20. El mejor de tus viajes (Haz click y descarga el texto)
Estás cambiando desde tu interior y eres una persona diferente, ¡Vamos a cambiar el mundo juntos! Te tengo una gran aventura, no te quedes atrapado aquí, no te pierdas las verdaderas cosas eternas.
¿Has llegado a una bifurcación en tu camino? Tu vida ha tomado decididamente una nueva ruta, la vía más importante ha quedado clara, y puedes definir el resto de tu viaje, pues bien, hoy el Pastor Ron Moore nos muestra el camino para esta nueva aventura. Sigue las instrucciones y descubrirás el mejor viaje de tu vida.
Toma tu Biblia y busca conmigo Marcos capítulo 8. Estamos involucrados en una serie sobre la vida de Jesús y hoy consideraremos una conversación que Jesús tuvo con sus discípulos, un importante cambio de dirección en el evangelio de Marcos. Permítete establecer el contexto; En los días de Jesús el pueblo judío estaba bajo la opresión del Imperio Romano, eran considerados ciudadanos de segunda clase y fueron empobrecidos bajo su dominio, los judíos anhelaban al Mesías venidero, el Mesías prometido en el Antiguo Testamento, un Mesías como Moisés, que se pronunciaría política y militarmente, ellos querían restablecer el gran reino de Israel que tuvieron con David y con Salomón, ellos querían ser independientes nuevamente.
Ellos estaban buscando al Mesías y comenzaron a creer que este Jesús era el Mesías prometido, Jesús sanaba a las personas, era un hacedor de milagros, enseñaba con autoridad, todo lo que Él estaba haciendo era increíble, y en esta pequeña ciudad Jesús era muy famoso, todos habían oído sobre este hombre de Nazaret, vimos la última vez que alimento a 5.000 personas con apenas cinco panes y dos peces, en realidad fueron más de 5.000, posiblemente fueron unas 12.000 personas entre mujeres y niños. La gente estaba enamorada de Jesús, y tan asombrados que tenían la intención de hacerlo Rey a la fuerza, entonces Jesús se retiró a un monte para orar y antes de hacerlo envió a sus discípulos a cruzar el mar de Galilea.
También estudiamos la historia de Jesús cuando Él caminó sobre el mar, y desembarcaron en Genesaret, cuando ellos llegaron ya había una multitud esperándolos, inmediatamente reconocieron a Jesús, corrieron hacia Él y trajeron a sus enfermos, Marcos dice que la multitud era tan grande que se agolpaban en torno a Jesús, algunos sólo deseaban tocar el borde de su manto y cuando lo hicieron fueron sanados. Después de esto los discípulos y Jesús, comenzaron su regreso al lugar en donde habían alimentado a los 5.000, este pueblo se llamaba Betsaida, a lo largo de todo el camino Jesús les enseñaba y sanaba a las personas de estos pequeños pueblos. Entonces cuando llegaron a Betsaida Jesús se dirigió a unos 25 km al norte, a un lugar llamado Cesárea de Filipo.
Jesús quería tomarse un respiro, pero, en el camino (pues Jesús nunca pierde el tiempo) entró en una importante conversación con sus discípulos, mira Marcos 8 versículo 27 y 28, “Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesárea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas”
Una cosa que he aprendido de los discípulos y es que ellos estaban bien informados, no caminaban siguiendo a Jesús con su mirada en la arena, ellos sabían lo que pasaba a su alrededor, y esta es una lección importante para nosotros ¿Sabemos lo que está pasando a nuestro alrededor?
Los discípulos estaban enterados de lo que se decía de Jesús, “Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas” y entonces Jesús utiliza esta plataforma para disparar directo a su corazón, mira el verso 29, “Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy”, en griego puedes poner un énfasis especial en estas palabras, ¿qué dicen ustedes? ¿Quién soy yo para ustedes? Esta es la pregunta más importante que Jesús ha hecho.
Hay todo tipo de opiniones sobre Jesús, se dice que Él es un Maestro, un hacedor de milagros, el fundador de una nueva religión al igual que Mahoma o Buda, y otras ideas más, pero aquí está la verdadera pregunta; ¿Quién es Jesús? ¿Tu como responderías? Mira la respuesta de Pedro al final de este verso, “Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo” La palabra “Cristo” significa el Ungido, “Tu eres el Ungido” en hebreo esa es la palabra para Mesías, en griego la palabra es “Chrestos” de manera que tú puedes ver al Ungido, al Mesías o a Cristo, es lo mismo, este es al único que hemos estado esperando, mira el verso 30, “Pero él les mandó que no dijesen esto de Él a ninguno”
¿Por qué haría esto? ¿No se supone que debemos decirle al mundo entero sobre Jesús? Pero esto es lo que Él dice a sus discípulos, de hecho, en el griego él les “ordenó” que no le dijeran esto a nadie, ¿Por qué hizo esto? Marcos lo llama “el secreto mesiánico” En muchas ocasiones Jesús les dice “no se lo digan a nadie” y esto lo podemos ver en Marcos del capítulo 1 al 7. Pero ahora en el capítulo 8 hay un cambio de dirección, Jesús quiere explicarles quien es Él, y la razón por la que quiere hacer esto es porque ellos no entendían claramente quien era el Mesías, y qué es lo que el Mesías vino a hacer, ellos tenían el concepto del Antiguo Testamento, del Mesías que iba a venir como Moisés, del que viene como un líder político, como un líder militar, pues cada vez que Jesús hacia un milagro la gente se entusiasmaba y querían declararlo Rey, a la fuerza, querían convertirlo en un líder político y militar.
Ahora, cuando Jesús venga por segunda vez esto es lo que va a suceder, toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Él es el Señor. Pero la primera vez que él vino, fue por motivos diferentes, sus discípulos no lo entendían y la gente tampoco, el vino a sufrir como el Mesías, su sufrimiento es algo contrario a lo que se esperaba del Mesías, pero esa es la misión de su primera venida, esto es lo que Jesús quiere enseñarles, Mira el capítulo 8 verso 31, “Y comenzó a enseñarles” en el griego quiere decir que les enseñaba repetidamente, esto pudo haber durado muchas horas, Marcos nos lo resume de esta manera, pero este es un punto crítico en el ministerio de Jesús y Él quiere dejarles muy en claro lo que va a suceder, Él les dice que el Hijo del Hombre va a sufrir y esto estaba en los planes de Dios.
“Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas” Voy a ser rechazado por los líderes judíos, los jefes de los sacerdotes eran los saduceos y los maestros de la ley eran los escribas y los fariseos, ellos crearon lo que llamaban “El Sanedrín” que era algo así como la corte suprema, así que Jesús está diciendo; “voy a ser rechazado por la Corte Suprema” y van a matarme, debo morir, pero ¿qué es lo que estás diciendo Jesús? Debo morir, pero voy resucitar después de tres días. Él les habló claramente, (Marcos 8:31 y 32) y ellos lo entendieron, sabemos esto porque Pedro no reaccionó muy bien frente a este mensaje, mira el final del verso 32, “Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle”
Pedro posiblemente habría dicho algo así; “Con todo el debido respeto Jesús creo que estas siendo un poco pesimista” “tal vez sólo estás cansado” “levanta tu ánimo, tu eres el Mesías” “Tu nos dijiste que eras el Mesías” “Todos sabemos que el Mesías no se muere” “estas desvariando y estas matando la moral de los discípulos” Dice la escritura que “Pedro le tomó aparte” de manera que estaría hablándole cara a cara. Ahora mira el versículo 33, “Pero Él, volviéndose” la palabra griega tiene la intención de destacar que Él quería que todos los discípulos lo escucharan, “y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres” Piensa en lo que está pasando, Mateo lo escribe de esta manera, busca Mateo capítulo 16 versos 13 al 17, “Viniendo Jesús a la región de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”
Recuerda que Mateo escribe para una audiencia judía y por lo tanto usa la palabra “Mesías” “Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos”. Esto fue muy emocionante ¿verdad? Y ahora sólo un momento después Jesús le mira a los ojos y dice; “¡Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”. Y Jesús lo reprendió porque, esta era la tentación que Satanás ponía constantemente a Jesús, todo el tiempo, durante todo su ministerio y durante toda su vida, esta fue la tentación en el desierto cuando Jesús estuvo ayunando 40 días, esta fue la tentación cuando la gente quería proclamarlo rey en la alimentación de los 5.000, esta es la tentación que siempre estaba delante de Jesús ¿Cuál es tu tentación?
El Reino sin la Cruz es cosa de Satanás, puedes tenerlo todo si te arrodillas ante mí, no tienes que ir a la cruz, Jesús no está hablándole a Pedro, está hablándole a Satanás, es decir, Pedro es sólo el portavoz de Satanás. Y cuando leí esto sentí mucho temor, tenemos que ser muy cuidadosos, en un momento podemos estar hablando con las personas de las cosas de Dios y al siguiente minuto podemos estar diciéndoles las cosas que están en el corazón de Satanás, esto realmente me asusta, y es por eso que Jesús fue tan contundente con Pedro.
Ahora, en este punto, todo el mundo estaba esperando al Mesías, a este líder político y militar. Este era el plan de los hombres, pero no era el plan de Dios, Jesús vino a morir en una cruz por nuestros pecados, Él pagó el precio, Él murió para que nosotros vivamos, su muerte en la cruz fue el pago, así que cuando confiamos en él estamos confiando en su sacrificio. Él vino para morir, “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. (Marcos 10:45)
Cristo es el perfecto Salvador. Lo demostró al salir victorioso de su tentación. Satanás va a explotar alguna debilidad nuestra para tentarnos en esa área. El mejor antídoto para vencer la tentación es guardar y vivir la palabra de Dios.
¿Quién soy yo para ustedes? Esta es la pregunta que Jesús te hace el día de hoy.
Esperamos que puedas acompañarnos en esta apasionante serie sobre la vida de Jesús y así poder conocer más sobre su perfecta obra de amor. Bendiciones.
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