Saludos cordiales amigo oyente. Es motivo de gran gozo compartir este tiempo junto a Ud. Bienvenido al estudio bíblico de hoy. El tema de nuestros estudios bíblicos últimos ha sido responder a la pregunta: ¿Qué hago ahora que soy de Cristo? Para ello, estamos usando como guía el librito escrito por el Presidente de Back to the Bible el Dr. Woodrow Kroll, titulado: 10 Primeros pasos para el Nuevo Creyente. Ya hemos revisado los cuatro primeros pasos. En el estudio bíblico de hoy, David Logacho nos hablará del quinto paso.
Todo nuevo creyente debería tener una idea clara de qué es lo que el Señor espera de él. Si esto no ocurre, ese nuevo creyente será como un barco a la deriva. Desdichadamente existen muchos creyentes que navegan en las turbulentas aguas de este mundo, como barcos a la deriva, porque jamás se han detenido a pensar en qué es lo que Dios espera de ellos. Ser salvo es un gran privilegio, pero todo privilegio conlleva una gran responsabilidad. La responsabilidad de todo creyente, queda bien definida en las palabras de Pablo dirigidas a los Gálatas, capítulo 4 versículo 19: «Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros» Así es amigo oyente, la meta de todo creyente es que Cristo sea formado en él. Ese era el anhelo ferviente de Pablo y ese es también mi anhelo. Ya estamos cansados de creyentes que proyectan una pobre imagen de Cristo. Es hora de que nos esforcemos al punto de la agonía para que Cristo sea formado en nosotros. Ser como Cristo en carácter, pues a esto se refiere el que Cristo sea formado en nosotros, no es un asunto fácil sino que demanda mucho tiempo y esfuerzo. Además demanda saber qué es lo que uno tiene que hacer. En este punto es donde entra este programa de 10 pasos, ideados por el Dr. Woodrow Kroll. En nuestros estudios bíblicos pasados, ya hemos visto los cuatro primeros pasos de este plan: El primero, asegúrese de que es salvo. El segundo, dígaselo a alguien. El tercero, establezca un tiempo devocional. Y el cuarto, ore. Ahora vamos a considerar el quinto paso. Dice así: Haga amistades cristianas. Alguien ha dicho con mucha razón que los adornos de una casa son los amigos que la frecuentan. Antes de ser creyente, su casa, que es su vida, tenía ciertos adornos, es decir, los amigos con quienes Ud. participaba en actividades que más vale no recordar. Eran amigos que iban muy bien con lo que Ud. era. Pero hoy, las cosas son diferentes. Ud. ha nacido de nuevo y según lo que dice la palabra de Dios, Ud. es una nueva criatura. En un sentido muy real Ud. es una casa diferente. Una casa hermosa. No es sensato traer los adornos de la casa vieja para ponerlos en la casa nueva porque en lugar de adornar más bien descomponen la imagen de su nueva casa que es su nueva vida en Cristo. Así es amigo oyente, después de haber llegado a ser creyente, Ud. necesita algunos nuevos amigos, algunos nuevos adornos para su nueva casa. No estamos diciendo que abandone totalmente a sus viejos amigos, algunos podrán seguir siendo sus amigos, quizá los menos nocivos para su vida espiritual, pero otros definitivamente no pueden seguir siendo sus amigos porque simplemente son muy nocivos para su vida espiritual. No es que Ud. va a alejarse de sus viejos amigos, sino que algunos de ellos, por su propia cuenta empezarán a alejarse de Ud. Cuando Ud. llega a ser una nueva criatura en Cristo, experimentará una súbita frialdad de parte de algunos viejos amigos y muchos probablemente le abandonarán a causa de su fe en Cristo Jesús. Esto es normal en la vida de todo genuino creyente y es necesario que sea así, porque es una manera de purificar en algo el ambiente corrupto donde antes nos hallábamos inmersos. Es muy peligroso rodearse de amistades nocivas para su nueva vida espiritual. Mire lo que dice Proverbios 4:14 y 15: «No entres por la vereda de los impíos, Ni vayas por el camino de los malos. Déjala, no pases por ella, pasa» Los impíos tienen sus propios caminos, sus propias metas, sus propios métodos, sus propias diversiones, su propio estilo de vida. La palabra de Dios dice: No entres en esos caminos. No te juntes con aquellos que han escogido andar por el ancho sendero de impiedad. Asegúrese por tanto de escoger buenas amistades y no hay mejores que las cristianas. Juan Gay lo ha dicho muy bien: De la selección de amigos depende nuestro bien o mal. Sus nuevos amigos determinarán la atmósfera en la cual Ud. edificará su nueva vida. Asegúrese que sea una atmósfera apropiada. De Ud. depende rodearse de buenos o malos amigos. Escoja amigos que le ayuden en los altibajos de su nueva vida cristiana. Este tipo de amigos cantarán alegremente con Ud. cuando se halle en la cima de la montaña y lo acompañarán en silencio cuando atraviese el más obscuro valle. Un filósofo del pasado, Aristóteles tenía una interesante definición de lo que es un amigo. Decía él, amigo es un alma que vive en dos cuerpos. Pero la realidad es que la amistad cristiana va más allá de eso. Dos amigos creyentes tienen el beneficio adicional que el mismo Espíritu reside en los dos, me refiero al Espíritu Santo. 1ª Juan 3:24 dice: «Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado» Esto es importante amigo oyente. Debemos fomentar amistades cristianas para beneficiarnos de ellos y para que ellos se beneficien de nosotros, bajo la inquisitiva mirada del Espíritu Santo que Dios ha hecho morar en cada uno de nosotros. El apóstol Pablo nos habla también de esto cuando en Filipenses 2:1-2 dice: «Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa» En otra epístola, Pablo también dice que a todos los creyentes se nos ha dado a beber de un mismo Espíritu. Aprovechemos de esta realidad amigo oyente y cultivemos amistades con otros creyentes en quienes mora el mismo Espíritu que mora en nosotros. Sus nuevos amigos pueden ser una bendición y un estímulo para Ud. El gozo compartido es más duradero y la aflicción compartida es más llevadera. Una buena amistad multiplica su gozo y divide sus aflicciones. Una buena amistad puede llegar a ser de gran ayuda para Ud. al hacerle partícipe de su sabiduría espiritual. Aparte de tener uno mismo sabiduría, lo mejor es rodearse de amigos sabios. Pida a esos amigos que le ayuden a entender lo que necesita saber y no dude en recurrir a sus amigos ante cualquier necesidad en su vida tanto espiritual como material. En el Antiguo Testamento existe un pasaje bíblico muy hermoso que principalmente se utiliza para afirmar los beneficios de vivir en pareja, pero que además se puede utilizar para ilustrar los beneficios de tener amigos creyentes maduros. Se encuentra en Eclesiastés 4:9-12 donde dice: «Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero: pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; más ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto» Hermoso pasaje. El beneficio de vivir en pareja y también el beneficio de rodearse de amigos idóneos. Me llamó mucho la atención la forma como termina este pasaje. Dice: cordón de tres dobleces no se rompe pronto. Así es la amistad cuando está el Espíritu Santo de por medio. Son tres dobleces que pueden resistir los embates del más fiero temporal. Un diario inglés decidió otorgar un premio al lector que envíe la mejor definición de amigo. Llegaron miles de definiciones de lo que es un amigo, entre las mejores estaban por ejemplo: Uno que multiplica la alegría y divide la tristeza. O esta otra: Uno que comprende cuando callamos. O esta otra: Un reloj que siempre da la hora exacta y nunca se gasta. Pero la definición que se llevó el premio decía así: Un amigo, es alguien que viene cuando todo el mundo se va. Interesante definición, mi amigo, mi amiga. Los amigos que nos pueden ayudar son aquellos que están de vuelta cuando todos los demás están de ida. Hacer amigos cristianos es un paso importante para todo nuevo creyente.
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