Damos gracias a Dios por la oportunidad de estar junto a Usted para estudiar la palabra de Dios. Una cordial bienvenida a todos Ustedes. En instantes más estará junto a nosotros David Logacho para guiarnos en el estudio de la primera parte del capítulo 17 del libro de Proverbios, dentro de la serie que lleva por título: Proverbios, sabiduría celestial para la vida terrenal.
Para vivir en sabiduría, no la sabiduría del mundo sino la sabiduría celestial, es necesario poner mucha atención a lo que Dios nos ha dejado como legado eterno en su palabra, la Biblia. En consecuencia estamos estudiando el libro de Proverbios.
Nos corresponde ahora iniciar el estudio del capítulo 17 del libro de Proverbios.
El versículo 1 dice así: «Mejor es un bocado seco, y en paz, que casa de contiendas llena de provisiones.»
Este proverbio ilustra magistralmente la importancia de vivir en paz y tranquilidad. Si el precio para vivir en paz y tranquilidad es comer bocado seco, vale la pena hacerlo. Esto es preferible a disfrutar de constante banquete, pero con peleas y discusiones a la orden del día.
Proverbios 17:2 dice: «El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, y con los hermanos compartirá la herencia.»
El cuadro que pinta este proverbio es de un hombre rico que tiene varios hijos, pero desafortunadamente estos hijos son necios y manifiestan esa necedad por medio de deshonrar a sus padres. Además de hijos, este hombre rico tiene siervos. Entre los servios hay uno que es sabio, o prudente, o inteligente. Cuando el hombre rico muera, sus hijos no podrán evitar que el siervo sabio los someta y no sólo eso, no podrán evitar que el siervo sabio tenga una herencia semejante a la de los hijos del amo. Es la consecuencia por la necedad en los hijos y la recompensa por la sabiduría del siervo. Así es la vida amigo oyente. Dios premia a los sabios y castiga a los necios.
Proverbios 17:3 dice: «El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; pero Jehová prueba los corazones»
Este proverbio maneja tres elementos, la plata, el oro y los corazones. Los tres elementos son preciosos. De entre los tres, lo más precioso son los corazones, o la capacidad de pensar. Lo que se busca es purificar estos tres elementos. En el caso de la plata, el joyero la somete al fuego en un crisol. En el caso del oro, el joyero lo somete al fuego en una hornaza. ¿Y en el caso de los corazones? Jehová mismo se encarga de someterlos a prueba para eliminar cualquier impureza. Las pruebas, amable oyente, son siempre para nuestro beneficio.
Por eso Santiago 1:2 dice: «Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas»
Seguimos, Proverbios 17:4 dice: «El malo está atento al labio inicuo; y el mentiroso escucha la lengua detractora.»
El corazón malo está dispuesto a escuchar a los labios malos. Esto es lo que en esencia está diciendo este proverbio. El malo tiene siempre el oído abierto a lo que dice el inicuo. De igual modo, el mentiroso, siempre tiene su oído abierto a lo que dice el de la lengua detractora. Si Usted quiere saber cómo está su vida, tiene que mirar cuán dispuesto está a escuchar a los que le traen chismes, murmuración, calumnias, cuentos inmorales, etc. Si su oído se deleita en estas cosas, ya sabe que Usted está mal espiritualmente.
Proverbios 17:5 dice: «El que escarnece al pobre afrenta a su Hacedor; y el que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo.»
Bueno, este proverbio trata el tema del trato que debemos dar a los pobres. Despreciar o hacer de menos a alguien por su pobreza es equivalente a afrentar a Dios, quien hizo tanto al rico como al pobre. Es algo muy serio afrentar a nuestro Hacedor. De la misma forma, aquel que se alegra por las peripecias que tiene que pasar un pobre, será severamente castigado por Dios. Los pobres deben ser objeto de nuestro amor, amigo oyente. El amor debe manifestarse en ayuda en todo aquello que esté a nuestro alcance.
Proverbios 17:6 dice: «Corona de los viejos son los nietos, y la honra de los hijos, sus padres.»
Lo que ilustra este proverbio es que el buen testimonio y sobre todo el ejemplo de amor de los padres, produce un amor y respeto mutuo en la familia, lo cual dura de generación en generación. Los abuelos se sentirán dichosos al ver no sólo a sus hijos sino a sus nietos en los caminos del Señor. De una manera recíproca, los hijos se sentirán orgullosos de tener esos padres y los nietos de igual forma se sentirán orgullosos de tener esos abuelos. Vale la pena vivir para el Señor amable oyente.
Proverbios 17:7 dice: «No conviene al necio la altilocuencia; ¡Cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!»
Muy interesante lo que tenemos en este proverbio. Así como no se esperaría que un necio hable con sabiduría y profundidad, tampoco se debería esperar que una persona en autoridad mienta. Aplique este principio a su vida amable oyente, especialmente si Usted es un hijo de Dios. Usted tiene noble estirpe, estirpe celestial. La mentira debe estar lo más lejos posible de Usted. Como no se espera peras del olmo, no se espera mentira en los creyentes.
Proverbios 17:8 dice: «Piedra preciosa es el soborno para el que lo practica; adondequiera que se vuelve, halla prosperidad.»
Este proverbio no está alabando el soborno, peor alentando el soborno. Lo que está haciendo es declarar un hecho. El que está acostumbrado a recibir sobornos, piensa que ha encontrado una rica veta dorada. Esto le hace pensar que en el soborno está la clave de la prosperidad en todo sentido. Lo que no sabe esta persona es que su amor al dinero terminará por llevarle a la tumba.
1ª Timoteo 6:9-10 dice: «Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.»
Seguimos con el estudio de Proverbios. El versículo 9 del capítulo 17 dice: «El que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga, aparta al amigo.»
Este proverbio no tiene nada que ver con ocultar el pecado en otras personas. El pecado siempre debe ser confrontado en amor. Lo que dice este proverbio es que si un amigo nos ofende de alguna manera, es preferible tratar esa ofensa en la intimidad de la relación con ese amigo, para buscar la solución entre los dos.
A esto se refiere el texto cuando habla de cubrir la falta. Pero si en lugar de eso, vamos de acá para allá, divulgando lo que nos ha hecho un amigo, lo único que obtendremos es acabar con esa amistad. En los momentos de más intensa segregación racial contra la raza negra, una universidad norteamericana negó la entrada a George Washington Carver, por su color de piel. Años más tarde, cuando alguien quería saber cuál fue la universidad que le negó la entrada, George Washington Carver dijo: Eso no importa. Fue conquistado por el amor. Hermosa lección sobre cubrir las ofensas de los demás.
Proverbios 17:10 dice: «La reprensión aprovecha al entendido, más que cien azotes al necio.»
Un entendido o un sabio, o un inteligente, necesita solamente una simple reprensión para corregir algo que está mal en su vida. En cambio, un necio no reconoce su error aunque le azoten más cien veces y de esa manera se mantiene en su error.
Proverbios 17:11 dice: «El rebelde no busca sino el mal, y mensajero cruel será enviado contra él.»
La rebeldía nace del orgullo, de la dureza del corazón de una persona. Una persona rebelde piensa que con su rebeldía va a dominar a todos los que le rodean. El rebelde se siente como el rey en cualquier lugar donde se encuentre. Lo que el rebelde no sabe, o si sabe no lo quiere admitir, es que la rebeldía no conduce a nada bueno. Cuánta razón tiene el proverbio cuando dice que el rebelde no busca sino el mal.
La segunda parte del proverbio muestra lo que espera a un rebelde. El texto dice que le será enviado un mensajero cruel contra él. Esto tiene un profundo significado.
Mírelo así. Cuando un creyente opta por rebelarse, ya sea un hijo contra sus padres, o una esposa contra su esposo, o un esposo contra su familia, estará cediendo terreno a Satanás. No estoy insinuando que Satanás o uno de sus demonios va a posesionarse del creyente. Lo que estoy diciendo es que Satanás habrá hallado un lugar desde el cual atacar a ese creyente. Un creyente en rebeldía sufrirá grandemente en manos de Satanás. El mensajero cruel puede ser el mismo Satanás o uno de sus demonios.
¿Sabe lo que pasó con Saúl cuando se rebeló contra Dios? Se lo voy a leer. Se encuentra en 1ª Samuel 16:14 donde dice: «El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová»
Por supuesto que hoy en día el Espíritu Santo no va a abandonar jamás a un creyente aunque sea rebelde, pero sin embargo, ese creyente rebelde sufrirá grandemente en manos de ese cruel mensajero. Cuidado con la rebeldía amable oyente.
Proverbios 17:12 dice: «Mejor es encontrarse con una osa a la cual han robado sus cachorros, que con un fatuo en su necedad.»
Una lección de la naturaleza. Una osa a la cual se le roba sus cachorros reacciona con terrible furia, pero esta furia es nada en comparación con un necio que monta en ira y causa desastres. La osa podrá hacer su daño, pero peor es el daño del necio controlado por la ira. Un necio airado es más peligroso que mono con metralla.
Proverbios 17:13 dice: «El que da mal por bien, no se apartará el mal de su casa.»
La Biblia enseña que se debe pagar bien por el mal que uno recibe. Con razón que a los ojos de Dios es terrible el pagar mal por el bien que uno recibe. El castigo de Dios para los que así obran es justo. Dice el proverbio que el mal no se apartará de la casa de aquel que paga mal por un bien recibido.
Proverbios 17:14 dice: «El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas; deja, pues, la contienda, antes que se enrede.»
Comenzar una pelea es como abrir las compuertas de una represa, no se puede saber los desastres que va a causar. Lo prudente es dejar o evitar las contiendas. Sólo así se evitará los desastres que puede producir.
Leave a comment