Los dos testigos son personas que Dios levantará en Jerusalén durante la tribulación con el propósito de predicar el mensaje del Evangelio en el mundo. Los dos testigos tendrán tal poder en su predicación que no pasarán desapercibidos en el ámbito mundial. Nadie podrá ignorarlos y todos sabrán acerca de las buenas nuevas de salvación en Cristo, Jesús. Por medio de los dos testigos, la gente de Jerusalén sabrá que Jesús, aquel que nació en Belén hace tanto tiempo atrás y que murió y resucitó, es el Mesías tan añorado por los judíos de todos los tiempos.
Estos dos testigos no dejarán de predicar por mil doscientos sesenta días, o tres años y medio. La vestimenta de los testigos será muy especial, el silicio, simboliza que su mensaje no será necesariamente motivo de regocijo por cuanto tiene que ver con el juicio de Dios que está a la puerta para todos aquellos que persistan en su rechazo a Jesús como el Mesías de Israel. En cuanto a la identidad de estos dos testigos, la Biblia no lo revela. Si fuera importante saber quiénes son estos dos testigos, la Biblia nos hubiera proporcionado los nombres de ellos, pero no lo ha hecho, porque no es importante desde el punto de vista de Dios.
Lo que importa es la función que van a tener estos dos testigos durante la tribulación y de eso sí, la Biblia da amplia cuenta. Así que, con algo de reserva, vamos a entrar a transitar por el endeble camino de la especulación, por cuanto estamos conscientes que vamos a dilucidar algo en lo cual la Biblia no se ha pronunciado específicamente.
Parecería, insisto, parecería, que esos dos testigos podrían ser Moisés y Elías por las siguientes razones:
Primero, porque Moisés tuvo ya el poder para convertir el agua en sangre y traer sobre la tierra las diez plagas con las cuales Dios castigó a Egipto. Por su lado, Elías tuvo ya el poder para hacer que no llueva por tres años y medio durante el reinado de Acab. Los dos testigos harán las mismas señales durante su ministerio en la tierra.
Segundo, porque la tradición judía espera que tanto Moisés como Elías regresen en el futuro. Si los dos testigos fueran Moisés y Elías sería el cumplimiento de este anhelo.
Tercero, porque tanto Moisés como Elías aparecieron junto a Jesús en la transfiguración aseverando que Jesús es el Hijo de Dios, el Mesías de Israel. No sería extraño que sean los mismos quienes anuncien la salvación en Cristo Jesús durante la primera mitad de la tribulación.
Cuarto, porque tanto Moisés como Elías usaron medios sobrenaturales para llamar al pueblo al arrepentimiento. Los dos testigos también utilizarán medios sobrenaturales para llamar a la gente al arrepentimiento.
Existe una similitud en la forma de realizar el ministerio entre Moisés y Elías y los dos testigos. Por eso se piensa que los dos testigos podrían ser Moisés y Elías. Si está de acuerdo con esta suposición, en buena hora, entonces los dos coincidimos. Si no está de acuerdo con esta suposición, en buena hora también, conmigo al menos no hay problema. No vamos a discutir por algo que se asienta en el endeble terreno de la especulación. No hay para qué embarcarse en un debate sobre un asunto tan secundario como este.