¿Qué debo hacer para obtener un verdadero nacimiento espiritual?

Todo lo que Usted dice de las Sagradas Escrituras, la bendita palabra de Dios, ha hecho un cambio visible en mi vida y ahora siento cada vez más un fuerte anhelo de saber más de Cristo Jesús para ser salvo. Luego hace su primera consulta de esta manera: ¿Qué debo hacer para obtener un verdadero nacimiento espiritual, o tener un sincero arrepentimiento?

Agradecemos a Dios por la obra maravillosa que él ha estado haciendo en su vida a través del Espíritu Santo, al preparar su corazón para recibir las buenas noticias de salvación. Usted ha hecho la pregunta más importante de la vida. ¿Qué debo hacer para nacer de nuevo? El nuevo nacimiento o la regeneración es una obra maravillosa de la palabra de Dios y el Espíritu Santo. Así como para nacer físicamente necesitamos de padre y madre, para nacer espiritualmente necesitamos de la obra conjunta de la palabra de Dios y del Espíritu Santo. Esta verdad se fundamenta en la declaración del Señor Jesucristo en Juan 3:5 donde dice: “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” En este versículo, la palabra de Dios es simbolizada por el agua, según lo que afirma 1 Pedro 1:23 donde dice: “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” De modo que, amigo oyente, para nacer de nuevo, Usted necesita saber lo que dice la palabra de Dios sobre la salvación, y luego creer, o depositar su fe en ese testimonio, entonces el Espíritu Santo hará algo maravilloso en Usted, impartiéndole vida espiritual. ¿Qué dice, por tanto, la palabra de Dios en cuanto a la salvación? Lo primero que dice la palabra de Dios es que Usted es pecador. Romanos 3:23 dice: “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios.” Esta es la triste realidad de todo ser humano. A los ojos de Dios, todos somos pecadores, y mientras Usted no reconozca y acepte esta verdad, no podrá nacer de nuevo. Notemos que el hecho de ser pecadores nos ha separado de Dios, por eso el texto dice que estamos destituidos de la gloria de Dios. Por ser santo, Dios no puede tener comunión con el pecado y por ese motivo el hombre pecador está apartado de Dios. Quizá Usted estará pensando ¿Aún un niño recién nacido es pecador? Ciertamente sí. Todos nacemos pecadores. Aún cuando no hayamos cometido pecado, nuestra naturaleza es pecaminosa. Por esto se dice que el hombre peca porque es pecador, mas no es pecador porque peca. La segunda verdad que establece la palabra de Dios es que hay un castigo para el pecador. Romanos 6:23 en su primera parte dice: “La paga del pecado es muerte…”  Esta es la declaración de un Dios inmutable, no cambia jamás. Su veredicto ha sido pronunciado y ha decretado la muerte del pecador. Al hablar de muerte, no solamente está dando a entender la muerte física sino algo que es mucho peor, la muerte espiritual, una separación eterna del pecador en un lugar de tormento llamado infierno. El libro de Apocalipsis nos habla de este tormento en el capítulo 21 versículo 8 donde dice: “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” Así que, la palabra de Dios establece que el hombre es pecador y como consecuencia de ello está condenado a muerte, tanto físicamente como espiritualmente. La tercera cosa que establece la Biblia es que Dios ama al pecador y ha diseñado un plan por el cual, a la vez de satisfacer su justicia, ha satisfecho su amor. Note lo que dice Romanos 5:8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” La justicia de Dios quedó satisfecha cuando su Unigénito Hijo se ofreció voluntariamente a morir en lugar del pecador. El Padre descargó sobre su Hijo todo el peso de su justicia por el pecado. ¿Por qué lo hizo? El texto responde diciendo: Por amor. Dios ama al pecador, pero odia el pecado. La cuarta verdad que establece la palabra de Dios es que sobre la base de la muerte de Cristo, se ofrece la salvación o el nuevo nacimiento a todos los pecadores. En Mateo 11:28 encontramos una invitación a todo pecador a encontrar descanso para su alma atribulada en la persona de Cristo. Dice así este texto: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” La única posibilidad de hallar reposo a todo esfuerzo por acercarnos a Dios, es viniendo a la persona de Cristo. Él sufrió y pagó por nuestros pecados, por eso él puede ofrecer el descanso a todo aquel que lo desee. La quinta verdad que establece la palabra de Dios es que para ser salvo o nacer de nuevo es necesario apropiarse por fe de la obra de Cristo. Juan 3:36 dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida sino que la ira de Dios está sobre él” Como vemos, para nacer de nuevo y por tanto, para tener vida eterna, es necesario creer en el Hijo. Cuando la Biblia habla de creer para ser salvo, no está hablando de un mero asentimiento intelectual, sino de una confianza plena en la obra perfecta y perpetua de Cristo en la cruz. Permítame poner este caso como ilustración. Cuando estoy cansado busco una silla para sentarme. Al encontrar la silla y tenerla frente a mí, veo que es muy segura, muy cómoda, de color agradable, etc. Sobre la base de mi observación creo que esa silla va a resistir mi peso sin romperse al sentarme y por tanto creo que me puede dar el descanso que estoy buscando. Todo hasta aquí es un mero asentimiento intelectual. Pero el hecho es que sigo cansado. ¿Por qué? Porque todavía no me he sentado. Cuando deposito todo mi peso sobre la silla y me siento, demuestro que tengo confianza en lo que creía intelectualmente y sólo entonces experimento el descanso que he estado buscando. Lo mismo sucede con la salvación o el nuevo nacimiento. Hay muchos que creen en Cristo, pero su creencia no es más que un mero asentimiento intelectual, por tanto siguen perdidos espiritualmente. Pero cuando se depositan totalmente en Cristo y por fe se apropian totalmente de lo que él hizo por ellos en la cruz, recién allí nacen de nuevo y experimentan la salvación. ¿Cómo podemos estar seguros de que hemos nacido de nuevo? Primeramente confiando en lo que Dios ha dicho en su palabra. Si hemos aceptado a Cristo, entonces sabemos que tenemos vida eterna. Adicionalmente, por ver los cambios en nuestra vida. La fe, que es indispensable para la salvación, produce buenas obras. Si alguien dice que ha nacido de nuevo pero sigue robando, emborrachándose, siendo infiel a su esposa, el tal es un mentiroso, porque no se está viendo en él el fruto de salvación. 2 Corintios 5:17 dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” La persona que verdaderamente ha nacido de nuevo ya no es esclava del pecado. Dios le ha dado poder para vivir una vida agradable a él. Así que, amigo oyente, si Usted ha entendido el mensaje de salvación, hoy mismo hable con Dios y reciba la oferta de salvación que él ofrece en Cristo. Por una obra maravillosa del Espíritu Santo, Usted nacerá de nuevo a una vida llena de excitantes experiencias con el Salvador.