Saludos cordiales amigo oyente. Nos llena de gozo saber que Ud. esta en nuestra sintonía. Damos gracias a Dios por ello. Hace más de unos veinte años atrás, cuando apenas terminaba mis estudios universitarios en el campo de la ingeniería, mucho antes de servir al Señor en su obra, me interesaba encontrar un buen trabajo. Así que, solicité trabajo en una compañía que daba soporte técnico a la Agencia Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos. La NASA. Lo primero que me pidieron fue lo que se da por llamar el curriculum vitae, que no es sino un documento en el cual uno declara toda la educación que ha recibido en su vida y la experiencia que ha adquirido en trabajos anteriores. El curriculum vitae era muy importante para seleccionar a los empleados de esa compañía, y creo que en cualquier compañía acontece lo mismo. Traigo esto a colación porque en el pasaje bíblico de hoy vamos a ver el curriculum vitae de un gran hombre de Dios, quien era un joven en aquel tiempo pero tenía cualidades excepcionales.
Quisiera que abra su Biblia en la epístola del apóstol Pablo a los Filipenses, capítulo 2 versículos 19 a 24.
Antes de analizar este pasaje, recordemos que Pablo estaba afrontando circunstancias muy difíciles, pero a pesar de ello estaba experimentando un gozo sin igual.
Era tal su estado de ánimo que dijo: “Aunque tenga que morir por el Señor, me gozo y regocijo con todos vosotros”.
Esta actitud de Pablo, quizá habrá llevado a pensar que solamente cuando se afronta circunstancias difíciles se puede experimentar gozo sin par. En realidad no es así. Cuando la fuente de nuestro gozo es el Señor, no importa si las circunstancias son benignas o malignas, igual podemos tener gozo, pero el Señor es tan bueno que no nos manda pruebas solamente, sino también bendiciones que incrementan el gozo que ya tenemos en Cristo.
Esas bendiciones pueden ser personas que nos rodean y que el Señor utiliza para traer gozo a nuestro corazón.
En nuestro ministerio hemos vivido esta experiencia. Son personas que aunque no les conocemos personalmente, por medio de sus cartas nos han traído tanto gozo al corazón cuando nos hacen saber que oran por nosotros, que ofrendan a nuestro ministerio y que están dispuestos a apoyar en todo lo que sea posible.
Pablo tenía personas así junto a él. Una de esas personas era Timoteo, natural de Lístra, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego. Tan pronto Timoteo recibió a Cristo como Salvador se unió al equipo evangelístico de Pablo. Esto ya habla bien de él. Para cuando se escribe la epístola a los Filipenses, Timoteo está acompañando a Pablo en Roma.
En el pasaje bíblico que tenemos para hoy encontramos la expectativa de Pablo respecto a Timoteo, la evaluación de Pablo respecto a Timoteo y la esperanza de Pablo respecto de si mismo.
En relación a la expectativa de Pablo respecto a Timoteo, Filipenses 2:19 dice: «Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado»
Pablo espera que con la ayuda del Señor Jesús, pueda pronto enviar a Timoteo a Filipos. De esta manera Pablo podría informarse de primera mano sobre el estado espiritual de los Filipenses.
Quizá los Filipenses, al recibir la carta, estarían preguntándose: Y por qué a Timoteo. Bueno, por un lado porque los Filipenses conocían ya a Timoteo, porque estuvo en el equipo evangelistico de Pablo cuando el evangelio llegó por primera vez a Filipos, pero por otro lado y quizá lo más importante, por el carácter de Timoteo.
Pablo por tanto hace una evaluación respecto a Timoteo que viene a ser como el curriculum vitae de Timoteo. Veamos pues qué es lo que dice Pablo de este fiel y joven discípulo. Filipenses 2:20-22 dice: «pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese, por vosotros. Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio»
Sin lugar a dudas que es un curriculum vitae excelente. ¿Cómo nos gustaría tener un curriculum vitae parecido? Veamos algunos detalles del mismo. Sobresalen cuatro características.
Primero, Timoteo tenía siempre buen ánimo. A ninguno tengo del mismo ánimo, dice Pablo. No siempre fueron fáciles las cosas para Timoteo. Había oposición, falta de recursos económicos, su líder estaba preso, pero aún así, Timoteo estaba de buen ánimo.
Qué ejemplo para nosotros, verdad. Cuan a menudo nos desanimamos porque la gente nos critica, se opone, habla mal de nosotros y de la obra que estamos haciendo, no nos alcanza el dinero para hacer lo que hemos planeado, parece que no hay fruto de lo que estamos haciendo, etc, etc.
Ojalá aprendamos de Timoteo a estar de buen ánimo a pesar de las circunstancias adversas.
Segundo, Timoteo se interesaba en otros. Pablo dice que no ha visto a nadie que tan sinceramente se interese por los Filipenses como Timoteo. Seguramente oraba por ellos, les escribía cartas, estaba, siempre pendiente de todo lo que pasaba con ellos, y todo esto lo hacía de corazón, sinceramente, no hipócritamente esperando sacar provecho de ellos.
Tercero, Timoteo buscaba lo que es de Cristo Jesús, no lo suyo propio como algunos que Pablo conocía. ¿Qué es aquello que es de Cristo? Pues almas de personas. El dijo que había venido a buscar y a salvar lo que se había perdido. Timoteo sabía que Cristo murió en lugar del pecador y por tanto todo pecador necesitaba saberlo para poder recibir a Cristo como Salvador.
Por eso Timoteo se entregó totalmente a buscar lo que es de Cristo. Por contraste, otros, no sabemos quiénes. Pablo si lo sabía, en lugar de buscar lo que es de Cristo, ellos buscaban lo suyo propio. ¿Qué es lo suyo propio? Pues fama, dinero, poder, bienestar y tantas otras cosas más.
Todo lo que Ud. y yo hagamos en la vida parte de una motivación del corazón. Los hombres no podemos saber cuáles son las motivaciones de otros hombres, pero Dios lo sabe y él premiará a los que hacen las cosas buscando lo que es del Señor y juzgará a los que hacen las cosas buscando lo suyo propio.
Cuarto, Timoteo fue fiel a su líder. Los Filipenses conocían los méritos de Timoteo, en especial como servía en el evangelio junto a Los Filipenses vieron a Timoteo como si fuera el hijo de Pablo. ¿Sabe cómo se llama esto? Fidelidad.
Timoteo no criticó a su líder, no lo atacó, no se rebeló contra él, todo lo contrario, guardó sus espaldas, ministró sus necesidades, buscó su bienestar. Cuánta falta hace esta actitud en muchos creyentes hoy en día.
No es extraño ver iglesias en las cuales los creyentes se traban en una feroz lucha por el poder contra el pastor o los pastores de las iglesias. Los insultan, los desprecian, los critican y finalmente los echan de las iglesias. Tan contrario a la actitud de Timoteo quien como hijo a padre ha servido junto con Pablo en el evangelio. Es a este a quien Pablo deseaba enviar a Filipos.
Filipenses 2:23 dice «Así que a éste espero enviaros, luego que yo vea cómo van mis asuntos»
Muy bien. Pablo termina expresando un deseo personal. La esperanza de Pablo respecto a si mismo. Filipenses 2:24 dice: «y confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros»
Timoteo haría un buen trabajo yendo a Filipos y trayendo noticias a Pablo, esto sería un paliativo para el buen ánimo de Pablo, pero aun así. Pablo quería estar personalmente con los Filipenses si el Señor se lo permitía por supuesto. A esto se refiere cuando dice: Confío en el Señor.
Terminando ya, ha sido un gran desafío mirar el curriculum vitae de Timoteo, bosquejado por el apóstol Pablo. Una persona de buen ánimo, a pesar de las circunstancias, una persona sinceramente interesada en los demás, una persona que buscaba lo que es de Cristo Jesús, no lo suyo propio, y una persona fiel a su líder.
¿Cómo quedaría su curriculum vitae espiritual si tuviera que ser escrito por alguien que conoce exactamente lo que hay dentro de Ud.? ¿A lo mejor nos daría vergüenza que se lo publique, verdad? Qué Dios nos motive a imitar a Timoteo, quien imitaba a Pablo, quien imitaba a Cristo.
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