Si alguno repudia a su mujer y se casa con otra, adultera y hace que ella adultere. También, el que se casa con la mujer repudiada de su marido adultera. Yo pregunto: ¿Qué quiso decir Cristo con la expresión, entre comillas «hace que ella adultere»? Y también con la expresión, entre comillas, «El que se casa con la repudiada del marido, adultera»? ¿Qué culpa tiene la mujer de ser repudiada por su marido si a éste le gustó otra y se casó con ella? ¿por qué se condena al que se casa con la repudiada? En todo caso se debería condenar al que repudió y se casó con otra pero no entiendo por qué se condena al que toma la repudiada si ésta no tiene culpa por haber sido rechazada.
para tener un punto de partida, demos lectura a los pasajes bíblicos en los cuales el Señor Jesucristo se refirió al asunto que es materia de su consulta.
El primero en Mateo 5:31-32 que dice: «También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio»
El segundo pasaje bíblico sobre este asunto se encuentra en Mateo 19:9 que dice: «Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera»
El contexto de ambos pasajes bíblicos tiene que ver con el divorcio o el repudio. En ambos pasajes bíblicos es muy obvio que un divorcio o un repudio, a no ser por causa de fornicación, desencadena una avalancha de adulterio.
primero del marido que repudia, quien al casarse con otra está en adulterio.
Segundo, de la mujer que se casa con él, porque él es hombre casado, aunque ha extendido carta de divorcio.
Tercero de la mujer repudiada, quien al casarse con otro, está en adulterio.
Cuarto del que se casa con la repudiada, quien al casarse con ella, está en adulterio.
Quinto, de la mujer que fue repudiada por el hombre que se casó con la que repudió el primero, quien al casarse con otro también está en adulterio.
En definitiva estamos ante una verdadera ola de adulterio. Todo porque un hombre repudió a su mujer sin causa válida. Esta cadena interminable de adulterio se producía porque aún cuando un hombre daba carta de divorcio a su mujer, seguía casado con ella, a no ser que hubiera habido fornicación de por medio, por supuesto.
En otras palabras, el mero hecho de extender una carta de divorcio, no era la licencia para que un hombre se case con las mujeres que le venga en gana, pero eso era justamente lo que estaba pasando en el primer siglo cuando estaba el Señor Jesucristo en la tierra.
Según algunas evidencias confiables, los motivos para dar carta de divorcio eran hasta risibles.
Un hombre por ejemplo, podía dar carta de divorcio a su mujer si la mujer echaba a perder la comida porque le puso demasiada sal. Otro hombre podía repudiar a su mujer porque simplemente no le gustaba la suegra. Otro hombre podía repudiar a su mujer, porque en el camino se halló con una mujer más atractiva que su mujer.
Así por el estilo, esto de la carta de divorcio degeneró tanto que llegó a ser simplemente un mero formulismo para encubrir las bajas pasiones. Esto es lo que confrontó el Señor Jesucristo y calificó de adúlteros a todos los que aprovechando de este mal entendido, estaban casándose y descasándose a granel.
Ud. se pregunta: ¿Qué quiere decir la expresión: comillas «hace que ella adultere? Lo que significa es que cuando un hombre extendía carta de divorcio a su mujer, la mujer inmediatamente se buscaba otro hombre para casarse y una vez así casada, automáticamente caía en adulterio porque seguía estando casada con su primer marido, ya que la causa para darle carta de divorcio no era válida.
Ud. también se pregunta ¿Qué quiere decir la expresión: comillas «el que se casa con la repudiada del marido, adultera? Lo que significa esto es que el hombre que se casa con una mujer repudiada sin una causa válida, ha caído también en el adulterio, porque sencillamente la mujer con quien se casó es mujer casada con el marido que la repudió, porque la causa para el repudio no fue válida.
Jesús no está condenando ni a la repudiada ni al que se casa con ella, sino que simplemente está estableciendo el hecho que los dos están en adulterio, por cuanto la mujer repudiada sigue siendo esposa del primer hombre con quien se casó.
Lo que Jesús está haciendo en realidad, es quitar la máscara de falsa piedad de todos aquellos que pensaban que con tal de extender una carta de divorcio, por cualquier motivo que fuere, salvo fornicación, ya estaban aptos para casarse con la mujer que sea.
La sociedad contemporánea no es muy diferente en este sentido de la sociedad del primer siglo. Hoy en día también la gente se divorcia casi por cualquier motivo. Al igual que en el primer siglo, toda la gente de hoy en día que se divorcia por cualquier motivo, y se vuelve a casar, inicia esta avalancha de adulterio. La palabra de Dios lo dice y es válida para el primer siglo y para el siglo 20 vísperas del siglo 21 y en general para cualquier época de la humanidad.