Es motivo de gran gozo amigo oyente, el estar nuevamente junto a Usted, en el estudio bíblico de hoy. El pueblo de Israel ha sido víctima de terrible persecución a partir de sus mismos orígenes. Mucha de esa persecución ha sido el fruto de lo que el mismo pueblo de Israel ha sembrado, pero es necesario reconocer también que los judíos han sido perseguidos por el solo hecho de ser el pueblo escogido de Dios. Detrás de esta persecución siempre ha estado Satanás. Lo que más fresco se conserva en la mente de la gente de hoy en día, es la persecución a los judíos durante la segunda guerra mundial. Más de seis millones de judíos fueron masacrados por las hordas nazis con Hitler a la cabeza. Pero este holocausto es solo un eslabón más en la ya larga cadena de persecución que ha sufrido y sufrirá el pueblo judío.
El anti semitismo o el odio e intolerancia violenta contra los judíos es tan antiguo como antiguos son los judíos. Pero el clímax de anti semitismo está todavía en el futuro. Ocurrirá durante la tribulación. Sobre esto nos habla la Biblia en la porción que tenemos para nuestro estudio de hoy en el libro de Apocalipsis, capítulo 12 versículos13 a 17. Lo que primero notamos es: Persecución fase 1. Se encuentra en Apocalipsis 13:1 donde dice: “Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.” El dragón de quien habla este versículo, simboliza a Satanás. En nuestro estudio bíblico último, vimos que hubo una gran batalla en el cielo entre el arcángel Miguel y sus ángeles contra Satanás y sus demonios. Una vez más Satanás y sus demonios tuvieron que morder el polvo de la derrota. Como consecuencia de esta derrota, no se halló lugar para Satanás y sus demonios en el cielo. Satanás fue lanzado fuera, a la tierra, juntamente con sus demonios. A partir de este momento, Dios pondrá un límite en la esfera de acción de Satanás y sus demonios. La tierra y ningún otro lugar más. Satanás estará como animal herido buscando alguna manera de desquitarse de su humillante derrota. Será entonces cuando apuntará su artillería pesada contra la mujer que había dado a luz al hijo varón. En uno de nuestros estudios bíblicos anteriores quedó demostrado que la mujer que da a luz el hijo varón es símbolo de la nación de Israel y el hijo varón es símbolo de Jesucristo. Podemos decir por tanto que durante la tribulación, Satanás y sus demonios emprenderán feroz persecución contra los judíos. ¿En qué momento durante la tribulación acontecerá este hecho? Para ello es necesario leer Daniel 9:27 donde dice: “Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador” El sujeto de este versículo es el Anticristo. Al inicio de la tribulación, el Anticristo firmará un pacto con Israel, garantizando probablemente protección y apoyo para que Israel edifique su templo en Jerusalén y se reestablezcan las ofrendas y sacrificios. Pero tres años y medio después de la firma del pacto, el Anticristo exigirá adoración como dios en el templo de Jerusalén. Israel se negará a hacerlo y esto desencadenará la furiosa persecución contra Israel, de la cual hemos hablado en Apocalipsis 12. Pero Israel no tendrá que enfrentar sola esa persecución terrible de Satanás y sus demonios, porque siempre ha tenido a Dios de su lado, porque Israel es el pueblo escogido de Dios, a pesar de sus caídas y fracasos. Es así como después de la persecución, fase 1 tenemos la protección fase 1. Apocalipsis 12: 14 dice: “Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.” Nuevamente estamos ante un versículo cargado de lenguaje simbólico. La mujer simboliza a la nación de Israel. Las dos alas de la gran águila que se le dan a la mujer para que volase, es un símbolo de la protección sobrenatural que Israel recibirá de parte de Dios. Esta figura de lenguaje se ha usado en el Antiguo Testamento para hablar de la liberación de Israel de la esclavitud Egipcia. Éxodo 19:4 dice: “Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.” También en Isaías 40:31 se hace alusión a las alas de águila cuando dice: “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” Así que estamos en terreno seguro cuando pensamos que las dos alas de la gran águila que fueron dadas a la mujer significan la protección sobrenatural de Dios a la perseguida nación de Israel. La serpiente simboliza a Satanás. Israel está siendo protegida por Dios de los ataques de Satanás. El desierto, significa un paraje desolado, especialmente diseñado por Dios para proteger a Israel durante la tribulación. Si este lugar está en existencia hoy, no es posible precisar donde. Mucho se ha especulado sobre esto. Pienso que no es prudente especular, pero lo que sí es seguro, es que estará disponible durante la tribulación. En este lugar, Israel será sustentada por un tiempo y tiempos, y la mitad de un tiempo. Esto representa tres años y medio, es decir durante la segunda mitad de la tribulación. Pero Satanás es hueso duro de roer, amable oyente. No da su brazo a torcer fácilmente. A pesar que Israel se habrá refugiado en un lugar seguro, Satanás persistirá en su persecución contra Israel. Tenemos por tanto Persecución fase 2. Apocalipsis 12: 15 dice: “Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río” Nuevamente identifiquemos los símbolos. La serpiente representa a Satanás, la mujer representa a Israel. Pero además tenemos a la serpiente arrojando de su boca agua como un río con el propósito de arrastrar a la mujer en la corriente. Esto tiene dos significados, significa que Satanás orquestará una contundente propaganda contra Israel y significa que Satanás lanzará un poderoso ataque armado contra Israel. Satanás, en todo caso está determinado a acabar con Israel. Como respuesta a la persecución fase 2, entra en acción la protección fase 2. Apocalipsis 12:16 dice: “Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca.” Otra vez tenemos a Israel recibiendo protección divina. Satanás lanzó contra Israel una inundación de propaganda anti semítica y de un ejército poderoso. Pero al igual que en antaño, cuando Faraón lanzó su ejército contra Israel y se abrió el mar rojo para sepultar el ejército enemigo, así también en la tribulación, esta vez será la tierra, no el mar, quien abra su boca y trague la inundación originada en Satanás. Es muy probable que en la práctica, esto tenga que ver con terribles terremotos que asolarán la tierra en esos días. No sería sorpresa que uno de estos terremotos acabe con el ejército que Satanás lance contra Israel. Vemos que Satanás otra vez ha perdido rotundamente. Pobre diablo. Derrota tras derrota. Pero lejos de bajar los brazos y rendirse, Satanás optará por cambiar su blanco de ataque. Ya no será Israel, la cual está bien protegida y sustentada en el desierto. Ahora serán personas en el mundo, tanto judíos como gentiles quienes han recibido a Cristo como Salvador. Entramos a la persecución fase 3. Apocalipsis 12:17 dice: “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.” Como Satanás no pudo con la descendencia natural de Abraham, se las tomará con la descendencia natural y espiritual de Abraham en todo el mundo, es decir, con judíos creyentes y con gentiles creyentes. Satanás no escatimará esfuerzo para atacar a los creyentes en la tribulación, por eso dice el texto que hará guerra contra ellos. Sus víctimas serán cuantiosas. Son los mártires de la tribulación, de quienes hablamos en Apocalipsis 6:9. A lo mejor Usted está pensando que por fin Satanás logrará alguna victoria asesinando a tantos creyentes en la tribulación, pero no hay tal amable oyente. Aun si un creyente muere como mártir no es victoria para Satanás sino para Dios. Mírelo de esta manera. Satanás es un eterno perdedor. Si logra meter presos a los creyentes, éstos testifican a otros presos en la cárcel o a los guardias y los ganan para Cristo. Será una pérdida para Satanás. Si Satanás tortura a los creyentes, hace que esos creyentes sean copartícipes de los sufrimientos de Cristo, y por ello, esos creyentes serán grandemente recompensados. Será una pérdida para Satanás. Si Satanás mata a los creyentes, estos creyentes glorifican a Dios con su martirio y llegan a ser héroes de la fe instantáneamente y Satanás sale perdiendo. Aun si Satanás no hace nada a los creyentes, los creyentes salen a evangelizar el mundo y eso resulta en pérdida para Satanás. ¿Lo ve? De todas maneras Satanás siempre pierde.
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