Pudo ver Sedequias al rey de Babilonia

Según Jeremías 32:4, Sedequías debía ver a los ojos del rey de Babilonia, pero según lo que dice Jeremías 52:11, el rey de Babilonia hizo sacar los ojos a Sedequías. ¿Cómo pudo Sedequías ver a los ojos del rey de Babilonia si no tenía ojos?

Interesante su consulta. Leamos la cita en Jeremías 32:4 donde dice: «y Sedequías rey de Judá no escapará de la mano de los Caldeos, sino que de cierto será entregado en mano del rey de Babilonia, y hablará con él boca a boca, y sus ojos verán sus ojos»

Esto es parte de lo que Jeremías profetizaba mientras el rey de Babilonia tenía sitiada a la ciudad de Jerusalén.

En concreto, Jeremías profetizó que Sedequias caerá en la mano del rey de Babilonia y hablará con él boca a boca y sus ojos verán sus ojos. Ahora vayamos a la cita de Jeremías 52:11 donde leemos: «No obstante, el rey de Babilonia solo le sacó los ojos a Sedequías, y le ató con grillos, y lo hizo llevar a Babilonia; y lo puso en la cárcel hasta el día en que murió»

Este fue el triste final de Sedequías, se cumplió la profecía de Jeremías, porque Sedequías cayó en manos del rey de Babilonia. Pero note lo que sucedió antes de que el rey de Babilonia haga sacar los ojos a Sedequías. Como antecedente, Sedequías estaba en franca retirada, escapando por su vida, ante el asedio de los Babilonios.

En estas condiciones, Jeremías 52:8-10 dice: «Y el ejército de los caldeos siguió al rey, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó; y lo abandonó todo su ejército. Entonces prendieron al rey, y le hicieron venir al rey de Babilonia, a Ribla en tierra de Hamat, donde pronunció sentencia contra él. Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías delante de sus ojos, y también degolló en Ribla a todos los príncipes de Judá»

Antes de que le saquen los ojos, Sedequías fue traído ante la presencia del rey de Babilonia. Fue allí cuando Sedequías habló boca a boca con él y le miró a los ojos y se cumplió la profecía de Jeremías. Posteriormente el rey de Babilonia hizo sacar los ojos a Sedequías. Así fue como se dieron las cosas.

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