Mira, el problema no es por lo que tenemos, no es un problema físico, es un problema de nuestro corazón. Entonces, Pablo dice que las ganancias financieras no son la verdadera felicidad, la verdadera felicidad es estar contento en Dios. Y tú ¿estás contento con lo que eres en Jesucristo?
Pablo dijo que, si sólo tuviéramos comida y ropa, deberíamos estar contentos con eso; Jesús, comida y ropa. Y tú ¿podrías estar satisfecho con eso? Bueno, déjame decirte que Pablo podía hablar con autoridad sobre esto, porque eso es todo lo material que él tenía: comida, ropa y a Jesús.
«Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; » El tema del dinero se aborda a través de las Escrituras y es justamente de eso de lo que quiero hablar el día de hoy.
La mayoría de las personas nunca estarán satisfechos porque las cosas materiales siempre tienen una manera de perder su atractivo, ¿verdad? Es decir, imaginemos que tienes un auto nuevo. No hay nada mejor como el olor de un auto nuevo, ¿verdad? Bueno, entonces miras tu auto nuevo y dices: “sé que esto no sucedió con mis otros autos, pero mantendré este auto limpio mientras yo sea el propietario”. Y bueno te diré que a mí me sucede eso, pero la verdad es que eso dura tres o cuatro días y luego se ensucia y pierde su atractivo, entonces ese auto ya no es tan genial como al principio. Ahora, imaginemos que compras ropa nueva, y al mes siguiente vuelves a comprarte ropa porque la que tienes ya no está de moda. Pues bien, mira lo que Jesús dice al respecto, Jesús dijo que las cosas que tenemos se oxidan, se pudren, se desgastan, pasa de moda y se rompen.
Ahora, algunas personas tienen mucho más que eso ¿verdad? Hace algunos días escuché hablar sobre Carnegie, es increíble cuánto dinero ganó este muchacho. Y después cuando se fusionó con empresas pequeñas reunió más de 400 millones de dólares los cuales destino a la filantropía y la educación, él sabía que cuando moriría no se llevaría nada con él. Lo dejó todo, pero seamos honestos, a nosotros nos cuesta mucho lidiar con eso, ¿verdad? Vamos a 1 Timoteo 6, verso 9 » Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición”
La palabra «hundir» significa «ahogarse». La codicia por el dinero es como tener a alguien, atar una bolsa de concreto alrededor de sus pies y arrojarlo al mar. La lujuria del dinero te arrastra al fondo y te priva de oxígeno espiritual. Mira el versículo 10 «porque raíz de todos los males es el amor al dinero” El amor al dinero, la codicia, la avaricia es la raíz. Es el sistema de alimentación para todo tipo de maldad. El proxeneta vende sexo por dinero, el traficante de drogas vende drogas por dinero, el ladrón roba por dinero. «porque raíz de todos los males es el amor al dinero.» Mire el resto del versículo 10 » el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.»
El amor al dinero es una herida autoinfligida. Pablo dice que es como tomar una espada y hundirla en tu alma. Si persigues el todopoderoso dólar, nunca estarás satisfecho y el resultado será una vida de muchos tipos diferentes de dolor. Nunca tendrás suficiente y dejarás un camino de destrucción en tu vida, en tu familia y con los que te rodean. ¿Puedes disfrutar con lo que Dios te ha dado? Cuando tienes claro que Dios es el dueño de todo entonces entiendes que todo lo que tienes es un regalo de Él. Entonces todo lo que tengo debe ser usado para Él. Él me ha dado esto como mayordomo para usar Su dinero para Sus propósitos, soy un instrumento. ¿Puede deleitarte con ser un administrador del dinero de Dios? o ¿trabajarás siempre por conseguir más dinero, más y más grande, mejor y más rápido, todo por tener más cosas materiales?
Bueno, hay otro grupo al que Pablo se dirige. No sólo aborda los peligros de querer hacerse rico, sino que se dirige a los que son ricos. Y, seamos honestos, muchos aquí son ricos según los estándares de nuestra sociedad. Entonces Pablo tiene algunas instrucciones para creyentes ricos. Ahora, antes que nada, permítanme decir que creo que un creyente rico lleva una carga extra, es decir si tú cuentas con una buena condición económica, Dios te ha dado mucho de lo que vas a ser responsable.
Verás, ser rico conlleva una carga significativa, por lo que Pablo tiene algunas instrucciones específicas para quienes son ricos:
Primero, “se agradecido”. Por la razón que sea, Dios te ha elegido entre todas las personas en el mundo. Él te ha confiado los recursos para construir su reino aquí y en todo el mundo. Él ha confiado en ti para proporcionar los recursos para que Jesucristo pueda transformar vidas. Esa es una gran bendición. No hay absolutamente ninguna razón para estar avergonzado de eso. Dios está trabajando a través de nosotros. Él nos usa. Él puede hacer cualquier cosa que quiera hacer. Él eligió trabajar a través de nosotros. Usa los recursos de Dios de la manera que Él quiere que lo hagas.
Número dos, “mantente humilde”. Pablo dice en el versículo 17: « A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.» No empieces a pensar que tú eres el que creó esta riqueza.
El capítulo 8 de Deuteronomio verso del 17 al 18 dice esto: « y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza» no porque eres muy inteligente. «Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.» (Dios te bendijo. Tú puedes decir: bueno, trabajé muy fuerte por ese dinero, fue Dios quien te dio la fuerza para trabajar; tu educación, tu intelecto, tu trabajo, cualquier éxito que tengas es porque Dios te brindó la oportunidad de hacerlo. Sé agradecido y sé humilde.
Tres, “mantente dependiente de Dios”, mira 1 Timoteo 6 el versículo 17 «A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.» Mantente dependiente de Dios. Ahora esto se complica porque diariamente oramos y decimos: «danos hoy nuestro pan de cada día» y bueno la verdad es que cuando Jesús compartió esa oración, la gente en ese día recibió pan por un día y luego dependieron de Dios para comer el lunes, y luego para comer el martes el martes y luego el martes por la noche ya no había restos de comida, así que dependían de Dios para la comida el miércoles. Pero hoy en día, aquellos que mantienen una situación económica buena, no tienen ese problema, ¿verdad? Solemos tener el refrigerador lleno y montones de dinero para ir a comprar algo más. Así que aquí es donde se vuelve complicado. ¿Cómo vamos a asegurarnos de no poner nuestra confianza en nuestras inversiones, en nuestros paquetes salariales y en nuestros planes de jubilación? Pues es simple, asegurándonos de poner nuestra confianza en el dueño de todo ello, en Jehová. Confiar los bienes materiales que tenemos es muy incierto, no importa cuánto dinero guardes, cuando tus días termines eso no servirá de nada. Lo único cierto es nuestra relación con Jesucristo que nos dará todo lo que necesitamos para hacer lo que Él nos llama a hacer. Así que mantente dependiente de Dios.
Cuatro, “disfruta a Dios y Su bendición”. Mira al final del versículo 17 «sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.«. Así que disfruta de Dios y de sus bendiciones. Algunos de ustedes tal vez están diciendo: “finalmente, un versículo que pueda aplicar; un nuevo bote y una moto, un auto nuevo, al fin Ron dice que puedo disfrutar de mi dinero” Pues bueno, si Dios nos da las cosas para que disfrutemos pero escuché esto: ninguna de esas cosas traen verdadera alegría; se desgastan, se rompen, se oxidan, pasa de moda. Entonces déjame preguntarte, ¿podría haber otro tipo de disfrute del que Pablo está hablando aquí? ¿Una alegría más profunda y significativa? ¿Podría haber algo más agradable que comprar algo más grande o costoso? Mira el versículo 18 «Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos” ¿Podría ser ese el placer del que habla Pablo? Ese es el siguiente punto.
Cinco, “sé generoso y dispuesto a compartir”. Pablo no es específico aquí. Él sólo dice: Dios te dio esto, úsalo bien. Dios te dio esto, sé rico en buenas obras. Dios te dio esto, sé generoso y dispuesto a compartirlo y creo que ese es el placer del que estaba hablando Pablo.
Seis, “disfrute duradero cuando inviertes en cosas eternas”. Mira 1 Timoteo 6:19 De esta manera “Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;” Entonces, si hacemos qué Dios nos dice que hagamos con nuestro dinero de esa manera “atesorando para sí buen fundamento para lo por venir,” y amo esta línea «que echen mano de la vida eterna » ¿Vamos a establecer una base firme en la era venidera o vamos a acabar con todo aquí? No se trata de dinero, se trata de nuestros corazones.
Punto de referencia del legado. Propósito de vida. Eres un hijo del Dios viviente. Jesús vino y murió por ti. Estás perdonado. Eres significativo. Eres aceptado Estás seguro. Usted está facultado por el Espíritu Santo, la pregunta es ¿para qué? ¿Qué quiere Dios que hagas? Al igual que cada uno de nosotros tiene una huella digital única, Dios tiene su huella digital única en nuestra vida. Hay algo especial y único que Él tiene para ti.
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