Damos gracias a Dios por el privilegio que nos brinda de estar junto a Usted por medio de esta emisora amiga. La Biblia Dice… le da más cordial bienvenida al estudio bíblico de hoy. Seguimos con el estudio de la epístola de Pablo a los Romanos en la serie que lleva por título: Romanos, la salvación por gracia por medio de la fe en Cristo Jesús. En esta ocasión, David Logacho continuará mostrándonos como Dios demuestra la culpabilidad de los paganos.
En nuestro último estudio bíblico en el libro de Romanos, dejamos al señor pagano sentado en el banquillo de los acusados, escuchando del Juez, Dios en persona, los cargos en su contra. Dios ha determinado que el señor pagano no tiene excusa, puesto que recibió de Dios la revelación general, como dicen los teólogos, por medio de las cosas creadas, para poder entender las cosas invisibles de Dios, su eterno poder y deidad, pero en lugar de honrar a Dios, no le glorificó como a Dios, en lugar de agradecer a Dios, no le dio gracias, sino que se envaneció en su razonamiento y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabio, se hizo necio, y cambió la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Es decir que, teniendo todo para adorar al Dios verdadero en espíritu y en verdad, el señor pagano terminó adorando las imágenes. Esto se llama idolatría. Dios tiene razón en declarar la culpabilidad del señor pagano. Pero eso no es todo. La triste realidad es cuando alguien cae en la idolatría, inevitablemente también caerá en la inmoralidad. Esto justamente es lo que vamos a trata en nuestro estudio bíblico de hoy. Abramos pues nuestras Biblias en Romanos 1:24-32. En este pasaje bíblico, por tres ocasiones, hablando de los paganos, Pablo dice que Dios “los entregó” Esto se refiere a una entrega judicial. Es como si Dios dijera: Muy bien, ustedes pudieron adorarme, pero voluntariamente han decidido no hacerlo, de modo que yo los voy a entregar a la depravación que resulta de la decisión que han tomado. En estas condiciones, los paganos perderán toda capacidad para refrenar los impulsos de su propia corrupta naturaleza. Veamos pues lo que dice Dios. Leemos en Romanos 1:24-25: “Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” Por lo cual, es decir por el hecho que el señor pagano voluntariamente decidió rechazar la revelación que Dios mismo le ha dado, Dios también ha hecho una entrega judicial. Dios ha entregado al señor pagano a los malos deseos de su corazón, esto es lo que significa la inmundicia. Estos malos deseos de su corazón conducen a la impureza sexual, esto es lo que significa la concupiscencia, y resulta en degradación de su propio cuerpo unos con otros. En este lamentable estado de depravación, el señor pagano cambió la verdad de Dios por la mentira. Esto habla de un auto convencimiento de que lo errado es como si fuera lo verídico. En otras palabras, el señor pagano llegó a convencerse a sí mismo que lo malo es bueno y que lo bueno es malo. Por eso es que en lugar de adorar a Dios, el Creador de todo lo que existe, quien es bendito por la eternidad, el señor pagano decidió adorar a lo creado, bien sea hombres, animales o cosas. Esto me hace pensar en todas las religiones que adoran a seres humanos, no importa si están muertos o vivos, o a los animales, o a las cosas, como los cuerpos celestes, el sol, la luna, las estrellas, o a las imágenes, o esculturas, y están tan convencidos de que están haciendo lo correcto. Lo que en realidad ha pasado es que han cambiado la verdad de Dios por la mentira. Inmediatamente después, Pablo retoma el tema de la entrega judicial efectuada por Dios en contra del señor pagano. Romanos 1:26-27 dice: “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.” Como el señor pagano ha decidido voluntariamente dar la espalda a Dios y vivir como a él le parece, Dios ha hecho una entrega judicial. Dios le ha entregado a las pasiones vergonzosas. Pablo se encarga de explicar a qué se refiere cuando habla de las pasiones vergonzosas. Tiene que ver con desórdenes en el área sexual. De modo que las mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza. Mirando el contexto posterior, esto probablemente se refiere al lesbianismo. Por su parte, los hombres, dejaron las relaciones naturales con la mujer y se encendieron en pasiones lujuriosas los unos con los otros. Hombres con hombres cometieron actos indecentes. Claramente se trata de homosexualidad. Dios no podía dejar pasar por alto esta conducta aberrante y por eso dice el texto que los paganos reciben en sí mismos la retribución debida a su perversión. Así que, amable oyente, la homosexualidad y el lesbianismo, no son enfermedad, ni predisposición genética. Según la palabra de Dios, son pecado, son el resultado del acto voluntario de dar la espalda a Dios con la consecuente entrega judicial de parte de Dios a las pasiones vergonzosas. Dios castiga esta conducta con severidad. Ese castigo bien puede tomar la forma de enfermedades sexualmente transmisibles, como las enfermedades venéreas, y lo que se ha llamado el mal del siglo, el Sida. Por supuesto que en contados casos el sida no es consecuencia de una vida sexual desordenada, pero en la abrumadora mayoría de los casos sí lo es. Pero la debacle moral no es lo único que padece el señor pagano. También sufre de una debacle mental. Mire lo que dice Romanos 1:28-32 “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.” Los paganos no aprobaron tener en cuenta a Dios. Esto significa que voluntariamente sacaron a Dios de toda su forma de pensar y de actuar. Con esto no perjudicaron a Dios sino que se perjudicaron a sí mismos. Dice el texto que Dios le entregó a una mente reprobada. Esto nos habla de una entrega judicial de parte de Dios, por la cual los paganos, por decirlo así, llegarán a ser esclavos de una manera de pensar corrupta. Solamente mire el panorama que tiene alrededor, para reconocer que el hombre sin Dios ha sido entregado a una mente corrupta. Ser honesto en este mundo es sinónimo de ser estúpido. Ser deshonesto en este mundo es sinónimo de ser listo, inteligente, sagaz. Vivir en pureza sexual en este mundo es sinónimo de ser anticuado. Vivir una vida disipada en lo sexual es sinónimo de ser moderno, de tener una mente abierta. ¿Ve el asunto? El mundo en su mayoría tiene un serio problema intelectual. Su mente ha sido entregada a la depravación para mirar bien lo que está mal y mirar mal lo que está bien. Por eso es que el señor pagano hace cosas que no convienen. Las cosas que no convienen son esa larga lista que bien podría ser calificada como la radiografía del estado espiritual del hombre sin Cristo. El señor pagano está atestado de varias cosas. Atestar significa henchir alguna cosa hueca, apretando lo que se mete en ella. Veamos de qué cosas está henchida la cabeza hueca del señor pagano. Primero de toda injusticia, esto significa todo lo malo. Segundo, de fornicación, esto significa toda práctica sexual fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer. Tercero, perversidad, esto significa corrupción de las costumbres. Cuarto, avaricia, esto significa deseo inmoderado por tener más, sin importar de qué se trate. Quinto, maldad, esto significa todo lo que es moralmente impuro. Por otro lado, el señor pagano está lleno de varias otras cosas. Primero, envidia, esto significa incomodarse por el bien de otros. Segundo, homicidios, esto significa atentar contra la vida de otros. Tercero, contiendas, esto significa una disposición a la pelea. Cuarto, engaños, esto significa un ocultamiento de la verdad para obtener beneficios. Quinto, malignidades, esto significa facilidad para realizar lo que es malo. Con una mente así, el señor pagano, perfectamente puede ser un murmurador, esto significa uno que inicia comentarios negativos sobre otros. Puede ser detractor, es decir uno que miente en contra de otro. Puede ser un aborrecedor de Dios, es decir un ateo. Puede ser un injurioso, o uno que insulta por la más mínima causa. Puede ser un soberbio, es decir uno que quiere estar siempre en la cúspide aún si para eso tiene que pisotear a otros. Puede ser un altivo, esto significa un orgulloso. Puede ser un inventor de males. Una mente brillante pero para el mal. Puede ser un desobediente a los padres, esto significa uno que no honra a sus padres. Puede ser un necio, es decir alguien que tiene una dificultad mental para pensar y actuar correctamente. Puede ser desleal. No le importa clavar un cuchillo por la espalda de alguien que confía en él. Puede ser una persona sin afecto natural, esto significa insensible. Puede ser implacable, esto significa despiadado. Puede ser sin misericordia. Esto significa que no le importa en absoluto lo de los demás. Note que todo esto se originó en dar la espalda a la revelación de Dios. El señor pagano sabe intelectualmente que Dios derrama juicio sobre las personas que actúan así, al punto de quitarles la vida, pero a pesar de saberlo, no sólo que lo hace sino que aprueba a quienes practican todas estas cosas. Por eso es que Dios con sobrada razón declara que el señor pagano no tiene excusa. Ha sido declarado culpable por Dios. En nuestro próximo estudio bíblico sentaremos en el banquillo de los acusados al religioso moralista. Espero que nos acompañe.
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