Varios de los personajes importantes del Antiguo Testamento como Abraham, Jacob, David, Salomón, etc. tuvieron más de una esposa. ¿Será acaso que la poligamia era permitida en el Antiguo Testamento?

Gracias por su consulta. La poligamia, tanto en el Nuevo como en el Antiguo Testamento es contraria a la voluntad de Dios. Note lo que Jesús dijo al respecto en Mateo 19:4-5 “Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?” Este fue el principio regulador para el matrimonio desde que Dios creó al hombre y a la mujer en el huerto de Edén. Varias cosas dignas de mencionarse dentro de este principio. El matrimonio es heterosexual. Esto significa entre un hombre y una mujer. No entre un hombre con un hombre o entre una mujer con una mujer. Dios condena la homosexualidad. El matrimonio es monógamo. El texto no dice: Por esto el hombre dejará padre y madre y se unirá a sus mujeres. La Biblia es clara cuando dice que el hombre se unirá a su mujer. Singular. No más de una. Tampoco una a la vez, tantas veces como quiera. Además, el matrimonio es autónomo. Los casados no deben propiciar ni permitir que los padres de los cónyuges se inmiscuyan en el matrimonio. Este principio divino para el matrimonio siempre ha estado en vigencia en el mundo y siempre lo estará, mientras en el mundo haya matrimonios. El hecho que algunas personas en el Antiguo Testamento hayan desobedecido este principio para el matrimonio, no anula o invalida el principio. Simplemente manifiesta la dureza de su corazón para obedecer los mandatos de Dios. Como cualquier otro pecado que el hombre comete, este pecado tuvo serias consecuencias en los que lo cometieron. Fíjese por ejemplo el caso de Salomón. 1 Reyes 11:1-4 dice: “Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.” Esta fue la triste consecuencia de la poligamia en Salomón. Este hombre comenzó una carrera muy prometedora delante de Dios. Pero a medida que pasaba el tiempo se enredó más y más con muchas mujeres. Terminó en lo más bajo que podía caer un israelita, en la idolatría. Así que, amigo oyente, Dios nunca ha aprobado la poligamia, tampoco se ha hecho de la vista gorda con los que cometieron poligamia en la época del Antiguo Testamento. Todos los polígamos habrán cosechado las consecuencias de su pecado. El principio divino de matrimonios heterosexuales, monógamos y autónomos siempre ha estado en vigencia, porque esa es la voluntad de Dios para el matrimonio.