¿Es cierto que todo lo malo que sucede en la tierra es culpa de Dios porque fue él quien creó el mal cuando puso el árbol de la ciencia del bien y del mal en el huerto de Edén, según Génesis 2:9?
No es correcto afirmar que todo lo malo que sucede en la tierra es culpa de Dios. Peor todavía afirmar que Dios es el autor del mal porque él puso el árbol de la ciencia del bien y del mal en el huerto de Edén.
En la Biblia, el mal moral que existe en el mundo se define claramente como pecado, y la Biblia es muy enfática al declarar que de ninguna manera Dios puede ser considerado como el autor del pecado.
Es verdad que el decreto eterno de Dios hizo segura la entrada del pecado en el mundo, pero esto no debe interpretarse en el sentido que Dios es el responsable de que exista pecado en el mundo.
Veamos el fundamento bíblico para esto que hemos dicho. Job 34:10 dice: «Por tanto, varones de inteligencia oídme: Lejos esté de Dios la impiedad, y del Omnipotente la iniquidad»
Mal puede crear la impiedad o la iniquidad alguien que según este texto está lejos de ello. Dios está totalmente apartado de pecado, eso es lo que se llama santidad
Isaías 6:3 dice: «Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria»
Un Dios así de santo no puede ser autor de la maldad en el mundo. Además, la Biblia dice que Dios es recto y que no hay injusticia en él. Salmo 92:15 dice: «Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto y que en él no hay injusticia»
Todas estas cualidades de Dios, alejado de impiedad e iniquidad, santo, recto, apartado de la injusticia, hacen imposible que él sea el autor o el responsable del pecado en la tierra.
Esto es lo que menciona Santiago 1:13 que dice: «Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie»
Dios no puede, de ninguna manera ser el autor o el responsable del pecado. En realidad, Dios odia el pecado, eso es lo que dice la Biblia. Zacarías 8:17 dice: «Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso; porque todas estas son cosas que aborrezco, dice Jehová»
Alguien que aborrece el pecado no puede ser autor del pecado. A la luz de todo esto seríamos blasfemos si dijéramos que Dios es el autor del pecado.
Concluimos pues que Dios no es responsable del mal que hay en el mundo porque no fue él quien originó la maldad. El árbol de la ciencia del bien y del mal, que él puso en el huerto de Edén fue solamente la prueba que utilizó Dios para que el hombre creado en inocencia por Dios pudiera hacer uso de su libertad de hacer lo bueno o lo malo. Desafortunadamente el hombre escogió por su propia voluntad hacer lo malo y así sumió a la humanidad en el pecado, evidencia de lo cual es la maldad que vemos en la tierra.