Amancillar es el acto de manchar o deslustrar la fama o linaje. También significa deslucir o afear o ajar. Puede significar también causar lástima o compasión. El verbo amancillar como tal, aparece únicamente en el Antiguo Testamento, al menos en la versión Reina Valera Revisión 1960. Se usa para hablar de la relación sexual pre matrimonial de Dina, la hija de Jacob. Génesis 34:2 dice que Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró. Se dice entonces que Dina fue amancillada. Así aparece en Génesis 34:5 donde dice: Pero oyó Jacob que Siquem había amancillado a Dina su hija; y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen. Amancillar también se usa para hablar del terrible pecado de bestialismo. Es decir, la relación sexual de un hombre o una mujer con un animal. Levítico 18:23 dice: Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es perversión. Amancillar también se usa para hablar de adulterio. Números 5:12-13 dice: habla a los hijos de Israel y diles: Si la mujer de alguno se descarriare, y le fuere infiel, y alguno cohabitare con ella, y su marido no lo hubiese visto por haberse ella amancillado ocultamente.
Finalmente, amancillar se usa para referirse al pecado de idolatría de Israel. Jeremías 7:30 dice: Porque los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dice Jehová; pusieron sus abominaciones en la casa sobre la cual fue invocado mi nombre, amancillándola. Es decir que amancillar significa manchar o deslustrar la fama o el linaje, o deslucir, afear, ajar, causar lástima o compasión, por medio de relaciones sexuales prematrimoniales, bestialismo, adulterio o idolatría. En el Nuevo Testamento no aparece el verbo amancillar, pero aparecen dos palabras muy parecidas. La primera es “mancilla” Permítame leer Hebreos 13:4. La Biblia dice: Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.
Un lecho sin mancilla o sin mancha, hace referencia a la relación sexual entre un hombre y una mujer quienes previamente se han casado. Un lecho con mancilla es aquel en el cual uno de los dos comete el pecado de fornicación y adulterio. Dios mismos se encargará de juzgar estos pecados. La segunda palabra es “mancillar” que significa lo mismo que amancillar. Aparece en Judas 8 donde dice: No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores.
Mancillar la carne significa manchar el cuerpo, o cometer todo tipo de pecado, especialmente los pecados de índole sexual. La Biblia no necesariamente utiliza el verbo amancillar para hablar de besos y caricias en el noviazgo o enamoramiento. En todo caso, besos y caricias en el noviazgo o enamoramiento no es la voluntad de Dios, porque atenta contra el principio de que los jóvenes deben huir de las pasiones juveniles. 2 Timoteo 2:22 dice: Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.