Cordiales saludos amable oyente. Bienvenida, bienvenido al estudio bíblico de hoy. Seguimos con el estudio del libro de Daniel. En nuestro último estudio bíblico, Daniel relató una visión que tuvo en el año tercero del reinado del rey de Babilonia, Belsasar. En su visión, Daniel vio a un carnero que tenía dos cuernos y uno de ellos era más alto que el otro. Este carnero era muy poderoso. No había bestia que se pare delante de él y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía. Pero en eso, Daniel vio a un macho cabrío que tenía un cuerno notable entre sus ojos y venía del lado del poniente a toda velocidad, al punto que parecía que volaba. Al mirar al carnero, el macho cabrío arremetió contra él y acabó con él. Pero estando en su mayor fuerza, aquel cuerno notable fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo. Esta parte de la visión tiene que ver con el pueblo de Israel y los reinos medo-persa y griego. El carnero y sus dos cuernos, representa al reino medo persa, un reino muy poderoso en su época, pero este reino fue derrotado por los griegos, al mando de Alejandro Magno. El macho cabrío y su cuerno notable representa al reino griego y su notable líder. Pero mientras estaba en su apogeo, Alejandro Magno murió en forma misteriosa, el cuerno notable fue quebrado, y esto provocó que el reino se divida entre cuatro de sus generales, representados por los cuatro cuernos notables. En el estudio bíblico de hoy, examinaremos lo que sucedió a continuación.
Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en Daniel 8 a partir del versículo 9. Esta parte de la visión gira alrededor de un cuerno pequeño que sale de uno de los cuatro cuernos del macho cabrío. Este cuerno pequeño no debe confundirse con el cuerno pequeño del capítulo 7 de Daniel. La única relación posible entre estos dos cuernos pequeños es que el cuerno pequeño del capítulo 8 es un tipo del cuerno pequeño del capítulo 7. Como notaremos en el transcurso de este estudio bíblico, el cuerno pequeño del capítulo 8 representa a un personaje histórico para nosotros, mientras que el cuerno pequeño del capítulo 7 representa a un personaje todavía futuro para nosotros. Con esto en mente, vayamos a Daniel 8:9. La Biblia dice: Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa.
El texto dice que este cuerno pequeño salió de uno de los cuatro cuernos del macho cabrío, una vez que fue quebrado el único cuerno notable. Pues, el cuerno pequeño normalmente se identifica con un personaje de triste recordación para el pueblo de Israel, llamado Antíoco Epífanes, descendiente de Seleuco, quien recibió como su territorio Siria y gran parte de Medio Oriente, a la muerte de Alejandro Magno. El texto también dice que este cuerno pequeño creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. Esto significa que Antíoco Epífanes iba a ejercer dominio sobre una buena parte del imperio griego original, especialmente sobre la tierra gloriosa, o el territorio de Israel. Sobre Antíoco Epífanes, Evis Carballosa registra lo siguiente: Este cuerno pequeño es identificado como Antíoco IV Epífanes quien reinó en Siria entre los años 175 y 164 AC. Este Antíoco Epífanes se caracterizó por su odio y persecución contra los judíos. En el año 168 AC, Antíoco Epífanes organizó una invasión contra Egipto que resultó en un rotundo fracaso. Enfurecido a causa de su fracaso quiso desahogarse embistiendo contra Jerusalén. Las murallas de la ciudad fueron destruidas, el templo fue profanado, una imagen de Antíoco Epífanes fue colocada en el lugar santísimo y se ofreció como sacrificio un cerdo en el altar. Además, centenares de judíos fueron vendidos como esclavos. Así que, amable oyente, el cuerno pequeño, Antíoco Epífanes, fue sin lugar a dudas un siniestro personaje, un tipo de otro cuerno pequeño que está por manifestarse durante la tribulación, el Anticristo. En segundo lugar, Daniel vio en visión las obras perversas del cuerno pequeño. Daniel 8:10-12 dice: Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó.
Dan 8:11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra.
Dan 8:12 Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó.
Esta parte de la visión describe las acciones perversas de Antíoco Epífanes contra el pueblo de Dios, contra la persona de Dios y contra el templo de Dios. Cuando Daniel habla del ejército del cielo, se está refiriendo al pueblo escogido de Dios, al pueblo de Israel. Antíoco Epífanes arremetió contra pueblo de Israel, parte del pueblo de Israel fue abatido y destruido. A esto se refiere Daniel cuando dice que parte del ejército y de las estrellas echó por tierra y las pisoteó. Además de esto, Daniel dice que el cuerno pequeño se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos. Esto significa que Antíoco Epífanes arremetió contra Jehová, el Dios de Israel. El cuerno pequeño también se engrandeció contra el lugar del santuario de Jehová y lo echó por tierra. Esto significa que Antíoco Epífanes arremetió contra el templo en Jerusalén y lo profanó. El texto también dice que a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó. La maldad de Antíoco Epífanes fue tal que el pueblo de Israel fue entregado en su mano y de esa manera, Antíoco Epífanes manejó a su antojo el ritual del templo, administrando como él quería los continuos sacrificios en el templo, de forma que pisoteó la verdad y vio hecho una realidad todo lo que su perverso corazón quería. Finalmente por ahora, en tercer lugar, tenemos la duración del dominio del cuerno menor. Daniel 8:13-14 dice: Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?
Dan 8:14 Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.
Daniel vio en visión alguien a quien él llama “santo” quien hablaba. Debe haber sido un ángel. La Biblia no revela lo que decía. Otro de los santos, o ángeles se acercó al ángel que hablaba y le hizo una pregunta: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? El ángel que preguntaba esto, estaba, por decirlo así, poniendo en palabras la inquietud que debe haber tenido el mismo Daniel mientras miraba la visión. Siendo un varón judío muy temeroso de Dios y celoso del templo y sus ritos, Daniel debe haber estado muy angustiado por saber hasta cuándo la gente de Antíoco Epífanes seguirá manejando el continuo sacrificio en el templo y hasta cuándo durará la prevaricación asoladora, que no es otra cosa sino la obra perversa de Antíoco Epífanes, quien profanó el santuario sacrificando aquel cerdo, y quien asoló y pisoteó al ejército de Dios, es decir al pueblo de Israel. El ángel que hablaba respondió la pregunta y dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas, luego el santuario será purificado. Esta respuesta del ángel ha sido objeto de varias interpretaciones erradas. Por ejemplo, los adventistas del séptimo día lo entendieron en el sentido que estos dos mil trescientos días se refiere en realidad a años, que según sus forzados cálculos, se cumplirían en el año 1844, año en el cual supuestamente debía venir por segunda vez a la tierra el Señor Jesucristo. Como obviamente nada de esto se cumplió, porque llegó el año 1844 y pasó y no vino el Señor Jesucristo por segunda vez a la tierra, quedó comprobado que esos dos mil trescientos días no se debe interpretar como dos mil trescientos años. Entonces, ¿cómo se debe interpretar? Pues literalmente como allí aparece. Esto es lo que recomiendan notables estudiosos bíblicos como Walvwoord, quien dice que es mucho más adecuado tomar los dos mil trescientos días de manera natural. De modo que, en su opinión, los dos mil trescientos días constituyen el periodo de tiempo transcurrido entre el año 171 AC, año del asesinato de Onías III quien era el legítimo sumo sacerdote antes de la profanación del templo por Antíoco Epífanes, y el año 165/4 AC cuando el templo fue purificado y dedicado a Jehová. Confirmando esto y añadiendo más información, John MacArthur en las notas de su Biblia dice lo siguiente: El periodo abarca unos seis años y un tercio. La profecía fue precisa en la identificación del tiempo que corresponde a la persecución de Antíoco, entre el 6 de Septiembre de 171 AC y el 25 de Diciembre de 165/4 AC. Después de su muerte, los judíos celebraron la purificación de su lugar santo en el festival de las luces o Hanukkah, en celebración de la restauración liderada por Judas Macabeo. Muy bien. En nuestro próximo estudio bíblico analizaremos algunos otros detalles sobre la interpretación de esta visión. Espero su compañía.
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