¿Tienen que ser evangélicos para ser salvos?

¿Qué opinan de personas que invito a mi iglesia, que es evangélica, y me dicen que sí, pero advierten que no se cambiarán de religión?

Si usted da la impresión a sus invitados que está buscando que dejen su religión, cualquiera que sea, y adopten la religión evangélica, es natural que sus invitados se pongan a la defensiva, y tal vez por compromiso acepten la invitación, para no quedar mal con usted, pero no sin antes advertir que no están dispuestos a dejar su religión. Así que, debemos tener mucho cuidado en la manera como tratamos de ganar para Cristo a una persona incrédula. Recuerde que no estamos vendiendo religión, ni siquiera la religión evangélica, lo que estamos haciendo es procurar que las personas tengan una relación personal con Dios por medio de recibir a Jesucristo por la fe, como su Salvador. La religión no tiene poder para salvar a nadie, cualquier religión que sea, inclusive la evangélica. El único que puede salvar al pecador es Cristo Jesús. Hablando de Jesucristo, Hechos 4:12 dice: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” De modo que, mi recomendación sería que usted sea franca y honesta con las personas a quienes quiere invitar a la iglesia evangélica, haciéndoles saber de antemano que su propósito no es sacar a estas personas de cualquier religión que profesen y afiliarlas a la religión evangélica. Insista sobre el hecho que su único propósito es que estas personas escuchen la palabra de Dios para que tengan claro en su mente que Dios les ama y tiene un plan maravilloso para que sean salvas. Eso es todo. Cuando estas personas reciban a Jesucristo como su Salvador, ellas, por sí mismas, reconocerán las inconsistencias de la religión que estaban profesando y buscarán asociarse con personas de sana doctrina.