Adaptación al español. Ron Moore en la voz de Pablo Logacho, Tunch Ilkin en la voz de Martín Piedra
PABLO// “De los siete pecados capitales, la ira es posiblemente el más divertido, saborear el último bocado es un banquete reservado para los reyes. El principal inconveniente es que lo que estás devorando es a ti mismo. Los huesos al final del festín serán los tuyos”
Hay una bestia voraz que está al acecho en cada hombre, a veces es demasiado grande e incontrolable, a veces se disfraza, pero siempre está allí. Hoy daremos una mirada bastante amplia de la ira: de dónde viene, qué es lo que puede hacer y cómo podemos dominarla.
Gracias por acompañarnos en esta edición especial de “La Biblia Dice” estamos desarrollando esta serie a la que hemos titulado “Involucrados en la batalla” Está acompañándonos Tunch Ilkin, pastor de varones de la Capilla de la Biblia, aquí en Pittsburgo, Pensilvania, él es un conferencista que ha viajado por todo el país con un mensaje especial para los hombres. Tunch, apreciamos mucho tu perspicacia en cuanto a estos temas masculinos, muchas gracias por acompañarnos.
MARTIN// Bueno, es genial estar aquí Ron, un verdadero privilegio y una bendición. Me encanta hacer esto.
PABLO// Quiero comenzar leyendo un párrafo del libro de Jerry Bridges: “En pos de la Santidad” escuche esto: “El estridente timbre del teléfono rompió la quietud de la hermosa mañana, al otro lado de la línea estaba una de estas personas imposibles, esos que aparentemente Dios esparció por todas partes para probar la paciencia de sus hijos, un tipo arrogante, impaciente y exigente, me colgó el teléfono con furia, con ira, con resentimiento incluso con odio, agarrando mi chaqueta salí afuera, al aire frio para intentar recuperar la compostura, la tranquilidad de mi alma cuidadosamente cultivada durante mi devocional con Dios se había hecho pedazos, y se había convertido en un arrebato emocional al vapor de un volcán. Con mis emociones más calmadas mi ira se fue convirtiendo en desaliento, eran sólo las 8h30 de la mañana y mi día ya se había arruinado, no sólo estaba desanimado, yo también estaba confundido, sólo unas horas antes había leído un pasaje escrito por Pablo: “Porque el pecado no tendrá dominio sobre ustedes” a pesar de ser una promesa de victoria, esa mañana yo había sido dominado por la ira y el resentimiento. Y a continuación hace esta pregunta; ¿La Biblia tiene respuestas para las cosas de la vida real? Deseo vivir una vida santa y obediente con todo mi corazón, a pesar de que he sido derrotado por una simple llamada telefónica” ¿Alguna vez te has sentido así?
MARTIN// Muchos hemos tenido estos momentos en los que nos enojamos muchísimo, luego hacemos una pausa, y pensamos: “¿Qué es lo que me pasa? ¿Por qué me puse como loco? ¿Qué es lo que me llevó a esto? Yo no quiero enojarme, no quiero que me vuelva a suceder esto.”
PABLO// En esta serie estamos hablando de los diferentes campos de batalla en los cuales luchamos. Más que una batalla, esto es una guerra, supongo que es como una serie de batallas, ganamos una y enseguida viene otra más. Hemos hablado del campo de batalla del mundo, de la carne y ahora estamos hablando de este asunto de la ira. Tunch, tu jugaste futbol y a veces escuchamos la expresión: “juega enojado” escuchamos a los comentaristas decir esto, pero ¿Qué significa en el campo de juego y como se puede traducir esto a la vida real?
MARTIN// Sabes, está es una muy buena pregunta, lo que sabemos es que los jugadores llevan mucha presión sobre sus hombros, y existe una línea muy delgada entre jugar con intensidad y jugar con ira. El problema con la ira es que muchas veces te hace perder la capacidad de pensar racionalmente, y de esa manera un jugador es completamente ineficaz, porque cuando estas en el campo de juego, necesitas jugar con inteligencia. Si juegas con ira, no puedes tomar decisiones inteligentes, así que los comentaristas, a veces confunden esto. La ira no consigue mucho en el campo de juego, la intensidad sí.
PABLO// La ira nunca viene sola, junto a ella, siempre viene: la envidia, el orgullo, la amargura, y los celos. Lo que la hace tan peligrosa a la ira, es que, al igual que la historia de Bridges, podemos dejar que esta nos arrastre y cuando parece que las cosas están bien, cualquier situación hace que la ira aparezca.
MARTIN// Recuerdo una ocasión que tuve una pelea con un compañero, yo me volví loco; estaba gritando todo tipo de malas palabras y sólo quería golpearlo y hacerle daño, estaba ciego de ira. Chuck Noll, mi entrenador, entonces él me dijo: “Cálmate Tunch, tranquilízate, ni siquiera me gritó, sólo quería que retomara el control, no puedes jugar fuera de control. Luego vino mi compañero de la línea ofensiva y me dijo: “Cabeza fría y corazón caliente, eso es lo que necesitamos”
PABLO// Sabes, las escrituras nos hablan del lado positivo y negativo de la ira, me gustó mucho esto de: “cabeza fría, corazón caliente” si nuestro corazón está caliente para Cristo, esto puede ser una emoción positiva. El capítulo 4 del libro de Efesios dice: “Airaos, pero no pequéis” esto va a ser un asunto emocional. Dios nos hizo criaturas emocionales, pero en medio de nuestra ira no debemos pecar, “no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.” (Efesios 4:26) Esta es la clave para que Satanás no pueda tener espacio en nuestro corazón, si dejamos que la ira nos consuma, a fuego lento, entonces el enemigo tendrá la oportunidad de conducirnos al pecado.
MARTIN// Ron, recuerdo cuando me dejaba llevar por la ira, siempre había un punto donde yo podía decidir tener esto bajo control y retroceder o simplemente dejarme llevar por ese sentimiento, pero cuando comencé a vivir una vida cristiana, me di cuenta, de que la ira, no podía ser parte de mi matrimonio y después cuando me convertí en papá, me hice muy consciente de que la ira no debería tener ningún lugar en mi vida, sabía que la única opción era abandonar la ira.
PABLO// Consideremos ahora el aspecto positivo de la ira, y quiero ser muy cuidadoso diciendo esto: “Airaos, pero no pequéis” de esta manera, en las escrituras, a veces las emociones conducen a la acción. En el libro de Éxodo capítulo 32, vemos que mientras Moisés está en lo alto de la montaña, recibiendo los mandamientos de Dios, en su ausencia, el pueblo ha construido un becerro de oro y están bailando y adorándolo, cuando Moisés desciende y ve esto, se enfurece y lanza las tablas de la ley por el suelo haciéndolas pedazos. Aquí está lo que dice la escritura: “Y viendo Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido, para vergüenza entre sus enemigos” (Éxodo 32:25) Moisés no quería que sus enemigos se burlaran de Dios, él no quería tomar represalias, pero sabía que la gente se iba a reír al enterarse de lo que el pueblo de Dios estaba haciendo, y de cómo el pueblo se olvidó tan rápido de su Dios. Así que, nuestras emociones nos deben mover hacia la acción cuando la gente hace cosas para burlarse de Dios. Hay un aspecto positivo de la ira aquí.
MARTIN// Esto es indignación sincera, la ira nunca parece algo bueno cuando la tenemos, cuando hemos sido ofendidos o cuando nos defendemos injustamente, pero cuando defendemos al pobre, cuando exigimos lo justo para el oprimido, cuando insulta a la gente de bien, ahí es cuando la ira debe flamear. Si Dios nos dio fuerza, es para proteger a otros, así que, si vemos que se están burlando de Dios, vemos sufrir al desvalido o incluso cuando escuchamos a los movimientos que promueve el aborto, debemos tener indignación sincera frente a esto, frente a lo que no es correcto.
PABLO// Indignación sincera cuando vemos o escuchamos algo injusto, veamos esta historia en el capítulo 3 del libro de Marcos: “Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio… Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.” Marcos dice: “mirándolos alrededor con enojo” esta es la clase de indignación sincera, esta gente estaba más preocupada por su legalismo que por la sanidad de este hombre. Deberíamos enojarnos por las razones adecuadas, la ira también puede provocar este tipo de emociones, “cabeza fría, corazón caliente” esta es la ira que nos hace actuar.
Ahora, vamos a ver tres tipos de ira pecadora: Primero, enojo; lanzar las puertas, golpes de puño, agitación, cólera destructiva, rabia desenfrenada, “El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.” (Proverbios 14:29) Bueno, debo confesar que yo me he vuelto loco algunas veces en mi vida.
MARTIN// Bueno, ahora no lanzo las puertas ni le doy de puñetazos a ninguna cosa, ahora sólo dejo que las cosas se cocinen a fuego lento y no me dejo doblegar.
PABLO// Sabes, hay algo muy interesante en el capítulo 4 del libro de Génesis: “Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.” (Génesis 4:6,7) Comienza diciendo ¿Por qué te ensañaste? Y luego dice: ¿Por qué tienes esa cara? El pecado quiere doblegarte, quiere gobernarte para que hagas algo malo, pero Dios te puede dar la fortaleza para sobreponerte a eso.
MARTIN// Me imagino al pecado en la línea de partida, preparándose para salir disparado, esos es lo que quiere, quiere atacar en cuanto le sea posible, así que tenemos que tenerlo bajo control.
PABLO// La ira no sólo se expresa de esta manera, también está la ira reprimida, cuando eso sucede, comenzamos a abrigar dentro de nosotros: celos, envidias, amarguras, resentimientos.
Recuerdas a Jonás con los de Nínive, Dios lo envió para predicarles y para que se arrepintieran, así lo hicieron y esto hizo que Jonás se enojara mucho
MARTIN// Estaba loco.
PABLO// A veces pensamos de esa manera, ¿Cómo puede Dios perdonar a gente tan mala? Lo que hizo Dios le pareció incorrecto a Jonás y se enojó mucho, el libro termina diciendo: “Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.” (Jonás 4:9) Jonás está pensando, ¿Para qué me hizo venir hasta aquí si los iba a perdonar? Ira, amargura, resentimiento: estas cosas pueden pasar de diferentes maneras en nuestra vida.
MARTIN// Bien, ahora como un cristiano maduro, me doy cuenta de que las explosiones de rabia no son apropiadas, así que decidí cambiar esta amargura interior, hay una frase que escuche y dice: “el odio es como un veneno que lo tomamos nosotros y esperamos que la otra persona se muera”
PABLO// A veces, en el transcurso del día, tengo alguna discusión con alguien, estoy enojado y quiero ganar la pelea, y entonces me detengo a pensar: “esta persona quizás no ha dormido bien, quizás no está bien en su trabajo, o está preocupado, ¿Qué me sucede?” Debo lidiar con esta manera de comportarme.
MARTIN// ¿Qué te parece esto? Estoy orando en la mañana y en mi mente aparece alguien con quien he tenido una pelea, vuelvo a orar y sólo puedo recordar mi discusión con esta persona, entonces digo: “Señor perdóname”, ¿Cómo puedo hacer esto? Pero ese tipo de pecado se puede disfrutar, es decir, estás pensando todo el tiempo en esta discusión, en esta persona, en lo que puedes hacer, y cuando te das cuenta, has gastado media hora en esto, se te hace un nudo en el estómago, porque el veneno te lo has tragado tú mismo.
PABLO// Lo interesante es esto es que estás devorándote a ti mismo. Cuando tienes ira reprimida, en algún punto, esa ira te controla y entonces explota con aquellos que están a nuestro alrededor. Esperamos que puedas acompañarnos en nuestra siguiente emisión, donde estaremos conociendo más sobre los efectos de la ira sobre nuestro cuerpo y sobre quienes amamos. Bendiciones
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