Nuevamente estamos con Ud. amigo oyente, para continuar con el estudio bíblico de los eventos futuros. Gracias desde ya por su sintonía. En nuestro estudio de los eventos futuros hemos llegado al milenio o el reino milenial o el reino Mesiánico. Lo último que; vimos fue el gobierno de ese reino. Jesucristo resucitado y glorificado será el rey. David, el gran rey de Israel, resucitado y glorificado será una especie de primer ministro.
Además de ellos, Dios levantará reyes y señores que bajo el mando de David ejercerán el gobierno del reino. Adicionalmente. Dios levantara jueces y gobernadores como al principio para juzgar con justicia y equidad. Como si esto fuera poco, la Biblia nos muestra que la iglesia de Cristo, formada por todos y cada uno de los que hemos recibido a Cristo como nuestro Salvador, con cuerpos glorificados, ya sea por resurrección o transformación, estaremos reinando juntamente con Cristo.
El mundo de la actualidad está gobernado por ángeles, amigo oyente, bajo el mando de Satanás, el príncipe de la potestad del aire, pero está cercano el día, cuando en el reino milenial, Satanás y todos sus ángeles o demonios serán removidos de la potestad del aire y sus lugares serán ocupados por creyentes glorificados bajo el mando del Rey de reyes y Señor de señores, Jesucristo. Satanás sabe esto y eso explica en parte su odio a Jesucristo y sus redimidos. En el estudio bíblico de hoy, David Logacho nos hablará acerca de los súbditos del reino milenial. Adelante David, que el Señor añada su bendición a tu enseñanza.
Una vez que hemos tratado el gobierno en el reino, nos corresponde ahora tratar el tema de los súbditos del reino. ¿Sobre quienes estará reinando Jesucristo en la tierra? ¿O quienes estarán habitando la tierra durante el reino milenial?
Sabemos que no será la iglesia, porque la iglesia estará reinando juntamente con Cristo en la esfera celestial. Sabemos que no serán los santos del Antiguo Testamento, porque ellos también, una vez resucitados y con sus cuerpos glorificados, estarán en posiciones de autoridad dentro del reino, sabemos que no serán los santos que murieron durante la tribulación, porque también ellos una vez resucitados y con sus cuerpos glorificados estarán gobernando en el reino.
Entonces ¿quienes serán? Bueno, el reino teocrático terrenal que instituirá el Señor Jesucristo en su segunda venida, incluirá a todos los salvos que estén vivos cuando el Señor Jesucristo venga por segunda vez a la tierra. Esto significa que los súbditos del reino milenial serán personas de carne y hueso que durante la tribulación depositarán su fe en Cristo y le recibirán como Salvador y que estarán vivos cuando el Señor venga por segunda vez. Estas personas provendrán de dos trasfondos.
Primero, judíos. Una gran porción de las profecías del Antiguo Testamento está relacionada con la restauración de la nación de Israel a su tierra. Esta restauración acontecerá cuando venga el Señor por segunda vez. Mateo 24:30-31 dice: “Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”
Los escogidos de los cuales habla este texto se refiere a los judíos creyentes que estén vivos hasta el final de la tribulación. Este pequeño remanente será aquel que verá el cumplimiento de las promesas de Dios en los diferentes pactos que ha habido entre Israel y Dios.
De estos escogidos, habló también el apóstol Pablo en Romanos 11:26-27 cuando dijo: “y luego todo Israel será salvo, como esta escrito: Vendrá de Sión el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados”
Note amigo oyente que los súbditos de ascendencia judía del reino, serán todos salvos cuando comience el milenio. La salvación será obra del Libertador que proviene de Sión, quien apartará de Israel la iniquidad. Este Libertador que proviene de Sión no es ningún otro sino el Señor Jesucristo en su segunda venida.
Cabe señalar también, que cuando venga el Señor Jesucristo por segunda vez, reunirá a toda la nación de Israel, tanto incrédulos como creyentes y los someterá a juicio. De esto nos habla Jeremías 20:33-38 donde dice: “Vivo yo, dice Jehová el Señor, que con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he de reinar sobre vosotros; y os sacaré de entra los pueblos, y os reuniré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado; y os traeré al desierto de los pueblos, y allí litigaré con vosotros cara a cara. Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dice Jehová el Señor. Os haré pasar bajo la vara, y os haré entrar en los vínculos del pacto; y apartaré de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí de la tierra de sus peregrinaciones los sacaré, mas a la tierra de Israel no entrarán; y sabréis que yo soy Jehová”
Note que los judíos creyentes entrarán al reino milenial, pero los judíos incrédulos serán impedidos de entrar al reino milenial. En verdad, los judíos incrédulos serán cortados de la faz de la tierra. Así que, durante el milenio, en la tierra habitaran judíos creyentes como súbditos. Estos judíos se casarán, tendrán sus hijos y la tierra volverá a poblarse. Innecesario decir que los hijos de los judíos que entren al milenio, vendrán al mundo con la naturaleza pecaminosa y será necesario que reciban a Jesucristo como Salvador para llegar a ser salvos como sus padres.
Además de judíos creyentes, en el milenio habrá también creyentes pero de trasfondo gentil. Esto obedece al carácter universal del pacto de Dios con Abraham. Una parte de este pacto afirma que en Abraham serán benditas no solamente su descendencia sino también todas las naciones de la tierra. Fiel a este aspecto de su pacto con Abraham, Dios ha llegado con la salvación a millones de gentiles en la época de la iglesia, los cuales serán arrebatados por el Señor para estar con él para siempre, pero ¿qué pasará con los gentiles que reciban a Cristo como Salvador durante la tribulación?
Bueno, la mayoría serán perseguidos y martirizados por el Anticristo y sus huestes, pero unos cuantos quedarán vivos hasta la segunda venida, de Cristo. Cuando el Señor venga por segunda vez, llamará a juicio a las naciones de la tierra. Mateo 25:31-33 dice: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas-las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta al pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda”
Una vez hecho esto, los gentiles que estén a su derecha oirán las palabras que se encuentran en Mateo 25:34: “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”
Estos son los gentiles creyentes que permanecerán vivos hasta la segunda venida de Cristo, quienes entrarán al reino milenial. ¿Pero qué pasará con los de la izquierda del Señor? Pues ellos escucharán las fatídicas palabras de Mateo 25:41 donde dice: “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”
Estos son los gentiles incrédulos, quienes en lugar de entrar al reino milenial irán al castigo eterno. Tenemos entonces que además de judíos creyentes en el milenio estarán gentiles creyentes, personas de carne y hueso que por haber confiado en Cristo durante la tribulación están gozando del inmerecido privilegio de ser los súbditos del reino milenial.
En resumen entonces, cuando comienza el milenio, sobre la tierra habrá seres humanos de carne y hueso, todos creyentes quienes repoblarán la tierra durante mil años. Los hijos de estos creyentes necesitarán de salvación, porque padres creyentes no necesariamente producen hijos creyentes. La salvación es personal amigo oyente. ¿Tiene Ud. esa salvación? Si es así en buena hora, pero si no, hoy mismo Ud. puede ser salvo con tan solo recibir por la fe a Cristo como su Salvador personal.
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