La consulta de hoy es de una joven que está de novia con un joven creyente, quien le ha mentido reiteradamente, le ha hecho quedar mal ante otras personas, le hace sentir que ella es menos que él y que jamás podrá ser feliz con ninguna persona aparte de él. Ella ama sinceramente a su novio, pero le preocupan mucho las actitudes de él, al punto que ha perdido mucho peso y está emocionalmente desecha. Siente que nadie le ama ni siquiera Dios. Nos pide un consejo.

El noviazgo tiene como propósito que la pareja pueda conocerse espiritualmente y emocionalmente, dejando lo físico para el matrimonio. En su caso personal, tiene evidencias comprobadas de falencias espirituales en su novio. Un hombre espiritual no hará de la mentira un estilo de vida, un hombre espiritual no lastima a la persona que ama haciéndola quedar mal ante otras personas, o hablando mal a espaldas de la persona que ama. Un hombre espiritual evitará considerarse superior a la persona que ama, evitará sentirse tan importante al punto que hace sentir a la persona que ama como que le está haciendo un favor al estar con ella. Un hombre espiritual no se dará aires de grandeza afirmando que la persona que ama no tiene esperanza de ser feliz a no ser que sea por medio de él. Asumiendo que todo lo que ve en su novio es verdadero, a mí me parece que su novio tiene serios problemas espirituales. Obviamente yo no soy Dios para afirmar que su novio no es creyente, pero el fruto de su vida, me deja mucha duda en cuanto a si en verdad es creyente.

Pero también existen problemas emocionales. Su novio le está maltratando emocionalmente. Como su novio sabe que le ama mucho, está manipulándole, anulando su voluntad. Su novio se cree el mismo Dios cuando piensa que sólo con él puede ser feliz. Solamente Dios es fuente infalible de felicidad. Esta no es una relación sana en lo emocional. La falta de amor de su novio le ha hecho dudar hasta del amor de Dios. Pero Dios le ama como no tiene idea. Sobre la base de todo lo que le he dicho, mi consejo es que no se case con él hasta que no vea cambios importantes en las actitudes de su novio. Hable con él franca y abiertamente y dígale cómo se siente y cuáles son sus preocupaciones.

Luego tome un tiempo prudencial para ver si se producen los cambios que está buscando. Si se dan esos cambios podría continuar con la relación y casarse con él, pero si no se dan esos cambios será preferible terminar su relación de noviazgo con él. Si esto llegara a pasar, será algo muy duro, pero si Dios le guía a tomar esa decisión, Dios mismo le dará las fuerzas para soportar el dolor. Más vale recibir un solo golpe ahora que tener que vivir toda la vida recibiendo golpes. Le aconsejo también que, durante todo este proceso, busque consejo de los pastores o ancianos de su iglesia. Sería bueno que también tome en cuenta el consejo de sus padres. Si ahora que son solamente novios, su novio actúa de la manera que lo está haciendo, no le quepa la menor duda que si se casa con él, su vida puede llegar a ser un permanente tormento.