Gracias por su pregunta. El versículo materia de su pregunta es parte de un pasaje bíblico que se conoce como el mensaje a la iglesia en Efeso, y aparece entre los versículos 1 a 7 de Apocalipsis capítulo 2. No sé si la historia que voy a contar es real o ficticia. Pero vale la pena citarla como introducción. Una pareja de enamorados estaba conversando por teléfono. El elocuente galán declaraba su amor por ella en los siguientes términos: Te amo tanto que por ti soy capaz de dar la vida. Haría cualquier cosa por ti, lo que me pidas. Atravesaría mares, cruzaría ríos, ascendería montañas, me enfrentaría con fieras salvajes, caminaría sobre carbones ardiendo. Entusiasmada por tan exuberante declaración de amor, la joven preguntó a su galán: Mi amor, ¿Vendrás a verme esta noche? Claro… responde el joven, siempre y cuando no esté lloviendo. Suena jocoso pero así de falso y superficial puede ser el amor de mucha gente hacia Jesucristo. Es amor de labios para afuera. Eso fue lo que el Señor notó y denunció en la iglesia de Efeso. Se encuentra en Apocalipsis 2:4 donde dice: “Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor.” Este es el veredicto solemne de aquel que no solo se fija en las acciones sino en las intenciones del corazón.
La pasión había desaparecido, el fuego se había apagado, sólo quedaban cenizas, y eso se manifestaba en hacer las cosas por inercia, mecánicamente, por mera costumbre. La actividad era incesante, pero la razón para realizar esa actividad era cualquier cosa menos un amor genuino al Señor. La cantidad de creyentes era maravillosa, pero la calidad espiritual de esos creyentes era desastrosa. Ya no ardía en ellos la pasión por el Señor. Pero ¿a qué se refiere Jesucristo cuando habla del primer amor? ¿Se lo puede describir de alguna manera? El primer amor es el amor que tuvimos hacia Jesús la primera vez que le conocimos. Es ese amor que nos hacía latir el corazón más aprisa cuando pensábamos en él. Pero no sólo era emoción. Era también acción. Es ese amor que estaba dispuesto a todo si la persona amada lo decía.
Cuánto nos falta este tipo de amor a nuestro Señor. ¿Verdad? Siempre me he preguntado y me seguiré preguntando, ¿cuánto de lo que se hace en las iglesias locales parte de una devoción sincera y amorosa al Señor? Porque mucho me temo que la mayoría de las iglesias locales hoy en día se parecen mucho a la iglesia de Efeso. Por fuera son hermosas, por su trabajo y dedicación, pero por dentro están carcomidas por ese cáncer de haber dejado su primer amor. El Señor Jesús hace una recomendación a esta iglesia. Se encuentra en Apocalipsis 2:5 donde dice: “Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” Jesucristo recomienda a los creyentes de Efeso tres cosas importantes.
Primero: Recuerda. ¿Recordar qué? Pues, de dónde has caído. Es necesario hacer memoria de la frescura y fervor de nuestro primer amor hacia el Señor.
Segundo: Arrepiéntete. Esta palabra significa un cambio de mente. Implica reconocer lo frío que ha llegado a ser nuestra relación con el Señor y luego hacer todo lo posible para encender nuevamente la pasión por él.
Tercero: Haz las obras que solías hacer cuando estabas en tu primer amor.