Primeramente examine su vida en el orden espiritual. ¿Hay algún pecado que solamente Usted y Dios saben que está cometiendo? El pecado no confesado es un gran obstáculo para que los creyentes se sientan inclinados a buscar a Dios en su palabra y la oración. En el plano espiritual se cumple este axioma: La Biblia te alejará del pecado o el pecado te alejará de la Biblia. Si al examinar su vida detecta algún pecado, cualquiera que sea, confiésele al Señor y en respuesta, el Señor perdonará su pecado y le limpiará de toda maldad, conforme a lo que dice 1 Juan 1:9. En segundo lugar, le aconsejo que se esfuerce por conocer más a la persona y obra del Señor Jesucristo. Cuando más se conoce a una persona, más se ama a esa persona y más tiempo se quiere pasar con esa persona. Esto es lo que necesita hacer con la persona del Señor Jesucristo. Tome uno de los Evangelios y comience a examinar los hechos desde su nacimiento, su ministerio público, su enseñanza, su pasión, su muerte, su resurrección y su ascensión a la gloria de su Padre. La idea es que se sienta atraída por Él, por lo mucho que le ama, al punto que se ofreció a sí mismo para morir en la cruz del Calvario.
¿Podrá haber mayor amor que este? Tome conciencia de lo mucho que Él le ama y en consecuencia enamórese de él. Comenzará a notar un deseo por estar más en comunión con Él a través de la Biblia y la oración. En tercer lugar, comience a servir al Señor Jesucristo de corazón, en cualquier actividad que se presente. Al poner su corazón en el servicio al Señor, sus afectos y emociones se inclinarán hacia el Señor, porque la Biblia dice que donde está nuestro tesoro allí estará también nuestro corazón.
En cuarto lugar, le aconsejo que planifique con anticipación lo que va a hacer durante su tiempo devocional. Tal vez sea necesario que se provea de un cuaderno y asigne una hoja para cada día del año y a la par busque un calendario de lecturas bíblicas para todo el año. Cada día entonces, lea lo que le corresponde para ese día y escriba en su cuaderno un breve resumen de lo que ha leído. Además, es necesario que se haga un calendario semanal o mensual de oración. Ore por diferentes asuntos cada día conforme a su calendario personal de oración. Una vez que Dios conteste algo por lo que está orando, anótelo como una oración contestada y reemplace ese pedido por algún otro. Además de dar orden a su tiempo devocional, esto le traerá un mayor vigor y dinamismo a su tiempo devocional, evitando la rutina que es un gran enemigo para la vida devocional. Espero que estas ideas le ayuden a ser más fiel y constante en su vida devocional.