Es motivo de mucho gozo saber que Usted nos está escuchando. Bienvenida, bienvenido al estudio bíblico de hoy. Prosiguiendo con el estudio del libro de Proverbios, en la serie titulada: Proverbios, sabiduría celestial para la vida terrenal, David Logacho nos hablará de lo absurdo, por decir lo menos, de meterse en una relación extra marital.
Si usted es casado o casada, ¿ha hecho el solemne compromiso de mantener una relación monógama con su pareja? Debería hacerlo, porque eso es lo que Dios demanda en su palabra. El plan moral, bíblico y espiritual de Dios para su vida es que se mantenga puro y sea fiel a su cónyuge.
Pero ¿sabía que la fidelidad en el matrimonio tiene también otros beneficios importantes? Según un estudio realizado por una entidad privada, el honrar los votos de fidelidad en el matrimonio reduce el estrés, mejora la salud y aumenta la riqueza. ¿Qué le parece? Maravilloso ¿No es cierto? Entonces, ¿Por qué es que tantos matrimonios tienen que transitar por el tortuoso sendero de la infidelidad matrimonial?
En una encuesta realizada por la revista Psychology Today, un tercio de los esposos y las esposas encuestadas admitieron que habían tenido al menos una relación extra marital.
Muchas teorías se han planteado como explicación para este fenómeno, algunas inverosímiles, como la planteada por Richard Holloway, un obispo Anglicano de Edimburgo, Escocia, según el cual, el adulterio está en los genes. Dios nos ha hecho así y por tanto no debemos condenar a la gente que comete adulterio, porque solamente está obedeciendo algo que está en sus genes.
Bueno, esta es la razón que plantea este obispo, pero no es la razón que plantea Dios. La razón que plantea Dios para que mucha gente, incluyendo creyentes, caiga en la pegajosa red de la seducción es porque no toman en serio la palabra de Dios como guía de sus acciones.
A menudo la gente no se da cuenta del peligro en que está hasta que es demasiado tarde. Por eso es de vital importancia que aprendamos a reconocer como se presenta la seducción para evitar caer en sus garras.
De eso se ocupa Proverbios 6:20-35. Lo que primero notamos es una introducción acerca de la importancia de atesorar la enseñanza de la palabra de Dios. Proverbios 6:20-23 dice: «Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre; átalos siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello. Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; hablarán contigo cuando despiertes. Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las reprensiones que te instruyen»
Salomón, el escritor de estos proverbios, nos habla del mandamiento y la enseñanza. En esencia, se trata de la palabra de Dios. En una clara alusión a la necesidad de someterse a la palabra de Dios, Salomón dice a sus lectores: átalos siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello.
Algunos judíos se confundieron y trataron de poner en práctica esta orden en una manera literal y de aquí surge lo que se llaman las filacterias, que eran pequeñas cajas de cuero en cuyo interior se ponía fragmentos de las Escrituras.
Cuando oraban, los judíos se ataban estas cajas a su brazo izquierdo, el que está más cerca del corazón y a su cabeza, para que esté cerca del cuello. Pero el espíritu del mandamiento tiene más bien que ver con hacer de la palabra de Dios algo que esté siempre presente en la vida de una persona.
Cuando la palabra de Dios ocupa un lugar así en la vida de una persona, provee de guía, provee de protección, y provee de instrucción. Por eso Salomón dice que el mandamiento es como una lámpara, que la enseñanza es como la luz y las reprensiones que instruyen como el camino de la vida o que conduce a la verdadera vida.
Luego de la introducción, Salomón pasa directamente a tratar el tema de la infidelidad matrimonial. Proverbios 6:24 dice: «Para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la mujer extraña.»
La mala mujer, o la mujer extraña, es aquella que está lista y dispuesta a una relación extra marital. Esta mujer utiliza todo su arsenal seductor para atrapar al hombre. El texto dice que su hablar es sensual y provocador. A esto se refiere la Biblia cuando habla de la blandura de la lengua de la mujer extraña.
Esta es probablemente la tentación más fuerte que puede experimentar un creyente. No se puede salir victorioso de este tipo de tentación, sin auxilio divino. Hace falta la guía y la instrucción de la palabra de Dios, y sobre todo del poder de Dios.
Pero la mujer extraña no solamente usa el hablar seductor para atrapar a un hombre. Note lo que dice Proverbios 6:25 «No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos»
La mujer extraña explotará sus atributos físicos para seducir al hombre. Los párpados de sus ojos se moverán sensualmente en clara invitación a lo prohibido. Salomón dice: No codicies su hermosura. No cedas al embrujo de sus ojos. Cada vez que se encuentre con una mujer provocativamente vestida y de mirada coqueta, cuidado. Se trata de una mujer extraña. Mejor poner la mirada en otro lado. ¿Por qué tanta advertencia? Pues por el peligro que reviste el caer en brazos de una mujer extraña.
Eso es lo que presenta Proverbios 6:26 donde dice: «Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; y la mujer caza la preciosa alma del varón»
Cuando un hombre cede a la tentación de una relación extra marital, se produce una grave consecuencia. El hombre es reducido a un bocado de pan, esto para decir que ha perdido totalmente su dignidad. Además el alma del hombre es como una pieza de cacería de la mujer extraña, esto para decir que el hombre queda como esclavo de la mujer extraña.
Usted y yo conocemos de tantos casos de esposos que por ceder a la tentación de una relación extra matrimonial echan a perder su riqueza, el respeto, la autoridad, la familia y hasta la vida. Por eso la Biblia advierte con tanta vehemencia sobre el peligro que encierra la infidelidad matrimonial.
Ahora bien, muchos hombres piensan que saldrán bien librados de una relación extra marital. Se trata de otra mentira de Satanás. Observe lo que dice Proverbios 6:27-29 «¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? ¿Andará el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; no quedará impune ninguno que la tocare.»
Estas son preguntas retóricas. ¿Puede un hombre llevar carbones ardiendo en sus ropas sin que sus vestidos se enciendan? Por supuesto que no. ¿Puede un hombre caminar descalzo sobre carbones ardiendo sin quemarse sus pies? Por supuesto que no. De la misma manera, por supuesto que no puede un hombre meterse en una relación extra matrimonial sin sufrir las graves consecuencias. El texto dice por tanto: No quedará impune ninguno que tocare a la mujer de su prójimo, en el sentido de tener una relación extra marital con ella.
No se engañe, mi amiga, mi amigo, las relaciones extra maritales siempre producen terrible daño a los que a ellas se entregan. Eso parece indicar Proverbios 6:30-31 donde dice: «No tienen en poco al ladrón si hurta para saciar su apetito cuando tiene hambre; pero si es sorprendido, pagará siete veces; entregará todo el haber de su casa.»
Aún el ladrón que roba para comer, tiene que pagar las consecuencias de su acción cuando es sorprendido y puede llegar a perder todas sus posesiones, cuánto más el adúltero que teniendo su propia esposa con quien ser feliz, sin embargo se refugia en los brazos de su amante. Lo que le espera es una terrible consecuencia. Perderá todo, inclusive su propia vida. Entonces encaja bien lo que dice Proverbios 6:32-35 donde se lee: «Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; corrompe su alma el que tal hace. Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta nunca será borrada. Porque los celos son el furor del hombre, y no perdonará en el día de la venganza. No aceptará ningún rescate, ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones.»
El adúltero, o el hombre que se mete en una relación extra marital, piensa que es muy astuto, muy inteligente, muy macho, pero la Biblia dice algo totalmente diferente. Dice que es falto de entendimiento. Esto significa un necio, una persona que tiene serias limitaciones intelectuales. Claro, el pecado no permite ver esta faceta del adulterio, pero para eso está la palabra de Dios. El adúltero es un necio porque no se da cuenta que con su adulterio está corrompiendo su alma, o está destruyéndose a sí mismo moralmente, socialmente, espiritualmente y aún físicamente, no olvide que el castigo para los adúlteros según la ley de Moisés era la muerte.
Por un instante de pasión desenfrenada, el adúltero tiene que cosechar toda una vida de heridas emocionales, todo una vida de vergüenza, todo una vida de que le apunten con el dedo, toda una vida de ser citado como un mal ejemplo. Su afrenta nunca será borrada, dice el texto.
Como si esto no fuera suficiente, el adúltero se expone a ser objeto de la furia salvaje del marido de la mujer con quien adultera. Será inútil formular explicaciones para justificar el acto de adulterio. La Biblia dice que el marido celoso no perdonará en el día de la venganza. No habrá oportunidad para negociar ningún tipo de solución. El marido celoso no aceptará ningún rescate. Aunque el adúltero esté dispuesto a entregar todo lo que tiene, no logrará jamás el perdón del marido de la mujer extraña.
Cuan serio es todo esto. Tal vez mi amiga, mi amigo, Usted ha estado jugando con la idea de una aventura extra matrimonial. Por favor deje de pensar en eso, porque si sigue pensando eventualmente cometerá ese pecado. Ahora que todavía tiene oportunidad, oiga lo que la Biblia ha dicho sobre el adulterio, y decida de una vez por todas hacer caso a la Biblia y no a la voz de su pasión que le arrastra en la dirección contraria. Que por la gracia de Dios sea librado de las garras del pecado de adulterio.
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