Cordiales saludos amable oyente. Bienvenida, bienvenido al estudio bíblico de hoy. Estamos estudiando la primera carta de Pablo a Timoteo en la serie titulada Claves para ser un buen ministro de Jesucristo. En esta ocasión vamos a mirar que un buen ministro de Jesucristo debe ser un líder de la vida de oración en la iglesia.
Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en 1 Timoteo 2:1-8. Antes de entrar a un análisis de este pasaje bíblico es necesario señalar que el hábito de oración personal casi se ha perdido en la mayoría de los creyentes en general y en no pocos pastores o ancianos en particular. No es extraño por tanto que el hábito de oración pública en las iglesias locales también esté en constante declive. La reunión con menos asistencia en la mayoría de iglesias locales es la reunión de oración. Los creyentes están más dispuestos a hacer cualquier cosa que ir a un templo o para unirse en oración con otros creyentes. Instruyendo a Timoteo para que sea efectivo en su labor en la iglesia local en Efeso, Pablo enfatiza la necesidad de la oración tanto personal como pública. En primer lugar tenemos la exhortación a orar. La primera parte de 1 Timoteo 2:1 dice: Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias. La frase exhorto ante todo, comunica por un lado una forma muy respetuosa de solicitar algo. Viniendo de un apóstol tiene en realidad la fuerza de un mandato. Pero por otro lado, comunica un sentido de prioridad. Es bueno evangelizar, pero ante todo, orar. Es bueno enseñar, pero ante todo orar. Es bueno servir, pero ante todo orar. La oración es parte de la vida devocional del creyente. Primero es la devoción, después el servicio. Devoción sin servicio es vanidad, servicio sin devoción es hipocresía. Pablo exhorta a orar utilizando cuatro palabras. Número uno, rogativas, que significa hacer pedidos por alguna necesidad imperiosa. Número dos, oraciones, es el término más utilizado para referirse a esta actividad. Número tres, peticiones, que significa presentar a Dios las necesidades de otros. Número cuatro, acciones de gracias. Es la actitud de un corazón que expresa gratitud a Dios por lo que hace y por lo que es. En segundo lugar, tenemos el motivo de oración. La segunda parte de 1 Timoteo 1:1 hasta la primera parte del versículo 2 dice: por todos los hombres;
1Ti 2:2 por los reyes y por todos los que están en eminencia,
El motivo de oración es la humanidad en general. Por todos los hombres, dice Pablo, sin importar si son creyentes o no, sin importar si están cerca o están lejos, sin importar si nos aman o no. Sin embargo, la oración debe ser muy específica. Pablo dice que la iglesia debe orar por los reyes y por todos los que están en eminencia. Trasladando la idea a nuestra época, diríamos por los presidentes y por todos los que están en las esferas de gobierno. Tal vez Usted estará pensando: A lo mejor los reyes y los que estaban en eminencia en la época de Pablo deben haber sido buenos gobernantes para que Pablo pida orar específicamente por ellos. Pero no hay tal, amable oyente. En el tiempo que Pablo escribió estas palabras, esa parte del mundo estaba dominaba por el imperio romano, y el emperador de turno era el tristemente célebre Nerón, un dictador cruel, quien persiguió sin misericordia a la iglesia. Pero a pesar de eso, Pablo exhortó a la iglesia a orar por él y por todos los que estaban gobernando junto a él. Puede ser que no estemos de acuerdo con las decisiones que toman los presidentes o sus ministros, o cualquier funcionario de gobierno, pero no por eso debemos rebelarnos contra ellos. Note lo que dice Romanos 13:1-2 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
Rom 13:2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
En lugar de rebelarnos contra las autoridades superiores, debemos orar por ellas. En tercer lugar, tenemos el resultado de orar por los reyes y por todos los que están en eminencia. La segunda parte de 1 Timoteo 2:2 dice: para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
La oración a favor de los reyes y los que están en eminencia produce un resultado beneficioso no sólo para esas autoridades sino también para la sociedad en general y la iglesia en particular. Esto hará factible que los creyentes vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Cuando las autoridades de gobierno fracasan en su gestión, toda la sociedad sufre las consecuencias de ello y ciertamente también los creyentes. La oración de una iglesia por las autoridades produce un gran beneficio para la sociedad. En cuarto lugar tenemos la evaluación que Dios hace de la oración. 1 Timoteo 2:3 dice: Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,
La oración es catalogada por Dios nuestro Salvador, como algo bueno y agradable. Debe ser por esto que Satanás hace todo lo posible para que los creyentes no oren y para que las iglesias locales tampoco oren. Satanás debe estar muy molesto cuando los creyentes oran y cuando las iglesias oran porque él sabe que Dios estima mucho la oración, al punto que lo considera como algo bueno y agradable. Si Usted quiere hacer algo que de seguro va a ser bueno y agradable para Dios, debe comenzar inmediatamente a cultivar su vida de oración. Teniendo en mente a Dios nuestro Salvador, Pablo nos presenta su propósito de salvar a todo pecador. 1 Timoteo 2:4 dice: el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
La obra de Dios al permitir que su Hijo venga a este mundo en forma humana, para tomar el lugar del pecador y recibir el castigo que el pecador merece, es más que suficiente para que todos los pecadores sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Dios nuestro Salvador quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Pero eso no significa que todo pecador es salvo aunque no lo quiera. Dios no quiere poblar el cielo con gente que no quiere estar allí. La salvación es solamente para los pecadores que voluntariamente reciben a Cristo como su único y personal Salvador. Por eso Pablo escribió lo que aparece en 1 Timoteo 2:5 donde dice: Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
Dios nuestro Salvador quiere salvar a todo pecador, pero para que todo pecador se salve es necesario que todo pecador se acerque a él por medio del único mediador entre Dios y los hombres. Este mediador es Jesucristo hombre. El mediador es quien hace de puente entre dos partes en conflicto. Jesucristo es quien hace de puente entre el hombre pecador y Dios nuestro Salvador. El Señor Jesucristo dijo en Juan 14:6 “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí” El camino al Padre no es alguna religión cualquiera que sea. El camino al Padre es una persona, esa persona es Jesucristo, el único mediador. Para ser nuestro mediador, Jesucristo tuvo que pagar el inestimable precio de su propia vida. Pablo lo confirma en 1 Timoteo 2:6 donde dice: el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
Jesucristo se dio a si mismo como rescate. Esto significa que él se dio a sí mismo como pago para que los pecadores que le hemos recibido como Salvador podamos quedar libres de un cruel amo que nos tenía bajo su dominio. De esto se dio testimonio a su debido tiempo. Es lo que en esencia consiste el evangelio de Cristo o las buenas noticias de Cristo. Pablo se considera a sí mismo como vocero de este evangelio. 1 Timoteo 2:7 dice: Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.
Pablo fue constituido por el mismo Señor Jesucristo como su vocero, un predicador y como su enviado, un apóstol, y como un maestro de los gentiles en fe y verdad. Todo esto es absolutamente la verdad. Pablo pone a Cristo como testigo. Finalmente Pablo retoma el tema de la oración y expresa una conclusión. 1 Timoteo 2:8 dice: Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.
La oración es tan vital en la vida personal de los creyentes y en la vida de iglesia, que Pablo enfatiza su sutil mandato. Quiero pues que los hombres, o los varones, oren en todo lugar. Se refiere a la oración pública, algo que deben hacerlo los varones. La manera de orar es levantando manos santas. Esto no habla necesariamente de una postura determinada para orar, levantando los brazos, aunque no hay nada de malo en hacerlo. Pero, levantando manos santas habla de un estilo de vida íntegro, de manera que al orar en público los varones no se hallen aparentado hipócritamente que están viviendo en santidad. Otra condición para que los varones oren en público es que lo hagan sin ira ni contienda. Orar en público o en privado, con un corazón lleno de ira o un espíritu contencioso, echa a perder la oración. Para ser un buen ministro de Jesucristo es necesario guiar a la congregación a cultivar una vida de oración tanto en lo privado como en público.
LA BIBLIA DICE… es un ministerio sin fines de lucro, que se mantiene gracias a las oraciones y ofrendas de muchos hermanos alrededor del mundo, si Dios ha puesto en su corazón el deseo de apoyarnos, contáctese con nosotros para indicarle la forma de hacerlo y… antes de finalizar el programa de hoy quiero invitarle a visitar nuestra página Web y conocer la respuesta a la PREGUNTA DEL DÍA ¿Estará Judas Iscariote ahora mismo en el infierno? Nuestra dirección es: labibliadice.org en donde puede escuchar nuevamente el programa de hoy, le repito nuestra dirección triple w.labibliadice.org. Bendiciones y le esperamos en nuestra próxima edición.
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