La homosexualidad es el interés sexual en una persona del mismo sexo. El proceso para que una persona llegue a ser homosexual es bastante complejo debido a la cantidad enorme de factores que intervienen. Mientras me ilustraba para responder esta consulta, me encontré con un libro que, a mi modesto entender, explica de una manera comprensible, el proceso que desemboca en la homosexualidad. Se trata del libro titulado: No más homosexual, escrito por el Dr. William Consiglio. El Dr. Consiglio presenta seis pasos o etapas que conducen a la homosexualidad. La primera, se llama baja auto estima. Esto surge de la forma como la persona fue criada en una familia disfuncional. Tiene que ver con la incapacidad de aceptarse a sí mismo emocionalmente. Cuando un niño tiene sus emociones y sentimientos reconocidos, comprendidos, aceptados y es estimulado logra una auto estima aceptable, pero cuando un niño es rechazado constantemente, criticado, tratado injustamente, privado de amor y comprensión, especialmente del padre del mismo sexo, ese niño tendrá una baja auto estima. La segunda etapa es el vacío de género. Cuando se presenta una condición de baja auto estima, el niño se torna vulnerable emocionalmente. Si el papá llama a su hijo: mujercita, lo rechaza y rehúsa asociarse con él; si los compañeros masculinos se burlan del niño con baja autoestima, o si fracasa en las actividades relacionadas con su condición masculina, desarrolla un temor a la agresividad masculina, llegando a lo que se llama vacío de género o inseguridad en cuanto a su identidad de género. La tercera etapa es la atracción de género. Para ahora el niño ya será un adolescente. Debido a que el adolescente tiene inseguridad con respecto a su identidad de género, experimenta una privación emocional que le hace muy necesitado o ávido de recibir la aceptación y aprobación de otros hombres. Puede ser que se sienta bastante cómodo y aun seguro con el sexo opuesto, en un sentido social, pero continúa sintiéndose de alguna manera mucho más interesado en los de su propio género. El adolescente con vacío de género tiene sentimientos intensos acerca de otros muchachos. Siente una dependencia emocional caracterizada por celos, heridas, comparaciones, cercanía intensa, enamoramiento y exaltación emocional. Quiere que otro muchacho lo ame, lo distinga y lo haga el objeto de su atención y afecto exclusivo. La cuarta etapa, es la atracción sexual. Involucra el despertar de sentimientos sexuales con respecto a lo que es altamente deseado y con lo cual quiere tener intimidad y contacto. Debido a que la intimidad e identificación emocional con el mismo género fueron reprimidas, privadas, negadas, no logradas con el padre de su mismo género ni con sus compañeros, el adolescente se encuentra atraído sexualmente hacia el mismo género. La quinta etapa es el refuerzo homosexual, sucede cuando el adolescente que ya tiene dificultades en su orientación sexual, comienza a involucrarse en algunas actividades sexuales que refuerzan y habitúan su orientación homosexual. Comienza a buscar personas del mismo género, a formar el apego emocional, a involucrarse sexualmente con ellos y comienza a ser un adicto visual compulsivo, buscando hombres que él considera atractivos. La sexta etapa, es la etapa final. Se llama la identidad homosexual. Debido a que debe conseguir alguna tranquilidad acerca de su identidad y orientación sexual, comienza a justificar su estilo de vida y el comportamiento, formando una identidad como homosexual. Una vez que esta identidad se ha consolidado, y se asocia con una comunidad o compañeros como él, se torna muy defensivo acerca de su elección y no permite que nadie le convenza de un cambio en su identidad. Este cambio tan solo podrá surgir por motivos personales que le obliguen y de la obra del Espíritu Santo en su vida. Este es el proceso que desemboca en la homosexualidad. Existen factores que intervienen por los cuales el homosexual no tiene ninguna culpa, pero existen también factores que intervienen por los cuales el homosexual es totalmente culpable. Es por este motivo que la Biblia habla de la homosexualidad como una entrega judicial a las pasiones vergonzosas. Romanos 1:26-27 dice: “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.” Esto hace que bíblicamente hablando se considere a la homosexualidad como un pecado delante de Dios. La homosexualidad no es hereditaria. Dios no ha hecho a nadie homosexual. No es el resultado de algún tipo de desequilibrio glandular, o de una codificación de genes o cromosomas. Los homosexuales se hacen, no nacen. La homosexualidad es aprendida como una reacción frente a las experiencias dolorosas de la infancia, razón por la cual puede ser desaprendida por el poder de Dios actuando en aquel que sinceramente desea cambiar.
Autor: cris
-
La teoría de la evolución y la Biblia.
Según la teoría de la evolución, la muerte es parte del proceso evolutivo desde que apareció la primera célula, pero la Biblia parece dar a entender que antes de la caída de Adán y Eva en el pecado no había muerte. ¿Se refiere esto solo a la muerte en el ser humano? O a la muerte en general.
Gracias por su consulta. Efectivamente, la teoría de la evolución demanda que la muerte sea parte de ese constante avance hacia formas de vida más complejas, desde hace millones de años. Uno de los defensores de la teoría de la evolución dice que el pasado de la humanidad está teñido de sangre. La selección natural de las especies implica la muerte de los más débiles en manos de los más fuertes. Pero la Biblia claramente muestra que la muerte, tanto espiritual como física, entró en el mundo como consecuencia de la caída de Adán en el pecado. Romanos 5:12 dice: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” Este texto nos habla de la entrada de la muerte en el mundo. Muerte se entiende en su más amplio significado, es decir, tanto espiritual como física. La entrada de la muerte fue la consecuencia del pecado de un hombre. Ese hombre fue Adán. A partir de allí todos sus descendientes vienen a este mundo sujetos a la muerte. Por tanto, antes del pecado de Adán no hubo muerte en el mundo. Además, en la advertencia que hace Dios a Adán en cuanto a no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, queda claramente establecido que la muerte ocurriría solo si Adán desobedecía al mandato de Dios. Génesis 2:16-17 dice: “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” Esta es la primera vez que la Biblia usa el verbo morir. Sería la consecuencia de desobedecer a Dios. De esto se desprende que antes de la caída en pecado de Adán no existía la muerte. Muy bien, esto con relación a la muerte de los seres humanos. Pero, ¿qué de la muerte de los animales? Bueno, la muerte tampoco fue parte del reino animal antes de la caída en el pecado de Adán. Esto lo sabemos por lo que dice la Biblia en Génesis 1:29-30 donde leemos: “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así” Cuando Dios creó al hombre y a la mujer les instruyó a comer de lo que la tierra producía. Es decir que el hombre era vegetariano. No necesitaba matar animales para comer su carne. Pero no solo el hombre era vegetariano sino también los animales. El texto leído dice que los animales deberán comer toda planta verde que producía la tierra. Esto significa que los animales no tenían que comerse unos a otros. No había depredadores ni depredados. Una vez más vemos que la muerte no estaba presente en el reino animal antes de la caída en pecado de Adán. Pero ¿cómo entonces hoy en día aparecen restos fósiles de animales que murieron hace millones de años seguramente antes de la presencia de seres humanos sobre la faz de la tierra? Bueno, esto es lo que sostiene la teoría de la evolución. Pero no olvide que se trata únicamente de una simple teoría. Nadie ha sido ni es ni será capaz de demostrar esta teoría científicamente. La presencia de fósiles de animales muertos, se explica por la acción universal del diluvio. Pero no olvide que el diluvio ocurrió bastante tiempo después que el hombre cayó en pecado. En conclusión entonces, antes de la caída en pecado del hombre no había muerte, ni física ni espiritual, ni en el hombre ni en el reino animal. La muerte tanto en el hombre como en los animales fue el resultado de la caída en pecado del hombre.
-
Si una pareja se ama con sinceridad y delante de Dios hacen un compromiso de fidelidad mutua hasta que la muerte los separe, y comienzan a vivir juntos como esposos ¿Por qué es necesario que se casen por lo civil y también por la iglesia?
Para responder a esta consulta, es necesario tomar en cuenta que el matrimonio es un compromiso solemne al cual se someten dos personas, un hombre y una mujer, libre y voluntariamente, y que se efectúa en diversas esferas. En primer lugar en la esfera espiritual, ante Dios. Marcos 10:7-9 dice: “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” Esta es la voluntad de Dios para el matrimonio. La pareja que se casa debe hacer un solemne compromiso ante Dios, quien estableció el matrimonio, de someterse a todas las demandas de Dios para el matrimonio. Es aconsejable que este voto o compromiso solemne se haga en presencia de testigos. Por eso es que se acostumbra, en el caso de los creyentes, realizar una ceremonia con la iglesia como testigos. Además, la ceremonia religiosa es una especie de anuncio público de que la pareja ya se ha casado. De esta manera a nadie le causará sorpresa que los dos estén viviendo juntos. Pero el compromiso solemne también tiene que hacerse ante las autoridades civiles, conforme a las leyes de cada país. Note lo que dice Romanos 13:1-2 “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridades sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.” Si la ley dice que es necesario casarse por lo civil, los creyentes tenemos que someternos a esa ley sin pensarlo dos veces. Recuerde que las leyes han sido establecidas para el bienestar de la humanidad. Celebrando este compromiso solemne en estas dos esferas, nadie tendrá motivo para escandalizarse al ver a una pareja que viven como esposos sin haberse casado. Está bien amarse, prometerse fidelidad mutua y todo lo demás, pero para que todo esté perfecto es necesario hacer este compromiso ante Dios con testigos y ante las autoridades civiles.
-
Varios de los personajes importantes del Antiguo Testamento como Abraham, Jacob, David, Salomón, etc. tuvieron más de una esposa. ¿Será acaso que la poligamia era permitida en el Antiguo Testamento?
Gracias por su consulta. La poligamia, tanto en el Nuevo como en el Antiguo Testamento es contraria a la voluntad de Dios. Note lo que Jesús dijo al respecto en Mateo 19:4-5 “Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?” Este fue el principio regulador para el matrimonio desde que Dios creó al hombre y a la mujer en el huerto de Edén. Varias cosas dignas de mencionarse dentro de este principio. El matrimonio es heterosexual. Esto significa entre un hombre y una mujer. No entre un hombre con un hombre o entre una mujer con una mujer. Dios condena la homosexualidad. El matrimonio es monógamo. El texto no dice: Por esto el hombre dejará padre y madre y se unirá a sus mujeres. La Biblia es clara cuando dice que el hombre se unirá a su mujer. Singular. No más de una. Tampoco una a la vez, tantas veces como quiera. Además, el matrimonio es autónomo. Los casados no deben propiciar ni permitir que los padres de los cónyuges se inmiscuyan en el matrimonio. Este principio divino para el matrimonio siempre ha estado en vigencia en el mundo y siempre lo estará, mientras en el mundo haya matrimonios. El hecho que algunas personas en el Antiguo Testamento hayan desobedecido este principio para el matrimonio, no anula o invalida el principio. Simplemente manifiesta la dureza de su corazón para obedecer los mandatos de Dios. Como cualquier otro pecado que el hombre comete, este pecado tuvo serias consecuencias en los que lo cometieron. Fíjese por ejemplo el caso de Salomón. 1 Reyes 11:1-4 dice: “Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.” Esta fue la triste consecuencia de la poligamia en Salomón. Este hombre comenzó una carrera muy prometedora delante de Dios. Pero a medida que pasaba el tiempo se enredó más y más con muchas mujeres. Terminó en lo más bajo que podía caer un israelita, en la idolatría. Así que, amigo oyente, Dios nunca ha aprobado la poligamia, tampoco se ha hecho de la vista gorda con los que cometieron poligamia en la época del Antiguo Testamento. Todos los polígamos habrán cosechado las consecuencias de su pecado. El principio divino de matrimonios heterosexuales, monógamos y autónomos siempre ha estado en vigencia, porque esa es la voluntad de Dios para el matrimonio.
-
Efesios 2:8 dice “y esto no de vosotros” ¿a qué se refiere? ¿Solo a la fe? ¿Solo a la gracia? ¿O tanto a la fe como a la gracia?
Gracias por su consulta. Demos lectura al texto que Usted hace referencia. Efesios 2:8 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” Este texto presenta un claro enunciado del sencillo plan de salvación. Todo se origina con la gracia de Dios. Es Dios quien toma la iniciativa para otorgar la salvación. La salvación es dada a aquellos que no la merecen en absoluto. Cristo Jesús lo hizo posible mediante su obra perfecta en la cruz. Esto es gracia. Supongamos que alguien hubiera asesinado a su único hijo. Bueno, si Usted hubiera tomado la justicia en su propia mano y hubiera quitado la vida al asesino, eso sería venganza, si el asesino hubiera sido apresado, procesado y sentenciado, eso sería justicia. Pero si Usted adoptara a ese asesino como su hijo y lo hiciera heredero de toda su fortuna, eso sería gracia. Pues esto último es lo que hace Dios al otorgar la salvación al pecador. ¿Sabía Usted que, en el fondo, fuimos nosotros pecadores, quienes llevamos a la cruz al Hijo de Dios, el Señor Jesucristo? Pero a pesar de eso, Dios no se vengó contra nosotros ni nos hizo pagar lo que justamente merecemos, sino que nos adoptó como hijos adultos en su familia y nos ha hecho herederos de su cuantiosa fortuna. Esto es gracia y solo alguien como Dios puede lograrlo. Porque por gracia sois salvos. Note la conjugación del verbo ser. Está en tiempo presente. No dice fuisteis salvos, tampoco dice seréis salvos. Dice sois salvos. Esto significa que desde el momento que recibimos a Cristo como nuestro Salvador somos salvos y será así por la eternidad. Nada ni nadie puede cambiar esta gloriosa realidad. La manera de recibir el regalo de la vida eterna es mediante la fe. La fe en un sentido, es como la mano que se extiende para tomar el regalo de la salvación. Fe es confianza plena en la persona que ofrece el regalo de la salvación. Es entonces cuando la Biblia declara: y esto no de vosotros, pues es don de Dios. La gran pregunta es: ¿A qué se refiere el pronombre demostrativo “esto”? Para saberlo debemos tomar en cuenta que el pronombre demostrativo que se ha traducido como “esto” está en género neutro en el idioma en que se ha escrito el Nuevo Testamento. Es decir, que el sustantivo al que hace referencia debe coincidir en cuanto a género con el pronombre demostrativo. El sustantivo gracia es de género femenino, el “esto” por tanto no puede referirse a la gracia. El sustantivo fe también es de género femenino, el “esto” por tanto no puede referirse a la fe. Entonces, ¿a qué puede referirse? Pues se refiere a todo lo que está implicado en la salvación. Por eso es que está en género neutro. Es decir, tanto a la gracia, como a la fe por la cual se recibe la salvación. En otras palabras, la salvación que es por gracia y que se recibe por la fe, es un don de Dios, o un regalo de Dios. Todo es de Dios, el hombre no tiene nada de mérito en la salvación. Aún la fe que el hombre necesita ejercitar para recibir la salvación, proviene de Dios. Romanos 10:17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” Lo que este texto está diciendo es que mientras la persona lee o escucha la palabra de Dios con atención, brota en su alma la fe como una manifestación del poder soberano de Dios. Es por esta razón que cuando hablamos a un incrédulo acerca de su necesidad de salvación, no es suficiente que el incrédulo oiga nuestras palabras sino que él mismo las lea en la Biblia, tratando de entender su significado. Es la forma como Dios produce la fe para recibir el regalo de la salvación por gracia.
-
¿Podría explicarme el significado de la parábola de Mateo 22:1-14?
Vamos a dar lectura a este pasaje Bíblico. Mateo 22:1-14 “Respondiendo Jesús les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es semejante aun rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad. Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.” En cuanto al significado de esta parábola, el rey representa a Dios y su hijo representa al Señor Jesucristo. La fiesta de bodas es una descripción apropiada del gozo que caracteriza al reino de los cielos. Los primeros siervos que fueron a llamar a los convidados a las bodas representan a Juan el Bautista y los discípulos de Jesucristo quienes invitaron a Israel a participar en el reino. Pero la nación de Israel rechazó la invitación. Más bien entregó a Cristo para ser crucificado. El segundo grupo de siervos que salen a llamar a los convidados a las bodas, representa a los discípulos de Cristo que invitaron a la nación de Israel a entrar en el reino de los cielos en el libro de los Hechos. Los siervos fueron rechazados y la mayoría de ellos murieron martirizados. Esto trajo ira al rey. Dios se enojó y envió su juicio sobre la nación y sobre la ciudad de Jerusalén. Esto se cumplió cuando Tito y las legiones romanas destruyeron y quemaron a Jerusalén. Así Israel fue puesto a un lado y la invitación a la fiesta de bodas se hizo a toda persona sin distinción alguna. Lo que Israel despreció fue una bendición para las demás naciones del mundo. Pero los que adquieren el derecho para estar en la fiesta de bodas son los que están correctamente vestidos. En las bodas orientales, el anfitrión otorgaba vestidos especiales a los invitados. El hecho que un invitado esté sin el vestido adecuado demuestra que rechazó el vestido que se le ofreció. El vestido representa la justicia de Cristo impartida a todos los que le han recibido como Salvador. La falta de vestimenta correcta hizo que no tenga derecho de estar presente en la fiesta de bodas. Sin la justicia de Cristo imputada por la fe sobre el pecador, no puede ser parte del reino de Dios. Esto es en esencia lo que enseña la parábola.
-
Cuando la Biblia habla de ese proverbio acerca del perro que vuelve a su vómito, y la puerca lavada que vuelve a revolcarse en el cieno, ¿se está refiriendo a creyentes que han perdido su salvación?
Comencemos por leer el pasaje bíblico al cual Usted hace referencia. Se encuentra en 2 Pedro 2:22 donde dice: “Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.” Lo que primero necesitamos dilucidar es acerca de quien está hablando este texto. Para ello, es necesario ir al primer versículo del capítulo 2 de 2 Pedro, donde dice: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.” Este versículo identifica a los sujetos de quienes habla el versículo 22. Se trata de falsos maestros, quienes introducirán encubiertamente herejías destructoras, es decir falsa doctrina inventada por ellos mismos que produce división en la iglesia. Estos falsos maestros inclusive niegan al Señor que los rescató. Esto no significa que eran salvos y que en algún momento negaron a Jesucristo y perdieron su salvación. Cuando Pedro dice que estos falsos maestros negaron al Señor que los rescató simplemente está diciendo que rechazaron a Cristo, quien con su muerte pagó también por el pecado que estos falsos cometieron. Recuerde que Cristo pagó por el pecado de todo el mundo, pero esto no significa que todo el mundo es automáticamente salvo, porque para ser salvo, el pecador necesita recibir a Cristo como Salvador. Estos falsos maestros jamás tomaron esa decisión. Pero déjeme también comentar rápidamente sobre el hecho que estos falsos maestros se introdujeron encubiertamente en las iglesias. Esto significa que se metieron en secreto. Por fuera parecían verdaderos creyentes. Cantaban, oraban, hablaban, vestían, como si fueran creyentes, pero en realidad no lo eran. Su propósito era introducir falsa doctrina y causar división en la iglesia. Estos falsos maestros están también presentes hoy en día. Son lobos rapaces vestidos con piel de oveja. Cuidado con ellos. Podrían estar en su iglesia. De allí la importancia de comparar todo lo que Usted oye, con lo que dice la palabra de Dios. Si alguien dice algo contrario a lo que dice la palabra de Dios, Usted ya puede saber que se trata de un falso maestro. Pedro dice también que estos falsos maestros atraen sobre sí mismos destrucción repentina. Será el juicio de Dios sobre estos falsos maestros. Lo dicho será suficiente para que Usted reconozca que estos falsos maestros jamás fueron salvos, aparentaban serlo, pero en realidad no lo eran. Pero permítame mostrar más evidencia que apoya esta conclusión, porque es clave que Usted reconozca que estos falsos maestros son incrédulos. De otra manera tendrá mucha dificultad para interpretar el texto en 2 Pedro 2:22. En el capítulo 2, versículo 2 dice: “Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.” En el versículo 9 dice: “y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio” En el versículo 12 dice: “como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia destrucción. En el versículo 14 dice: “y son hijos de maldición” Todo esto nos lleva a pensar que estos falsos maestros no son creyentes. Pero además, tienen algo más en contra. Por estar en contacto con la verdad, aun sin ser creyentes, estos falsos maestros recibieron abundante luz sobre su condición espiritual pero rechazaron recibir a Cristo como Salvador. Esto hizo de estos falsos maestros lo que se llama “apóstatas” Un apóstata no es un creyente que pierde su salvación y niega a Cristo. Un apóstata es alguien que aparenta ser creyente, pero en algún momento va en contra de lo que supuestamente apoyaba. De estos apóstatas habla el apóstol Juan cuando en su primera carta capítulo 2 versículo 19 dice: “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” El apóstol Pedro dice que el postrer estado del apóstata es peor que el primero. 2 Pedro 2:20-21 dice: “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.” Con todo este bagaje de información, entonces consideremos el versículo 22 del capítulo 2 de Segunda de Pedro. Al mirar la trayectoria de los falsos maestros, también apóstatas, el apóstol Pablo aplica a ellos el proverbio que dice: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno. Cuando Dios rescata a un pecador, lo transforma totalmente. Es una transformación interior. Es como si el perro dejara de ser perro y se transformara en oveja y como si la puerca dejara de ser puerca y se transformara en oveja. El hecho que el perro vuelva a su vómito significa que ese perro jamás fue transformado en oveja. Siguió siendo perro. El hecho que la puerca aunque se lavó y se perfumó, sin embargo vuelve a revolcarse en el cieno, significa que esa puerca jamás fue transformada en oveja. Siguió siendo puerca. La obra sobrenatural de Dios transformando a un pecador es comparable a un perro o a una puerca transformándose en una oveja. ¿Ha visto Usted alguna vez a una oveja comiendo su propio vómito o revolcándose en el barro? ¿Verdad que no? La razón es porque eso no es parte de la naturaleza de una oveja. Igual es con los creyentes. Un verdadero creyente, jamás volverá a vivir como vivía antes de ser creyente. No es que nunca más va a cometer algún pecado. Puede ser que peque, pero lo reconocerá, lo confesará y se apartará de ese pecado. Pero si alguien dice ser creyente y sin embargo vive en el pecado y parece que no le importa vivir en el pecado, entonces en esta persona también se está cumpliendo el proverbio de que el perro vuelve a su vómito y la puerca lavada a revolcarse en el cieno. En esta persona ha habido solamente un cambio externo, pasajero, quizá adoptado por conveniencia, pero no ha habido un cambio interno. Por eso esta persona no es verdaderamente creyente.
-
¿Quiénes habitarán la tierra si todos nos quedamos en el cielo?
¿Cómo es que nosotros, la iglesia del Señor, seremos levantados en el arrebatamiento para estar con el Señor para siempre en el cielo, si la palabra dice que vendremos con él cuando venga con su ejército a pelear en la guerra de Armagedón para luego reinar con Cristo los mil años aquí en la tierra? Entonces,
Varios hechos toca su consulta. Primero, el hecho del rapto o arrebatamiento. Permítame leer el pasaje bíblico que trata sobre este hecho. Se encuentra en 1 Tesalonicenses 4:13-18 donde dice: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” Esta porción bíblica se aplica a la iglesia de Cristo. Estamos esperando un día cuando los creyentes muertos resuciten y los creyentes vivos sean transformados y juntos todos seamos arrebatados por el Señor para encontrarnos con él en las nubes, para estar para siempre con él. Segundo, el hecho de la segunda venida de Cristo. Apocalipsis 19:11-16 dice: “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.” Por lo que dice este pasaje bíblico vemos que Jesucristo vendrá a la tierra por segunda vez, acompañado de los ejércitos celestiales. La vestimenta de estos ejércitos celestiales indica que se trata de la iglesia, la cual fue arrebata por él con anterioridad. El propósito de la segunda venida de Cristo es herir a las naciones que se han rebelado contra él, en lo que se llama la batalla de Armagedón. Pero también viene para reinar, porque el texto dice que regirá con vara de hierro a las naciones. Note que en su segunda venida Jesucristo no regirá con vara de hierro a la iglesia sino a las naciones. ¿Para qué entonces vendrá Jesucristo con la iglesia? Pues para que la iglesia reine juntamente con Cristo sobre las naciones. No olvide amable oyente que Jesucristo nos hizo reyes y sacerdotes para Dios su Padre, según Apocalipsis 1:6. Tercero, el reino milenial. Acerca de esto, Apocalipsis 20:7-9 dice: “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldará a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.” Note que, una vez suelto de su confinamiento por mil años, Satanás no sale a engañar a la iglesia, sino a las naciones. Esto significa que los súbditos del reino milenial en la tierra, no será la iglesia sino otro grupo de gente. ¿Quiénes? Pues son los creyentes, tanto de origen gentil como judío, que queden vivos hasta el final de la tribulación. Estos creyentes saldrán aprobados del juicio a las naciones y a Israel, los cuales tendrán lugar cuando Jesucristo venga por segunda vez a la tierra. Es decir que esta será la situación en el milenio. Cristo será el Rey de Reyes, reinando juntamente con la iglesia, cuyos miembros estarán con cuerpos glorificados. Tanto Cristo como la iglesia tendrán su morada en el cielo. Su campo de trabajo será la tierra. Sobre la tierra morarán personas de carne y hueso, los descendientes de los creyentes que entraron en el reino milenial. Estos creyentes se casarán y tendrá sus hijos, nietos, etc. Muchos de los habitantes de la tierra en el milenio serán creyentes, pero habrá algunos incrédulos, los que habiendo nacido durante el milenio decidieron no recibir a Cristo como Salvador. Serán estos los que al final del milenio se rebelen contra Jesucristo y sean consumidos con fuego que desciende del cielo. Espero que ahora tenga claro este asunto.
-
Al leer los Salmos encuentro algunas palabras que no se entiende su significado, en los títulos, o sobre escrituras.
Efectivamente, cuando uno lee los Salmos encuentra algunas palabras un tanto extrañas en la sobre escritura de algunos de los salmos y a veces inclusive dentro del texto. Estas palabras normalmente aparecen en un tipo de letra distinto al del tipo de letra que se usa en el salmo. Esta diferenciación es para mostrar que estas frases o palabras no son parte de lo que los autores de los salmos escribieron sino que fueron añadidas posteriormente. Muchas de estas palabras tienen significados no muy claros y parece que fueron añadidas como ayuda para los músicos o cantantes. No olvide amigo oyente que el libro de los Salmos era en realidad el Himnario del pueblo de Israel. Dicho esto, permítame compartir con Usted lo que yo he encontrado investigando las notas en algunas Biblias acerca del significado, de estas palabras. Tenemos la palabra: Selah, al pié de Salmo 3:2. Esta palabra podría significar un signo musical, o podría indicar que allí se introduce un interludio, o podría indicar que allí se debe hacer un cambio de acompañamiento musical. Luego tenemos la palabra Neginot que aparece en la sobre escritura del Salmo 4. Esta palabra significa: Con instrumentos de cuerda. Indica que este salmo se debía cantar con el acompañamiento de instrumentos de cuerda. Después tenemos la palabra Nehilot en la sobre escritura del salmo 5. Esta palabra significa: Con instrumentos de viento. Seguramente este salmo se cantaba con el acompañamiento musical de flautas o algunos instrumentos de viento. Luego viene la palabra Sigaión, en la sobre escritura del salmo 7. Textualmente dice: Sigaión de David. Esto significa una meditación o un mover de emociones o un mover de pensamientos, cuyo autor es David. Un salmo después, en el salmo 8, encontramos la sobre escritura que dice: Al músico principal; sobre Gitit. Esta palabra, Gitit, significa un instrumento musical de Gat. Gat era el nombre de una ciudad Filistea. Después está el salmo 9, en cuya sobre escritura leemos: Al músico principal; sobre Mut-labén. Esta palabra significa: Muerte de un hijo. En este mismo salmo, al pie del versículo 16 encontramos las palabras: Higaion Selah. Quizá se trata de un llamado a meditar sobre lo que se ha acabado de cantar. Después tenemos la palabra Seminit. Aparece en la sobre escritura del salmo 12, donde leemos: Al músico principal; sobre Seminit. Esta palabra significa: arpa de ocho cuerdas. Es decir que el salmo 12 se cantaba con el acompañamiento musical del arpa de ocho cuerdas. Después viene el salmo 16 en cuya sobre escritura leemos: Mictam de David. El significado de la palabra Mictam no es muy claro. Parece indicar un salmo que tiene que ver con pedir protección de los enemigos. Podría también indicar un salmo que se cantaba en voz muy baja. Más adelante, en el salmo 22, en la sobre escritura leemos: Al músico principal; sobre Ajelet-sahar. La palabra Ajelet-sahar significa siervo del amanecer. Seguramente se trataba de alguna canción muy conocida de la época, cuya música servía para cantar este salmo. Luego viene el salmo 32. En la sobre escritura leemos lo siguiente: Salvo de David, Masquil. Esta palabra, Masquil, significa poema contemplativo o didáctico. Después tenemos el salmo 39. La sobre escritura dice: Al músico principal; a Jedutún. Jedutún era el nombre de uno de los principales coristas designados por David para dirigir la adoración de la congregación. Después está el salmo 45 en cuya sobre escritura leemos: Al músico principal; sobre Lirios. Esta palabra indica una melodía nupcial. Viene a continuación el salmo 46. En la sobre escritura tenemos la siguiente frase: Salmo sobre Alamot. La palabra Alamot denota un canto en voz femenina en un tono alto o soprano. Llega el salmo 50 cuya sobre escritura dice: Salmo de Asaf. Asaf es el nombre de un compositor y músico de algunos salmos. Algunos de sus descendientes también compusieron letra y música de algunos salmos. Después viene el salmo 57. En la sobre escritura aparece la frase: Al músico principal; sobre no destruyas. Esta frase, no destruyas, parece que era el comienzo de una canción muy conocida en la época. El salmo 57, se debía cantar con la música de esa canción conocida. Posteriormente viene el salmo 88. Una frase en la sobre escritura dice: Al músico principal, para cantar sobre Mahalat. Esta palabra denota el nombre de una canción o un instrumento como flauta que se tocaba en ocasiones tristes. Espero amigo oyente, que esto le ayude a aprovechar mejor el contenido de los salmos.
-
¿Es legal insistir en el diezmo en esta dispensación de la gracia?
¿Existe algún mandamiento a diezmar en las epístolas que todos las reconocemos como que fueron escritas para la iglesia?
Sobre el asunto del diezmo, no existe unanimidad entre los intérpretes de la Biblia. Están por un lado los que sostienen que la práctica de diezmar fue un mandato para el pueblo de Israel y que por tanto la iglesia no debe conservar esta práctica. Por otro lado están los que sostienen que la práctica de diezmar estaba en vigencia antes de la ley que Dios dio a su pueblo por medio de Moisés, y que por tanto, sigue teniendo vigencia para la iglesia. Hombres consagrados a Dios están tanto en uno como en otro bando respecto a este asunto. De modo que me gustaría compartir lo que tanto los del un bando como los del otro argumentan para apoyar su postura. El mejor exponente que yo he encontrado de los que creen que el diezmo no está en vigencia para la iglesia, es Charles C. Ryrie, autor de muchos libros, y de las notas en la Biblia de estudio que lleva su nombre. En su libro titulado “Equilibrio en la Vida Cristiana” comentando acerca de dar según haya prosperado, dice lo siguiente y lo cito textualmente: No se halla regla fija y firme sobre la cantidad en los principios del Nuevo Testamento sobre el dar. Esto constituye un claro contraste con las normas del Antiguo Testamento, que requerían dar el diezmo de todo a los levitas, según Levítico 27:30-33, quienes, a su vez, entregaban el diezmo de lo que recibían a los sacerdotes. Además los judíos entendían que un segundo diezmo, la décima parte de las nueve restantes, tenía que ponerse aparte y consumirse en una comida sagrada en Jerusalén, según Deuteronomio 12:5-6, 11 y 18, los que vivían lejos de Jerusalén podían traer dinero. Más aún, cada año tercero había que tomar otro diezmo para los levitas, extranjeros, huérfanos y viudas, según Deuteronomio 14:28, 29. De este modo, la proporción quedaba claramente especificada y cada israelita estaba obligado a lleva al Señor aproximadamente el 22 por ciento de sus ingresos anuales. En contraste con ello, el Nuevo Testamento dice simplemente: “según haya prosperado”. Esto puede significar un 8, 12, 20 o 50 por ciento, cualquier porcentaje según el caso individual. Puede también significar una proporción variable de año en año, porque no hay razón para creer que la proporción conveniente de un año haya de ser la misma para el próximo año. Cuando llega la prosperidad, como sucede a muchos cristianos, debe emplearse para dar más y no necesariamente para comprar más cosas. Cada vez que el cristiano da, ha de reflexionar sobre la bendición del Señor en su vida y determinar la proporción que, a su vez, debe devolver al Señor. La variación de la proporción significa justamente eso, no un mero aumento o disminución de la cantidad que se da, sino un cambio en la proporción de los ingresos de uno que se da al Señor. Alguno dirá sin embargo, ¿por qué tanta molestia? ¿Por qué no apartar el diezmo de cada sueldo o salario ponerlo en la bandeja de la colecta cada domingo? La palabra diezmo o diezmar aparece en Nuevo Testamento solamente nueve veces, tres veces en los Evangelios y seis veces en el libro de Hebreos. En las referencias de los Evangelios se emplea en relación con lo que los fariseos estaban haciendo para cumplir con las obligaciones de la ley mosaica. En las referencias de Hebreos el diezmar se emplea para probar la inferioridad del sacerdocio levítico con relación al sacerdocio de Melquisedec. Ya que Leví pagaba diezmos en Abraham cuando Abraham se encontró con Melquisedec, demuestra la superioridad reconocida de Melquisedec y de su sacerdocio. El pasaje no llega a decir, como se implica, que los cristianos debemos, en consecuencia, pagar diezmos a Cristo nuestro Sumo Sacerdote. No hay duda que el diezmo formaba parte de la ley mosaica, según Levítico 27:30-33. Era un factor importante de la economía de Israel. La ley nunca se dio para los gentiles y se anuló expresamente para los cristianos, según Hebreos 7:11-12. Tampoco son para el cristiano las palabras de Malaquías 3, porque ¿qué cristiano se jacta de ser hijo de Jacob a quien se dirige el pasaje, según el versículo 6? Además, nunca se prometen en el día de hoy bendiciones materiales como recompensa automática por la fidelidad en cualquier aspecto de la vida cristiana, ni incluso en el dar. Lo que Dios promete son bendiciones espirituales, según Efesios 1:3 y la provisión de las necesidades materiales, según Filipenses 4:19. El que uno prospere materialmente no es necesariamente señal de profunda santidad y de fiel diezmar, como, de modo contrario, la pobreza no es indicación de estar fuera de la voluntad de Dios, como en el propio caso de Pablo en Filipenses 4:12. Se puede preguntar no obstante, si toda vez que el diezmar se practicaba antes de la ley, ¿no deja sin importancia todo lo que hemos dicho anteriormente y deja el diezmar como principio adecuado para seguir al ofrendar? Ya que Abraham y Jacob diezmaban, los dos, y ya que sus acciones eran anteriores a la ley, ¿no elimina esto el aspecto legal de diezmar y lo hace principio válido para seguir en nuestros días? La contestación sería afirmativa, de no existir otras normas para el ofrendar en el Nuevo Testamento. Si el Nuevo Testamento guardara silencio en este asunto, entonces, desde luego, buscaríamos guía en la Biblia donde quiera que pudiéramos encontrarla. Pero como el Nuevo Testamento nos da principios claros para regir nuestra forma de dar, no hay necesidad de volver hacia atrás a dos ejemplos aislados en el Antiguo Testamento para tal guía. El hecho de que algo se hiciera antes de la ley que más tarde se incorporó en la ley no hace que esa cosa sea necesariamente un buen ejemplo para nuestros días, en especial si el Nuevo Testamento nos ofrece mayor claridad en la norma a seguir hoy. Ni siquiera el más ardoroso diezmador diría que hoy tenemos que guardar el sábado porque se observaba antes de la ley según Exodo 16:23-36. Sin embargo, esa es la razón que se aduce hoy para diezmar. El Nuevo Testamento nos enseña acerca de un nuevo día para la adoración y también nos enseña nuevas normas para el dar. El diezmar hoy, siguiendo el ejemplo de quienes lo hicieron antes de la ley significaría que solamente el 10 por ciento de los ingresos de uno irían para el Señor y solamente en ciertas ocasiones. El diezmar a base de la enseñanza de la ley significaría que habríamos de entregar al Señor el 22 por ciento como pago de lo que se le debe. Pero el dar según la base del Nuevo Testamento podría significar cualquier porcentaje, en reconocimiento de que el 100 por ciento le pertenece a él. La obra del Señor nunca carecerá de apoyo si practicamos y predicamos los principios del Nuevo Testamento sobre el dar. Hasta aquí la cita de este autor. Su razonamiento es digno de considerar con atención. Uno de los exponentes de que el diezmo todavía está vigente para la iglesia es Harry, A. Ironside, quien en su libro titulado “¿Cuál es la Respuesta? Dice lo siguiente sobre el asunto del diezmo: El diezmar estaba en vigencia antes de que la ley sea dada. Abraham dio diezmos a Melquisedec y la Escritura aplaude esta acción. En la dispensación presente se da un mandamiento muy claro en 1 Corintios 16:2 donde dice: “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.” Esto tiene el particular propósito de sustentar la obra del Señor y ayudar a los que están en necesidad. “Según haya prosperado” sugiere algún tipo de norma y la norma es evidentemente comenzar con el diezmo, porque leemos en Romanos 8:4 lo siguiente: “para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” La justicia de la ley demanda la entrega del diezmo. Por tanto, un cristiano consistente no puede cumplir esa justicia al dar menos que el diezmo, pero, en la medida que Dios lo haga posible, bajo la gracia debería dar más que lo que estaría obligado a dar si fuera un judío bajo la ley. Ahora que Usted ha escuchado los argumentos de ambos lados, es conveniente que Usted los analice cuidadosamente y bajo la dirección del Espíritu Santo adopte su propia convicción sobre este importante asunto. Cualquiera que sea la posición que adopte, debe quedar muy en claro que debemos devolver al Señor una parte de lo que él mismo nos ha dado para nuestro sustento. Si somos fieles en esto, la obra del Señor jamás carecerá de recursos económicos.
¿Y qué piensas de hecho de obligar a los creyentes a dar?
Esto es más sencillo responder. El Nuevo Testamento es claro a este respecto cuando en 2 Corintios 9:7 dice: “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” Cuando este texto dice que se debe dar no por necesidad, se está refiriendo a no dar por obligación. Ni los líderes en las iglesias no deben obligar a dar ni los creyentes en las iglesias deben dar por obligación. El dar es un asunto voluntario que resulta del amor que cada creyente tiene por su Salvador. Los que aman poco darán poco, los que aman mucho darán mucho, pero nadie tiene el derecho de juzgar a nadie y peor obligar a nadie. Lo que sí es legítimo y necesario es enseñar a la iglesia a dar con generosidad, pero es cuestión de cada creyente lo que quiera dar al Señor.