Qué grato es estar nuevamente con usted, amiga, amigo oyente. La Biblia Dice… le da la bienvenida al estudio bíblico de hoy. Prosiguiendo con la serie que lleva por título: Un mensaje oportuno para una iglesia en crisis, la cual está basada en la primera epístola de Pablo a los Corintos, en esta ocasión David Logacho nos mostrará la manera como el apóstol Pablo demuestra la realidad de la resurrección de Cristo.
Los que tienen una Biblia a la mano pueden abrirla en 1 Corintios 15 del 5 al 11. Este pasaje bíblico es la continuación del pasaje bíblico que estudiamos en nuestro último programa. En él estábamos escuchando el testimonio de dos testigos que confirman la resurrección de Cristo, asunto que lamentablemente, estaba siendo puesto en tela de duda por algunos creyentes de la iglesia en Corinto, quienes se dejaron influenciar de la manera de pensar del mundo de su época. El primer testigo que nos presentó Pablo fue la iglesia de Corinto. Antes de recibir a Cristo como Salvador, los corintios estaban entregados al paganismo religioso que imperaba en Corinto y en el mundo griego en general, el cual se caracterizaba por practicar todo tipo de actos abominables. Pero en algún momento, estos corintios oyeron el mensaje del evangelio predicado por Pablo y algunos recibieron a Cristo como Salvador. Casi inmediatamente, sus vidas dieron un giro de 180 grados. Algo muy poderoso les había hecho cambiar radicalmente. Ese algo poderoso fue el mensaje del evangelio. Parte integral del mensaje del evangelio era la resurrección de Cristo. Si el mensaje del evangelio era verídico, entonces la resurrección de Cristo también tiene que ser verídica. El segundo testigo eran las Escrituras o el Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento señalaba que Cristo debía morir por nuestros pecados, lo cual efectivamente aconteció y prueba de ello es que Cristo fue sepultado, pero también el Antiguo Testamento señalaba que Cristo debía resucitar de entre los muertos, lo cual efectivamente ocurrió tres días después de haber sido sepultado. El testimonio de las Escrituras confirma el hecho que Cristo resucitó de entre los muertos. Hoy vamos a considerar un tercer testigo de la resurrección de Cristo. Son las apariciones de Cristo resucitado. 1 Corintios 15:5-7 dice: «y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles.» Cristo resucitado no fue visto solamente por el círculo íntimo de sus discípulos sino por personas que no eran parte de ese círculo íntimo. Esto es importante para desterrar la errada idea que la resurrección de Cristo es nada más que un invento de sus amigos íntimos. Pablo no hace una lista detallada de todos los que vieron a Cristo resucitado, sino solamente de aquellos que tenían alguna relevancia en la iglesia de Corinto. El primero que aparece en la lista de Pablo, es Cefas. Cefas es el nombre hebreo de Pedro. Pedro fue el primero de los apóstoles que vio a Cristo resucitado. Esto es interesante. Pedro fue quien negó a Cristo por tres ocasiones, pero en su gracia y misericordia, Cristo resucitado se le apareció primero a él. Después apareció a los doce. Cuando este texto habla de los doce, no está dando a entender que había doce apóstoles en el momento que Cristo resucitado se les apareció, porque, por ejemplo, Judas Iscariote ya se había muerto. Los Doce significa el cuerpo de apóstoles. Después Pablo pone en la lista a más de quinientos hermanos a la vez. No se puede precisar cuándo ocurrió esta aparición de Cristo resucitado, pero ciertamente aconteció. Pablo es cuidadoso al señalar que el momento que estaba escribiendo la primera carta a los Corintios, había todavía algunos de estos más de quinientos que vieron a Cristo resucitado, que estaban vivos todavía. Otros ya habían dormido, es decir ya habían muerto. Si alguien en Corinto estaba dudando sobre la resurrección física de Cristo, no sería mucho problema localizar a algunos de los que estaban presentes cuando Cristo resucitado se apareció a más de quinientos a la vez, para tener un testimonio de primera mano. Pero hay otro asunto que debe ser mencionado en esto de Cristo resucitado apareciendo a más de quinientos a la vez. El hecho es que algunos estaban diciendo que los discípulos de Cristo estaban tan tristes por su muerte que en su tristeza estaban imaginando que veían a Cristo nuevamente con vida. Pero estos más de quinientos no eran del círculo íntimo de Cristo, sería absurdo pensar que más de quinientos a la vez, todos juntos, estén imaginando que veían a Cristo resucitado. Otros estaban diciendo que las apariciones de Cristo resucitado no eran nada más que alucinaciones de los que con vehemencia deseaban ver otra vez con vida a Cristo, pero es improbable que más de quinientos estén sufriendo de alucinaciones todos a la vez. De cualquier manera que se lo mire, la única explicación lógica y racional es que efectivamente Cristo había resucitado. Después, Pablo indica que Cristo resucitado apareció a Jacobo. Hubo varios personajes importantes con este nombre alrededor de Cristo. Los comentaristas bíblicos se inclinan a pensar que se trató del medio hermano de Jesús, conocido también como Santiago, quien fue uno de los pilares de la iglesia en Jerusalén y cuya vida fue transformada desde que vio a Cristo resucitado. Al último de la lista, Pablo habla de la aparición de Cristo resucitado a todos los apóstoles. Esta aparición probablemente se refiere al momento cuando Cristo resucitado fue ascendido a la gloria de su Padre. Todas estas personas vieron con sus propios ojos a Cristo resucitado. No se puede ignorar su testimonio. Cristo efectivamente resucitó de entre los muertos. Pablo entonces ha presentado el testimonio de tres testigos, la iglesia de Corinto, las Escrituras y los que vieron a Cristo resucitado. El cuarto testigo de la resurrección de Cristo es el mismo Pablo. 1 Corintios 15:8-10 dice: «y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.» Pablo había dicho que Cristo resucitado apareció a todos los apóstoles. Esto le permite pensar en sí mismo y reconocer que él también vio con sus propios ojos a Cristo resucitado. Pero este encuentro estuvo rodeado de cosas muy especiales. Pablo dice que a él se le apareció al último, como a un abortivo. La palabra griega que se ha traducido como abortivo, significa literalmente uno nacido fuera de tiempo. Estamos muy prestos a pensar que lo que Pablo está diciendo es que él nació mucho después que los otros apóstoles, pero la palabra «abortivo» no permite esta interpretación. Lo que significa es que Pablo nació antes de tiempo. En lo que está pensando Pablo es en el glorioso día cuando el Señor Jesucristo resucitado y glorificado aparecerá por segunda vez en la tierra, y cuando su pueblo Israel reconocerá que es él a quien traspasaron. La nación de Israel entonces habrá nacido a todo lo que Dios ha prometido para ella. Por decirlo así, Pablo es un anticipo, de esto, o un abortivo, como él mismo dice. Siendo así, Pablo nos hace una auto evaluación de su persona. Dice: Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol. Esto es notable en Pablo. Cuando alguien nos pide una auto evaluación de nosotros mismos, inflamos el pecho y sacamos a la luz todas las cosas que pensamos que somos y por las cuales nos sentimos grandes. Esto es orgullo, pero Pablo fue diferente. Él decía: Cuando me miro a mí mismo, reconozco que soy el más pequeño de los apóstoles, al punto que no soy digno de ser llamado apóstol. ¿Por qué? Preguntará alguien. Pablo dice: Porque perseguí a la iglesia de Dios. Pablo está recordando su vida antes de su encuentro con Cristo resucitado. En ese tiempo Pablo fue un implacable perseguidor de la iglesia de Cristo. Pero todo eso quedó atrás en su vida cuando fue objeto de la gracia de Dios. Pablo dice: Todo lo que ahora soy, se lo debo a la gracia de Dios. Gracia es el favor no merecido que Dios hace a todo pecador. En el caso de Pablo, la gracia de Dios no sólo le permitió ser salvo, sino que le llevó tan lejos, al punto de ser un apóstol de Jesucristo. Esta maravillosa gracia hizo cosas grandiosas en Pablo. Por eso dice: Y su gracia no ha sido en vano para conmigo. Entre las cosas grandiosas que hizo Pablo fue trabajar mucho más que todos los demás apóstoles. Esto no es jactancia por parte de Pablo, porque nuevamente señala que no fue por sus méritos, sino por la gracia de Dios que operaba en él. Pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo, dice Pablo. Hermoso ejemplo de humildad. Pablo entonces es otro testigo de la realidad de la resurrección de Cristo. El quinto testigo de la resurrección de Cristo es la igualdad del mensaje de Pablo y el de los otros apóstoles. 1 Corintios 15:11 dice: «Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.» Tanto Pablo como los otros apóstoles, predicaban un idéntico mensaje del evangelio. Este mensaje del evangelio fue creído por los corintios y llegaron a ser salvos y sus vidas fueron totalmente transformadas. En el común mensaje que predicaba Pablo y predicaban los otros apóstoles, la resurrección de Cristo era una parte vital. Una prueba más de la realidad de la resurrección de Cristo. Son cinco los testigos que Pablo ha presentado para confirmar la resurrección de Cristo. ¿Cómo entonces se puede negar que Cristo ha resucitado? Si Cristo no hubiera resucitado no tendría sentido nada de lo predicamos y practicamos.
Antes de despedirnos queremos agradecerle por su sintonía y además le invitamos a visitar nuestra página en Internet y nos haga llegar sus comentarios acerca del programa y además conozca la respuesta a la PREGUNTA DEL DÍA. Hebreos 11:17 dice que Isaac, hijo de Abraham fue su unigénito, pero Gálatas 4:22 dice que Abraham tuvo dos hijos. ¿Por qué la contradicción? ¿Cuántos hijos tuvo Abraham? Nuestra dirección en la Internet es: labibliadice.org Hasta la próxima y que Dios le bendiga ricamente.
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