La Tentación en sí misma no es un pecado, ceder a la tentación es pecado, aquellos que practican la homosexualidad tienen una vida de pecado.
La Tentación en sí misma no es un pecado, ceder a la tentación es pecado. Aquellos que practican la homosexualidad tienen una vida de pecado, 1 de Corintios capítulo 6 versículos del 9 al 10 dicen: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” (1 Corintios 6:9 y 10) Así que, tenemos que hacer un alto y preguntarnos ¿quiénes son los injustos?
Todos somos pecadores, por lo tanto, esto significa que nadie va a heredar el reino de Dios, pero bueno, eso no es lo que Pablo está diciendo, los injustos son aquellos que continúan una vida de pecado y no están arrepentidos de su pecaminosidad, los injustos tienen su vida de pecado como algo correcto y siguen por ese camino.
Ellos no heredarán el reino de Dios, en 1 de Timoteo, Pablo dice que aquellos que practican la homosexualidad, quienes tienen este estilo de vida o quienes practican el sexo antes del matrimonio están en pecado; el sexo fuera del matrimonio se llama adulterio. Las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer, que no están casados, se llama fornicación, eso es un pecado y conlleva consecuencias peligrosas, al igual que cualquier otro pecado la homosexualidad es repugnante y abominable a los ojos de Dios y, al igual que cualquier otro pecado, la homosexualidad no puede justificarse por las cosas que pueden haber sucedido en nuestro pasado. Como cualquier otra tentación es difícil vencerla, pero es posible.
Sé que algunos tal vez estén pensando: “no tienes ni idea, esto es algo con lo que he luchado toda mi vida” Algunos de ustedes son adolescentes viviendo en un mundo en donde todo es aceptado bajo la concepción de que sólo es diferente. Muchos que practican la homosexualidad argumentan que no están lastimando a nadie y se preguntan: ¿Por qué no podemos estar con aquellos a los que amamos? Está bien, entonces, bajo ese argumento, permítanme hacerles una pregunta: si un día papá llega a la casa se sienta a la mesa y les dice: quiero decirles que estoy involucrado en una relación adúltera, voy a salir esta semana con una hermosa jovencita y probablemente ustedes tengan que abandonar la casa ¿ustedes estarían de acuerdo con esta relación? Ustedes pensarían: bueno finalmente ¿quién soy yo para juzgar? ¿Esto es muy difícil verdad?
Bueno pongamos otro ejemplo, supongamos que ustedes tienen una tarjeta de crédito y reciben una notificación de qué tiene una deuda por 15.000 dólares, inmediatamente ustedes pensarían: “¿Qué fue lo que pasó? Alguien utilizó mi tarjeta, robó mi identidad y gastó mucho dinero a mi nombre” Bajo la perspectiva de que al hacer eso no lastima a nadie, quiero preguntarles: ¿eso estaría bien? Yo puedo justificarlo diciendo: tal vez es sólo la inclinación de alguien para gastar dinero, tal vez son sólo calumnias ¿Quién soy yo para juzgar esto?
¿Te das cuenta? la homosexualidad es un pecado más en la lista de pecados, no podemos decir que está bien, no podemos decir que no hace daño a nadie. Un ladrón puede hacernos daño al robar nuestra tarjeta de crédito aun si es por un bueno motivo. Si un padre hiciera esto, definitivamente lastimaría a su familia, si alguien roba tu identidad, definitivamente te hace daño. No podemos asumir que el pecado de la homosexualidad no le hace daño a nadie, lo que tú tienes que entender es que cualquier cosa qué interrumpa tu relación con Dios es un pecado.
Si tú eres un creyente, si estás en armonía con tu Padre Celestial, sabrás con certeza que pecar siempre nos perjudica. Dios ha puesto algunas reglas, y si vamos a participar con alguien de su estilo de vida pecaminoso, sea cual sea este pecado, debes saber que un día estarás frente a tu Padre Celestial, que te ama tanto que envió a su hijo para morir por ti. Recuerda cuando David cometió adulterio en el salmo 51, ¿qué fue lo que dijo? ¿cuáles fueron sus primeras palabras de confesión? él dijo: “contra ti y sólo contra ti he pecado” Pues bien, espera un momento, ¿qué fue lo que pasó con Betsabé? Sí, el pecado de David también la afectó a ella, efectivamente así fue, pero todo comienza con Dios, el pecado es contra Dios y si Él nos ama como un padre celestial, entonces jamás va a estar de acuerdo con nuestro pecado.
Para aquellos de ustedes que están luchando con la homosexualidad tengo algunas buenas noticias: la tentación de la homosexualidad puede ser dominada y el pecado de la homosexualidad puede ser redimido.
Pablo dice en 1 Corintios 6 versículo 11, “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” Fuiste apartado para Dios. Tu identidad ahora no es tu orientación sexual. Tu identidad ahora está en Jesucristo y has sido justificada. Has sido declarado no culpable y has sido revestido con la justicia de Jesucristo. Eso es lo que algunos de ustedes eran, pero puede cambiar si lo desea. Es justamente ahí donde radica el problema de todos los pecados, si soy un adúltero puedo cambiar, pero sólo si lo deseo.
Sé que hay muchas personas que son muy arrogantes con sus pecados. He hablado con muchos que han caído en el pecado del adulterio y no quieren cambiar. Escucha lo que dice el doctor Jeffrey Santanova, él es Master en psiquiatría y psicología infantil de la Universidad de Yale y estudió psicología y religión en la universidad de Harvard, él escribió un gran libro llamado “la homosexualidad y la política de la verdad” Permíteme leer algo muy rápidamente, la primera cosa que nos dice es que los científicos no han logrado descubrir con ningún estudio un gen homosexual, “Así que la homosexualidad no es un tema genético puede ser cambiado, no es innato”
Escucha lo que él nos dice: “si la persona homosexual desea cambiar, inmediatamente ingresa en el camino hacia la curación, pero en este camino él encontrará que este camino es largo y difícil pero muy satisfactorio. A través de terapia entenderá cuál es su verdadera naturaleza y que la naturaleza de sus anhelos en realidad no se trata de sexo y que no está definido por sus apetitos sexuales. En estas terapias, posiblemente aprenderá cómo compartir correctamente con otros hombres para obtener de ellos una verdadera y masculina amistad no sexual, también aprenderá cómo relacionarse adecuadamente con una mujer, a relacionarse con ella como una amiga, una amante, y una compañera de vida y si Dios quiere, posiblemente con la madre de sus hijos.
Las comunidades de fe que abrazan a los homosexuales, sólo les ofrecen orientación moral, pero la verdadera curación, pretende además lo más importante, llegar a encontrar paz en los brazos del amor de Dios, esto no es una mera fórmula cristianoide, es una realidad viva. Aquellos que encuentran esta está paz en Dios, son verdaderamente bendecidos independientemente de sus heridas.
Si esta persona es lo suficientemente afortunada como para poner todo esto en el contexto de su fe, entonces descubrirá qué ha encontrado el largo pero venturoso camino de la santificación, quiero que sepas qué puedes cambiar y quiero que sepas que Dios puede iniciar este cambio en tu vida. Pero no es aceptable el pecado, todos somos pecadores, Dios puede traer una sanidad grandiosa a tu vida.
Ahora ¿cómo podemos responder como iglesia?, bien, la única manera de responder como iglesia es responder como lo hizo Jesús, así que quiero recordar una historia, no la voy a leer, pero es la historia donde Jesús se encuentra en la casa de un fariseo llamado Simón y cuando están comiendo, una mujer dice, que había vivido una vida pecaminosa, ella fue a Jesús, allí en medio de todos estos hombres. Esta mujer llegó hasta dónde estaba Jesús, ella estaba llorando tanto que los pies de Jesús se mojaban con sus lágrimas y ella limpiaba sus pies con sus cabellos, esta mujer tenía un frasco de un perfume valiosísimo. Los estudiosos dicen que el costo de este perfume era de al menos un año de salario, y ella lo derramó sobre sus pies. ¿Recuerdas lo que pensaba la gente que estaba ahí?: “Él no puede ser un profeta, porque si él supiera quién es esta mujer no permitiría que ella le toque”
Tristemente esa también suele ser nuestra respuesta con respecto a la homosexualidad. Cómo ven, todos somos pecadores, todos tenemos problemas con el pecado, todos estamos en esta lista de pecados de las escrituras, pero de alguna manera creemos que la homosexualidad es un pecado diferente o un pecado peor. Podemos entender el adulterio y lo justificamos diciendo: “sí, sí, en un momento de debilidad es algo que puede pasar, pero no la homosexualidad, es diferente”. Mira, déjame decirte esto: todos pecan, desde el materialismo hasta la avaricia; el robo, el asesinato el adulterio, la pornografía y la homosexualidad: todos son pecados, sin ninguna diferencia.
Todo pecado es aborrecible delante de Dios y como cristianos no podemos ser nosotros quienes clasifiquemos a los pecados entre buenos y malos, todos estamos mal a los ojos de Dios, ¿Recuerdas lo que Jesús le dijo a Simón el fariseo? Permíteme recordártelo, Él le preguntó “¿supongamos que hay una persona qué te está debiendo dinero, una deuda de 50.000 y otro adeuda 500”? pero ninguno puede pagarlo, así que el acreedor perdona a ambos deudores, él les perdona toda la deuda y les dice no se preocupen más por esto, hace lo mismo con el de 50.000 y con el de 500, entonces Jesús dice: ¿Quién crees que va a mostrar más amor a la persona que les perdonó la deuda? El de los 50.000 responderías. Sabes, lo que Jesús está diciendo es que todos tenemos una deuda cuando se trata de pecado y sólo el sacrificio de Jesús ha hecho posible cancelar esa deuda. Es por su gracia que podemos tener una relación con él y podemos ser sanados de nuestras heridas del pasado.
Sé que todos los padres cuando escuchan un tema sobre la crianza de los hijos quieren la fórmula mágica y muchas veces la comunidad cristiana nos ha llenado de expectativas poco realistas sobre este tema. Bueno, sólo quiero que sepan que no existe este libro.
Esperamos que puedas acompañarnos en nuestro próximo programa y conocer juntos más sobre cómo educar a nuestros hijos. Bendiciones.
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