Por que pidió Jesús ser bautizado por Juan el bautista

¿Por qué pidió Jesús ser bautizado por Juan el Bautista si él no tenía ningún pecado por el cual arrepentirse?

Comencemos por dar lectura al pasaje bíblico que se encuentra en Mateo 3:1-3 para ver lo que hacía Juan el Bautista. Dice así: “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas.”

El mensaje de Juan el Bautista era muy sencillo: Arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado. Esto significa que el Rey aparecerá muy pronto. Es necesario prepararse adecuadamente. El Rey no puede reinar sobre gente esclavizada a su pecado. Por tanto es necesario que Ustedes cambien su mente en relación con el pecado, lo confiesen como tal y lo abandonen. Dios les está llamando a salir del reino de las tinieblas y a entrar en el reino de los cielos. Mucha gente recibió el mensaje de Juan el Bautista con solicitud y en señal de identificación con lo que Juan el Bautista predicaba se bautizaban en agua.

Mateo 3:5-6 dice: “Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados”

El bautismo era la forma de identificación con el contenido del mensaje de Juan el Bautista. Era señal de que la persona reconocía su necesidad de arrepentimiento para el perdón de pecados. Fue en estas circunstancias que Jesús viajó de Galilea hasta el Jordán para ser bautizado por Juan el Bautista. Mateo 3:13 dice: “Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.”

Para Jesús era tan importante ser bautizado por Juan el Bautista, que caminó los aproximadamente 100 Kilómetros de distancia entre Galilea, donde estaba Jesús, hasta el Jordán donde estaba bautizando Juan el Bautista. Una vez que Jesús llegó al Jordán aconteció algo interesante. Mateo 3:14 lo registra de la siguiente manera. “Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?”

Reconociendo la realidad que Jesús no tenía ningún pecado de qué arrepentirse, Juan se opuso a bautizar a Jesús. Sabiendo que Jesús era Dios en carne, Juan estimó que lo correcto sería más bien que Jesús le bautice a él. Jesús no rebatió el razonamiento de Juan, sino que dijo lo que leemos en Mateo 3:15 donde leemos: “Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.”

Con estas palabras, Jesús estaba afirmando que era apropiado o conveniente que él se identifique por medio del bautismo, con todos los israelitas piadosos que estaban dispuestos a bautizarse en señal de arrepentimiento de sus pecados.

En otras palabras, Jesús no fue bautizado por Juan el Bautista porque necesitaba arrepentirse de algún pecado. Jesús es absolutamente santo. Jesús fue bautizado por Juan el Bautista como una forma de identificación con los israelitas que estaban arrepentidos de su pecado y que querían estar listos para el establecimiento del reino mesiánico.

Pero además de esto existe otra razón para el bautismo de Jesús. Era una forma simbólica de representar la manera como Jesús haría la obra perfecta de redimir al pecador.

Al ser sumergido en las aguas del río Jordán, Jesús estaba simbolizando que un día cercano sería sumergido en las aguas del juicio de Dios por el pecado de la humanidad. Esto se cumplió en la pasión y muerte de Jesús en la cruz del Calvario.

Al ser sacado de las aguas del río Jordán, Jesús estaba simbolizando que después de su muerte y sepultura, Jesús resucitaría de entre los muertos. Esto se cumplió tres días después de la muerte de Cristo cuando resucitó de entre los muertos. El bautismo de Jesús fue una manera simbólica de manifestar que por medio de la muerte, la sepultura y la resurrección, Jesús iba a satisfacer las demandas de la justicia divina y proveer el fundamento legítimo para que los pecadores que confían en él sean declarados justos.

En resumen Jesús es santo y no tiene de que arrepentirse, por tanto no fue para arrepentimiento que fue bautizado por Juan el Bautista. Jesús fue bautizado para identificarse con los pecadores que manifestaron su voluntad de arrepentirse de sus pecados y estar preparados para que el Rey reine sobre ellos. Además Jesús fue bautizado para hacer una representación simbólica de su muerte, sepultura y resurrección, con lo cual Jesús logró que los pecadores sean perdonados de sus pecados.

Salir de la versión móvil