Nuevamente llegamos hasta Usted para compartir algo mas del interesante tema que estamos desarrollando DINERO Y POSESIONES A LA LUZ DE LO ETERNO. En contados instantes David Logacho estará frente a este micrófono para seguir compartiendo con nosotros este estudio.
I. Introducción: La Biblia es muy clara al mostrar que si hemos adquirido una deuda, por cualquier razón que sea, es nuestro deber pagarla lo antes posible. Una de las características de los impíos es justamente no pagar sus deudas. Salmo 37:21 dice: El impío toma prestado, y no paga;
Mas el justo tiene misericordia, y da.
Para salir de las deudas debemos hacernos dos preguntas: ¿Cómo me metí en las deudas? Y ¿Cómo voy a librarme de las deudas? La razón para la primera pregunta es para poder tomar las decisiones a futuro. Si el endeudamiento fue por negligencia, es necesario hacer algo más allá que simplemente salir de las deudas. Es necesario saber donde estuvo el error para no volver a cometer el mismo error en el futuro. La deuda un es el principal problema, es sólo un síntoma de un problema más básico, como codicia, impulsividad, falta de auto disciplina.
II. Pero ahora enfoquémonos en cómo podemos librarnos de las deudas. Son varios los pasos sugeridos.
- 1. Arrepiéntase. Reconozca que se ha dejado arrastrar por las normas del mundo. Romanos 12:2 dice: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
- 2. Inmediatamente comience a dar a Dios lo que a él le pertenece. Cuando lo haga estará diciendo: Reconozco tu propiedad y confío en que bendecirás mi obediencia.
- 3. No contraiga más deudas que las que ya tiene. Viva bajo el principio de: si no tengo dinero ahora para adquirir algo, entonces no es la voluntad de Dios que tenga eso.
- 4. Elimine las deudas existentes sistemáticamente. Haga un presupuesto. Defina un plan específico para cancelar sus deudas. Busque asesoramiento de personas conocedoras del asunto. Deshágase de bienes que considere que no son indispensables.
- 5. Aplique cirugía plástica a sus tarjetas de crédito. Esto aplica al caso en que una tarjeta de crédito sea fuente de tentación para endeudarse. La excepción sería si tiene la costumbre de cancelar todo lo que ha gastado en el mes con su tarjeta de crédito, de modo que no se haga de una deuda. Recuerde que el sólo hecho de tener una tarjeta de crédito ya es una gran invitación a gastar en cosas que muchas veces no necesitamos.
- 6. Deje de racionalizar su hábito de endeudamiento. No permita que el deseo de endeudarse le controle. Recuerde que en este mundo somos extranjeros y peregrinos. Mateo 6:19-21 dice: No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
- 7. Si endeudarse parece ser la mejor opción, tenga mucho cuidado y ponga el asunto en oración. No olvide lo que dice Proverbios 15:22. Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo;
Mas en la multitud de consejeros se afirman.
- 8. No caiga en la trampa de las ofertas. Usted ahorra cuando tiene mas dinero que al comienzo, gasta cuando tiene menos dinero que al comienzo. Si compra un objeto que vale $80 en oferta a $30, ¿cuánto a ahorrado? ¿$50? No. No ha ahorrado nada, lo único que ha hecho es gastar $30.
- 9. Haga un inventario de sus deudas y si es necesario negocie con sus acreedores. Haga un plan de pago a sus acreedores conforme a su capacidad de pago. Compare la tasa de interés en sus diferentes créditos y comience a pagar aquellos que tengan el interés más alto. Venda algunos bienes o propiedades para poder pagar sus deudas. No se endeude para pagar una deuda. Abrir un hueco para tapar otro no le llevará a ningún buen lado.
- 10. Si ha agotado todas las posibilidades y todavía no logra tener fondos suficientes para pagar sus deudas, intente alguna forma creativa de aumentar sus ingresos para eliminar sus deudas. Tal vez que su esposa encuentre un trabajo temporal o comience un pequeño negocio en su casa.
III. CONCLUSIÓN. Sea paciente. Lo que se ha dado en 20 o 30 años no se arregla de la noche a la mañana.
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