Es un gozo saludarle amable oyente. Bienvenido al estudio bíblico de hoy en el libro de Apocalipsis. El pueblo de Israel ha sido siempre odiado por el mundo pero amado por Dios. En el estudio bíblico de hoy apreciaremos algunos detalles de esta singular paradoja.
Una de las lacras más aberrantes de la humanidad, a lo largo de su historia, ha sido el permanente odio y persecución al pueblo judío. Por dos ocasiones fueron arrancados de su territorio. Por dos ocasiones fueron llevados como cautivos a tierras o naciones extrañas. Por dos ocasiones sobrevivieron a terribles persecuciones en esas tierras o naciones extrañas y retornaron milagrosamente a la tierra de sus antepasados para re-establecerse como nación soberana. La segunda dispersión judía de la tierra de Israel duró desde el año 70 hasta el año 1948. Durante este tiempo, el pueblo de Israel soportó el más terrible trato que se pueda imaginar con un claro ánimo de exterminio total. Sufrieron el Holocausto Romano con Tito a la cabeza quien destruyó Jerusalén y acabó con la vida de millones de judíos. Soportaron la persecución bárbara de las cruzadas. Sobrellevaron la brutal persecución de la Inquisición Católico Romana con la venia de unos cuantos Papas.. Padecieron las cámaras de gas del Holocausto Nazi. Pero como el ave Fénix, el pueblo de Israel siempre se ha levantado de las cenizas. Hoy en día, a pesar de que disfruta de un territorio soberano y es un país prospero en todo sentido, Israel duerme con ojo siempre abierto. Está lejos de ser un territorio de paz. Siempre habrá personas o naciones que miran con buenos ojos la desaparición del Estado de Israel. ¿Se ha preguntado por qué tanto odio? Apocalipsis capítulo 12 presenta la razón del anti-semitismo. Allí se ve que todo aquel que odia y persigue a un judío, lo hace por instigación de un poder sobrenatural maligno que odia a los judíos. La terrible persecución que viene soportando Israel a lo largo de su historia llegará a su clímax en la última mitad de la tribulación. En el capítulo 12 de Apocalipsis encontramos a cuatro de los actores en la tragicomedia de la persecución a Israel durante la segunda mitad de la tribulación. La mujer vestida de sol, el gran dragón escarlata, el hijo varón y Miguel el arcángel. En relación con la mujer vestida de sol. Apocalipsis 12:1-2 dice lo siguiente: Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.” El texto es claro al hablar que estamos ante una señal. Una señal es algo que apunta a otra cosa. Nuestra tarea como intérpretes bíblicos es analizar el texto para saber a qué está apuntando esta señal. Se han propuesto varias hipótesis en cuanto a la identidad de esta mujer. Mary Baker Eddy no tuvo ninguna duda en verse a sí misma en lo que apunta esta señal. Según ella, el hijo varón que da a luz la mujer, representa el Movimiento conocido como Ciencia Cristiana, que nació en el año de 1879. Bueno, demás está decir que esta interpretación no tiene ningún fundamento bíblico. Una interpretación un tanto más respetable, es la de la iglesia católico romana, según la cual, la mujer de Apocalipsis 12 representa a María, la madre de Jesús, según ellos, la reina del cielo. Pero esta interpretación enfrenta obstáculos muy serios, que no pueden ser resueltos y por tanto debe ser desechada. Otra interpretación señala que la mujer representa a la verdadera iglesia de Cristo, pero otra vez aquí, las evidencias no apoyan la interpretación y también debe ser desechada. La interpretación correcta es aquella que afirma que la mujer de Apocalipsis 12 representa a la nación de Israel. Veamos como la señal concuerda con aquello que señala. Vemos a la mujer vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Existe un solo caso en la Biblia en el cual aparecen exactamente los elementos: sol, luna y estrellas en un solo evento. Está en el libro de Génesis, en relación con un sueño que tuvo José, en el cual el sol, la luna y once estrellas se inclinaban a él. Los hermanos de José interpretaron correctamente el sueño y llegaron a la conclusión que el sol representaba al padre de José, Jacob. La luna representaba a la madre de José, Raquel, y las once estrellas representaban a los once hermanos de José. Este sueño de José se cumplió cuando José llegó a ser el segundo en el reino en Egipto. De modo que amigo oyente, la mujer de Apocalipsis 12 representa a la nación de Israel. Además, a lo largo del Antiguo Testamento, Israel se compara con una mujer, más aún, con la esposa de Dios. Hablando de Israel, Isaías 54:5-6 dice: “Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo.” Estamos entonces en terreno seguro al afirmar que la mujer de Apocalipsis 12 representa a la nación de Israel. Es interesante pensar en el hecho que la mujer de Apocalipsis 12 está vestida de sol. Esto habla de la dignidad de la nación de Israel delante de Dios. A lo largo de su existencia como nación, Israel ha fracasado muchas veces en lo que Dios ha esperado de ella, pero a pesar de ello, sigue ocupando un lugar especial ante Dios. Por eso es que el enemigo número uno de Dios odia tanto a Israel como nación. La señal también tiene que ver con que la mujer estaba encinta, clamando con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. Esto representa a Israel como el pueblo que Dios utilizó para traer al mundo al Mesías, al Cristo. María la virgen, parte del pueblo de Israel, fue justamente la mujer en cuyo vientre virginal tomó forma humana el Mesías, el Cristo. Las circunstancias en las cuales el Mesías de Israel vino a este mundo no fueron muy auspiciosas, porque Israel estaba bajo el pesado yugo del imperio romano. Por eso es que la mujer de Apocalipsis 12 aparece encinta, clamando con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. Por lo pronto, eso es lo que tenemos en cuanto a la mujer vestida de sol. Más adelante en nuestro estudio, nos ocuparemos de más detalles en los cuales esta mujer tiene participación activa. A continuación, el texto nos presenta una segunda señal. Apocalipsis 12:3 y la primera parte del versículo 4 dice lo siguiente: “También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra.” El cielo es como un gigantesco escenario en el cual se van presentando las señales. Tenemos una segunda señal. Recuerde amable oyente que las señales apuntan a otra cosa. Nuestra tarea como intérpretes es investigar a qué es lo que están apuntando, así como hicimos en el caso de la primera señal, la mujer vestida de sol. En este caso se trata de un gran dragón escarlata. La identificación del personaje representado por este gran dragón escarlata es relativamente simple. Lo único que tenemos que hacer es mirar lo que dice Apocalipsis 20:2 donde leemos: “Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años” Sabemos entonces que la señal del gran dragón escarlata representa a Satanás. Lo de gran, nos habla de su poder, aunque no es todopoderoso como Dios. El color escarlata nos habla de la sangre que ha derramado como parte de su táctica en contra de los que él considera como sus enemigos. El dragón tenía siete cabezas. Esto significa que Satanás ha dominado siete imperios del pasado, en relación al tiempo de la tribulación: Los imperios Egipcio, Asirio, Babilónico, Medo-Persa, Griego, Romano y el sistema mundial que está en acción hoy en día en el mundo. Además, el gran dragón escarlata, tenía diez cuernos. Esto significa que durante la tribulación surgirán diez reinos o poderes dominados por Satanás. Las diademas en las siete cabezas, significa que Satanás ha reinado y ha ejercido poder sobre todos los poderes mundiales que han existido. Pero este dominio está pronto a dejar de ser tan pronto comience el sonido de la séptima trompeta. La cola del gran dragón escarlata arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo. Esto significa que Satanás arrastró en su rebelión a una tercera parte de los ángeles creados por Dios, los cuales llegaron a ser ángeles caídos o demonios. Los ángeles son llamados estrellas en textos como Job 38:7. Finalmente vemos que el gran dragón escarlata arroja sobre la tierra la tercera parte de las estrellas que arrastraba con su cola. Esto significa que Satanás echará mano de todo su poder demoníaco para enfrentarse en la última gran batalla contra Dios. Podríamos decir con propiedad que Satanás está dispuesto a todo. En su obcecada necedad espera sinceramente sobreponerse al Dios Todopoderoso. ¡Pobre diablo! A pesar que sabe que está derrotado y finalmente será arrojado al lago de fuego, lucha con furia esperando una victoria que nunca será suya. En nuestro próximo estudio bíblico analizaremos la participación de la mujer vestida de sol y el gran dragón escarlata. Esperamos su compañía.
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