Es motivo de gran gozo para mí, saludarle en el precioso nombre del Señor Jesucristo, amiga, amigo oyente. Muchas gracias por su sintonía. En esta oportunidad vamos a comenzar el estudio de la segunda epístola de Pablo a los Corintios, en la serie titulada: “El legado de un siervo de Jesucristo”
Qué privilegio es abrir la palabra de Dios amable oyente. No permita que pase ni un día sin que abra el cofre de tesoros espirituales que es la Biblia. Allí encontrará todo lo que necesita saber para vivir una vida con propósito. Esto es lo que yo estoy haciendo este momento y me da mucho gozo compartir con usted lo que he hallado. Contando con la gracia de Dios y la guía de su Espíritu, vamos a comenzar un estudio de la segunda epístola de Pablo a los Corintios, o como estamos acostumbrados a decir: Segunda a Corintios, no segunda de Corintios, porque Corintios no es el nombre del autor de la carta. Pero antes de examinar el contenido de este maravilloso libro de la Biblia, es necesario hacer una breve introducción para ubicarnos bien en su contexto histórico. Con esto en mente, diremos que 2 Corintios, está estrechamente ligada con la primera carta que Pablo escribió a los Corintios. Hasta donde se puede discernir no debe haber más de un año de diferencia entre la primera y la segunda carta a los Corintios. Después de escribir la primera carta a los Corintios, parece que Pablo quedó bastante perplejo en cuanto a la reacción que provocaría esta carta entre los creyentes de Corinto. La primera epístola había sido escrita con mucho pesar en su corazón y por tanto Pablo esperaba que provoque cambios positivos entre los Corintios, pero todavía estaba por verse si eso fue así. Para saber cuál fue la reacción de la iglesia en Corinto a la primera carta que escribió, Pablo envió a Tito a Corinto. Algunos estudiosos de la vida de Pablo han llegado a la conclusión que antes de que Pablo envíe a Tito a Corinto, Pablo recibió noticias preocupantes por medio de Timoteo, en cuanto a la reacción que había causado su carta entre los Corintios, y por la mucha tribulación y angustia del corazón escribió a los Corintios una carta severa por medio de Tito, carta que se considera perdida. Pero esto es simplemente una mera especulación. En todo caso, para el tiempo que Pablo escribió la segunda carta a los Corintios había salido de Efeso en la provincia romana de Asia en donde había sufrido gran tribulación. Al salir de Asia, llegó a Troas, donde el Señor le abrió puerta para predicar el Evangelio de Cristo. Allí en Troas, Pablo esperaba la llegada de Tito con las noticias de Corinto, pero no sucedió así. Esto hizo que Pablo no tenga reposo en su espíritu y despidiéndose de los hermanos en Troas navegó hacia Macedonia. Fue en Macedonia donde Pablo finalmente se encontró con Tito y recibió las tan ansiadas noticias sobre Corinto. 2 Corintios 7:5-7 registra este hecho de la siguiente manera: Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores.
2Co 7:6 Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito;
2Co 7:7 y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que me regocijé aun más.
Las noticias que trajo Tito desde Corinto, eran mayormente buenas noticias. Tito informa primero que cuando llegó a Corinto la primera carta de Pablo, fue bien recibida, porque la recibieron con temor y temblor. Informa en segundo lugar, que los más de la iglesia estaban profundamente arrepentidos sobre los males que habían provocado la primera carta de Pablo, especialmente con referencia al caso de fornicación en la iglesia. Luego declara que por este arrepentimiento la iglesia separó al pecador y que el pecador mismo fue inducido a arrepentirse por la acción de la iglesia y la carta de Pablo. Tito también informa a Pablo que había comenzado a hacer la colecta para lo cual había sido enviado, y que progresaba mucho aunque no estaba completa todavía. Todo esto fue muy satisfactorio y quitó un gran peso del corazón de Pablo. Pero en medio de esto, Tito informó que algunos miembros de la iglesia estaban unidos en yugo desigual con los incrédulos. El informe de Tito también mostraba que todavía prevalecía entre los creyentes corintios ese espíritu de división y celos. Estas eran malas noticias, pero lo peor era que había una minoría quienes acusaban a Pablo de debilidad por escribir una carta en lugar de ir personalmente y que su carta tenía mucho peso pero su presencia corporal era débil y su palabra despreciable. Dudaban de la autoridad apostólica de Pablo diciendo que nunca había visto al Señor en la carne y que no era uno de los doce apóstoles originales, que el hecho que trabajaba para sostenerse a sí mismo en lugar de demandar sustento apostólico mostraba que estaba consciente de la debilidad de sus pretensiones apostólicas. Por eso es que en 2 Corintios tenemos una carta que trata diversos asuntos. En términos generales esta carta está dividida en tres partes. Los primeros siete capítulos se dedican a mostrar el ministerio de Pablo y sus métodos. . Los capítulos 8 y 9 tratan sobre la gran colecta para ayudar a los creyentes en Judea. Los capítulos 10 a 13 son la defensa de Pablo de su apostolado. En cuanto al autor, es obvio que se trata del apóstol Pablo. En cuanto a la fecha de escritura, se estima que debe haber sido escrita a fines del año 55 DC o a principios del año 56 DC. Con esto en mente, vayamos a la introducción de la carta. Lo primero que notamos es la identificación del autor y los destinatarios de la carta. 2 Corintios 1:1 dice: Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya:
El autor de la carta es Pablo. Seguramente consciente de la resistencia que tenían algunos en la iglesia de Corinto de reconocer a Pablo como apóstol, Pablo enfatiza que es apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios. Apóstol de Jesucristo significa uno que ha sido enviado o encomendado personalmente por el Señor Jesucristo para hacer alguna obra. Siendo así, el oficio de Apóstol de Jesucristo se limita a los doce más Pablo. Cualquier otra persona que se atribuya a sí mismo el oficio de apóstol de Jesucristo, es simplemente un impostor. Pero note que al identificarse a sí mismo, además de señalar que es apóstol de Jesucristo, Pablo dice que esto es por la voluntad de Dios. Pablo no llegó a ser apóstol de Jesucristo por su propia voluntad, tampoco llegó a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad a algún otro ser humano, tampoco llegó a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de la iglesia cristiana. Pablo llegó a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios. Se trata de un llamamiento divino. Si fue Dios quien llamó a Pablo para ser apóstol, no hay ser humano que pueda ponerlo en tela de duda. Esto estaba preparando el camino para la defensa que más adelante en su carta hace Pablo de su apostolado. Luego observe que Pablo incluye a Timoteo, su hermano en la fe. Timoteo fue un fiel colaborador de Pablo y seguramente Pablo lo incluyó en su carta con la finalidad de dar mayor credibilidad a todo lo que dice por el hecho que Timoteo estaba al tanto de todo lo que estaba sucediendo en la iglesia en Corinto. Después tenemos los destinatarios de la carta. Se trata de la iglesia de Dios que está en Corinto. Las personas que habían recibido a Cristo como Salvador y que se reunían en el nombre del Señor Jesucristo en la ciudad de Corinto, forman la iglesia de Dios que está en Corinto. La palabra iglesia significa lo que son llamados fuera. Los creyentes hemos sido llamados por Dios para dejar de ser parte del mundo y pasar a formar parte del pueblo de Dios. La iglesia no pertenece a determinado pastor o a determinada denominación, sino a Dios, quien dio a su Hijo el Señor Jesucristo para que muera en la cruz, y de esa manera, se pueda hacer posible que pecadores como usted y como yo, podamos dejar de ser parte del mundo y pasemos a formar parte del pueblo de Dios. Pablo dirige su carta a la iglesia de Dios que está en Corinto y además a todos los santos que están en toda Acaya. Los santos, es una referencia a los creyentes en general, quienes han recibido a Cristo como Salvador. Estos santos están en toda Acaya, la provincia romana en la cual estaba localizada la ciudad de Corinto. En segundo lugar notamos el saludo de la carta. 2 Corintios 1:2 dice: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Gracia es el favor no merecido que Dios hace efectivo sobre el pecador que reconoce su pecado y recibe a Cristo como su Salvador personal. Paz es el resultado de esa obra de gracia de Dios. El pecador perdonado de su pecado está en paz con Dios. Antes de ser creyente, el pecador era enemigo de Dios, pero por la obra de Cristo en su vida, el pecador que recibe a Cristo como su Salvador es reconciliado con Dios, de manera que está en paz con Dios. Todo esto proviene de Dios, quien es nuestro Padre, y del Señor Jesucristo quien es nuestro Salvador. En nuestro próximo estudio bíblico, comenzaremos a estudiar el contenido mismo de la carta. Espero su sintonía.
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