: desde la segunda parte del versículo 1 y el 2 dice: “no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.” El resistirse a abandonar el judaísmo y negarse a proseguir hacia delante recibiendo a Jesucristo, es equivalente a pretender poner otra vez el fundamento de una construcción que ya tiene fundamento.

Para mostrar cuan elemental es el judaísmo, el autor de Hebreos cita seis cosas en las cuales es notorio lo elemental del Antiguo Testamento. El arrepentimiento de obras muertas. En el judaísmo se conocía que había que arrepentirse de los pecados, pero no se precisaba cómo, hasta que vino Jesucristo. En el judaísmo se conocía de la fe en Dios, pero no se sabía que para acercarse a Dios era necesario hacerlo por medio de Jesucristo. En el judaísmo se conocía la doctrina de bautismos, o tal vez mejor, de los lavamientos ceremoniales, pero no se sabía que Jesucristo nos limpia de todo pecado.

En el judaísmo se conocía de la imposición de manos, pero no se sabía que, por la fe, todos podemos poner nuestras manos sobre Jesucristo para depositar sobre él nuestro pecado. En el judaísmo se conocía sobre la resurrección, pero no se sabía que Jesucristo es la resurrección y la vida. En el judaísmo se conocía sobre el juicio eterno, pero no se sabía los detalles de este juicio hasta que vino Jesucristo.

Por lo imperfecto del judaísmo, es necesario salir de él y abrazar con todo lo perfecto, esto es la salvación en Jesucristo.