Proverbios 27:14

En proverbios 27:14 se señala que se contará por maldición bendecir de madrugada al amigo. No entiendo ¿cómo el bendecir a un amigo puede hacernos merecedores de maldición? ¿Acaso bendecir no es agradable a Dios?

Vamos a dar lectura al proverbio que Ud. hace referencia en su consulta. Se encuentra en proverbios 27:14 que dice: «El que bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana, por maldición se le contará»

En realidad parece contradictorio lo que leemos en este texto. Digo parece, porque estudiándolo detenidamente no lo es en absoluto. Tratemos pues de entender el significado del proverbio.

para eso echemos mano de un par de traducciones del mismo versículo.

El primero en la versión de Félix Torres Amat que dice así: «El que con grandes voces se pone a alabar a su prójimo intempestivamente, es como si dijere mal de él»

Ahora, en segundo lugar leamos lo que dice este proverbio en la versión Dios Habla Hoy. proverbios 27:14 dice así: «Saludar al amigo a gritos y de madrugada, es para él lo mismo que insultarlo»

De todo esto, el sentido del proverbio es que no es apropiado saludar o alabar o bendecir a voz en cuello a una persona y peor en un momento inoportuno o intempestivamente, como a la madrugada por ejemplo.

Qué tal si por ejemplo a eso de las 4 de la mañana, mientras Ud. está plácidamente durmiendo en su cama, algún amigo suyo, se para frente a su casa y a todo pulmón empieza a gritar: Bendito seas, porque tú eres la persona más maravillosa que existe en el mundo. Te rindo honores porque nadie hay como tú.

Al oír un saludo así, Ud. seguramente se sentirá tan mal que querrá meterse debajo de la cama. Y para colmo de males a las cuatro de la mañana, cuando todos en su casa duermen al igual que los vecinos. De hecho, Ud. va a ser el hazme reír del vecindario por mucho tiempo.

Su amigo no le hizo ningún gran favor, sino que más bien le causó daño, es como si le hubiera insultado. Esto es lo que está comunicando el proverbio. En cierto sentido ataca frontalmente la adulación y más aún la adulación inoportuna, aunque toda adulación es mala.

Recuerde que los aduladores dañan de frente, mientras que los detractores dañan ocultamente. De modo que la Biblia no está condenando el bendecir a un amigo, sino que está condenando la adulación y más aún, la adulación que se asegura de que todos el mundo sepa.