49 Personajes de Influencia. El Rey Ezequías I (Haz clic y descarga el texto)
Quiero hablar de un asunto muy difícil, pero muy importante; el pecado puede ser perdonado, pero aun debemos lidiar con sus consecuencias.
A veces lo que derrumbamos es tan importante como lo que edificamos, con esto en mente, hoy veremos un consejo bíblico sobre la construcción y la destrucción, de manera que podamos construir una vida de éxito y una herencia de bendición para el mañana.
Abre tu Biblia en el Antiguo Testamento, libro 2 de Reyes capítulo 18 versículo 2, como sabes, estamos involucrados en una serie de estudios llamados “Lo que vives es lo que dejas” y estamos aprendiendo muchas enseñanzas a través de la vida de los reyes del Antiguo Testamento, y hemos visto como la vida de una sola persona puede tener tanto impacto en el futuro, una persona puede ser influencia para su generación y para las generaciones futuras, ¡asombroso! ¿verdad? A veces pensamos que pasamos por esta vida y que las cosas que hacemos realmente no son tan importantes, pero, cada cosa que hacemos, cada experiencia que tenemos tiene un impacto no solo en las personas que están a nuestro alrededor sino también en la vida de futuras generaciones.
Hoy vamos a considerar la vida de un Rey llamado Ezequías, y vamos a aprender 2 lecciones de su vida, verdades transferibles. Estas lecciones fueron aplicadas en su vida y en su tiempo y pueden ser aplicadas en nuestras vidas y en este tiempo, Ezequías tenía 25 años cuando se hizo Rey y reino durante 29 años.
Ahora, veamos lo que sucedió cuando Ezequías asumió el Reino, 2 Reyes capítulo 18 versos 3 y 4 dice, “Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre. El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán.” ¿Recuerdas que, en el Antiguo Testamento, en el libro del Éxodo, cuando Moisés llevaba a la gente a través del desierto, ellos desobedecieron a Dios, y se enfrentaron a una plaga de serpientes? ¿Qué fue lo que paso en ese momento? Pues Moisés por mandato de Dios, hizo una serpiente de bronce, y cuando la gente miraba a la serpiente era curada. Muchos años después la gente todavía seguía adorando a esta serpiente de bronce, así que Ezequías tuvo la valentía de tomar la serpiente que Moisés había hecho y destruirla. Pues como ya lo vimos, la gente aun la adoraba en lugar de a Dios.
Qué valiente ¿verdad? Ezequías era un gran líder, 2 Reyes capítulo 18 versos del 5 al 7 dice, “En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. Porque siguió a Jehová, y no se apartó de Él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. Y Jehová estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba. Él se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió.”
Todo lo que hacía este Rey tenía éxito, esto es muy importante y valioso ya que Ezequías vivió en un tiempo muy difícil; él reinó durante el tiempo en que Siria conquistaba el mundo. El pueblo de Dios comenzó con el rey Saúl, luego vino David, después de él Salomón y cuando reinaba Salomón tuvieron una guerra civil, y por tanto el gran reino de Israel fue dividido, Israel era el reino del Norte y Judá era el Reino del Sur, Asiria acababa de conquistar Israel, es decir el reino del Norte, pero ahora, aquí está Ezequías qué sabe que Judá era el siguiente blanco de Asiria, así que él se puso a trabajar.
Lo primero que hizo Ezequías fue volver a abrir el templo de adoración a Dios, su padre Acaz lo había cerrado, así que Ezequías mando a los sacerdotes a purificarse y ellos volvieron a abrir el templo, así lo hizo y la gente comenzó a adorar a Dios una vez más. Lo segundo que él hizo fue que instituyó nuevamente la Pascua de los judíos, la Pascua es aquel tiempo en el que ellos celebran la salida de Egipto, y festejan la libertad de su esclavitud en Egipto y su liberación bajo el mando de Moisés, ¿recuerdas la última plaga que Dios puso sobre Egipto para convencerlos de que dejaran salir a Israel? fue la muerte de los primogénitos, ¿recuerdas esta historia, en el Antiguo Testamento? por tanto dijo Dios a la gente que entre en sus casas y hagan un sacrificio, que sacrifiquen un cordero, que tomen la sangre del cordero y la pongan sobre los dinteles de la puerta, y cuando el ángel de la muerte pase para matar a los primogénitos, entonces pasará de largo por sus puertas, así que la Pascua recuerda esa ocasión y como Dios protegió a su pueblo.
Así que, Israel había dejado de celebrar este acontecimiento significativo en su historia, y por lo tanto Ezequías dice; bueno, vamos a volver a festejar la Pascua, así que envía una carta a todos los rincones del reino entero de Israel, incluso envió cartas al Reino del Norte, para aquellos que no estaban aun en el cautiverio, ellos dijeron que iban a llegar para celebrar la Pascua en el templo, una vez más iban a celebrar la Pascua de los judíos, y aquí está la primera lección que aprenderemos, esta verdad transferible; La renovación espiritual comienza cuando realmente deseamos y cuando estamos listos para dejar atrás el pasado y la debilidad espiritual; el padre de Ezequías, Acaz, había cerrado el templo, pues era infiel a Dios, pero Ezequías no quería que suceda lo mismo con su propia familia.
“No permitiré que lo que sucedió con mi padre suceda conmigo y con mi familia” “ésta no será mi excusa para mis acciones de hoy”, por lo tanto, Ezequías decidió romper este ciclo de debilidad espiritual. Mientras tanto, Asiria se hacía más fuerte cada vez, y Ezequías sabía que cuando un ejército ataque la ciudad y quiera poner la ciudad bajo sitio, eso significaría que cortarían su abastecimiento de agua y su comida. Estas son dos cosas sin las que no se puede vivir, había muchas ocasiones en las que una ciudad estaba bajo sitio durante un año, dos o incluso 3 años. El agua que llegaba a Jerusalén venía de una corriente externa, de una vertiente llamada Gihon. Ezequías sabía que el rey de Asiria trataría de suspender esa fuente de agua y ésta escasearía en la ciudad, por lo tanto, se puso a trabajar en la construcción de un estanque enorme en medio de la ciudad, con la condición de que nadie contaminaría ese estanque, lo llamaron el estanque de Ezequías. Cuando leemos en el Nuevo Testamento, encontramos por ejemplo el estanque de Siloé, ahí fue donde Jesús realizó algunos milagros, entonces Ezequías construyó este pozo inmenso y dijo a sus ingenieros qué quería que este estanque este construido de tal manera que pueda proveer agua constantemente a la ciudad, así que los ingenieros se pusieron inmediatamente a trabajar.
El estanque tenía una profundidad de más de 500 metros, muy grande y difícil de hacer, pero ellos lo hicieron y lo construyeron tan bien que los asirios no pudieron cortar el sustento de agua para la ciudad, ¿lo ves? Ezequías hizo bien su trabajo, había pasado algún buen tiempo desde que los asirios habían conquistado el Reino del Norte, y su próximo objetivo era el Reino del Sur, así que Ezequías, decide tratar de razonar con el rey asirio, y le propuso hacer un acuerdo, pero esto no fue posible y de todas maneras el rey de Asiria decide atacarlos.
Nos tomaría bastante tiempo leer toda la historia. Así que Ezequías hace una oración a Dios, podemos revisar esto en 2 de Reyes capítulo 19, ¡Aquí estamos Dios, esta es nuestra situación, necesitamos de tu ayuda” y Dios envió su mensaje a través del profeta Isaías, dijo Dios; “¡No tengas temor, tu ayuda va a llegar” ahora vamos a 2 de Crónicas 19 verso 33 este dice, “Por el mismo camino que vino, [el ejército de Asiria] volverá, y no entrará en esta ciudad, ¡dice Jehová!”
Dios le estaba asegurando que Él se iba a hacer cargo de la situación, Ezequías empezó a animar a la gente también. Si tu estudias la vida de los Reyes, te darás cuenta que las mismas historias se cuentan en 1 de Reyes, 2 de Reyes, 1 de Crónicas o 2 de Crónicas, esto es muy interesante ya que nos muestra que Ezequías conocía la Palabra de Dios, mira el verso 6, del capítulo 32 de 2 de Crónicas, “Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo: Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.” ¿Has oído estas palabras antes? Cuando Moisés había muerto, estas palabras fueron las primeras que le dijo Dios a Josué, “No temas, Yo estoy contigo” Ezequías conocía la Palabra de Dios y utilizo estas palabras para animar a su gente.
Veamos 2 Crónicas 32:7 y 8 que dice “Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. Con él es el brazo de carne, más con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.” La fortaleza de un líder es la fortaleza de su equipo, Ezequías animó a su gente, “No tengan miedo, no se desalienten” “puede venir un ejército enorme contra nosotros, pero nosotros tenemos a Dios Todopoderoso” y al final, eso es lo que importa, confiamos en Dios pase lo que pase.
Bien, el ejército de Asiria aparece, Ezequías clama a Dios, el gran profeta Isaías le dice al rey que Dios se va a encargar de este ejército, y así lo hizo. Sin que el ejército de Ezequías mueva un solo soldado, Dios elimino a 185,000 hombres del ejército asirio. Dios es Todopoderoso, no importa de que tamaño sea el ejército enemigo, Dios puede hacerlo, en un solo día murieron 185,000 soldados enemigos, una plaga de enfermedad cayó sobre ellos, todos fueron muertos, entonces se fueron y regresaron a su tierra, fue una gran victoria para Dios. Ahora todo está marchando bien con Ezequías, excelente renovación espiritual, gran preparación de la gente.
Aquí está la segunda lección que aprendemos, “Oración y preparación” no es suficiente solo con orar, también hay que prepararse para enfrentar las batallas espirituales, Ezequías confiaba en Dios, pero también hizo su parte, construyo el estanque, fortifico la ciudad, aumento su ejército; su confianza y dependencia estaba con Dios, pero también se preparó adecuadamente para lo que venía.
Ahora las cosas estaban bien, a propósito, generalmente ¿qué sucede después de una gran victoria espiritual? mira el capítulo 20, de 2 de Reyes verso 1, “En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amos, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.” ¿Desearías escuchar esto para ti? Él solo tiene 39 años, es un gran líder, ha tenido grandes victorias, no se preocupa por ejércitos gigantescos, Dios está de su lado, pero ahora, él va a morir, mira su reacción, verso 2, “Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo: Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro.”
Pero no tenía amargura en su corazón, este llanto no era producto de amargura, solamente estaba muy triste. Tiene apenas 39 años y le acaban de decir que se va a morir, ahora, Dios nos puede curar de cualquier enfermedad en cualquier momento, pero a veces no sanar estas enfermedades es parte de su voluntad. Pero en este caso su voluntad fue curar a Ezequías, mira 2 Reyes capítulo 20 versos del 4 al 6, “Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová. Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo.”
La riqueza no significa que necesariamente estamos bien con Dios y la pobreza no significa que necesariamente estamos mal con Dios. La riqueza y la pobreza no tiene nada que ver con la fe del creyente. Dios hace ricos a los que él quiere y Dios hace pobres a los que él quiere. Más aun, Dios puede hacer rica a una persona en determinado tiempo y hacer pobre a la misma persona en otro tiempo para cumplir con sus soberanos propósitos.
La cuestión no es cuántos años o meses o días tenemos, la pregunta es, ¿qué estamos haciendo con el tiempo que Dios nos ha concedido? Esperamos que puedas acompañarnos en nuestro próximo programa donde podremos descubrir “Qué fue lo que Ezequías hizo con el tiempo que el Señor le concedió” Bendiciones.
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