11. Pedro y su pesca (Haz click y descarga el texto)
En la era del escepticismo está más de moda dudar, como si dudando nos libráramos de los peligros de creer en algo falso, y esto es aún más peligroso que fracasar al creer en algo verdadero.
En este mundo la sabiduría no es considerada de alta estima, incluso nosotros no la valoramos, pero cuando aprendemos a obedecer las instrucciones de Jesús descubrimos una enriquecedora verdad. El Pastor Ron Moore nos trae una historia del Nuevo Testamento sobre la verdad y la riqueza de la sabiduría de Dios y lo que esta puede aportar a nuestras vidas.
Estamos considerando esta serie de sermones sobre la vida de Jesucristo y nuestro propósito en esta serie no es simplemente obtener más información acerca de Jesús. Ciertamente estamos haciendo eso también, pero queremos analizar lo que aprendemos y queremos que ese conocimiento nos ayude a conocer más íntimamente a Jesús y de esta manera seguirlo más apasionadamente y obedecerle con todo nuestro corazón. Empezamos esta serie asistiendo al bautismo de Jesús, que tuvo lugar en el Río Jordán. Todo el ministerio de Jesús se desarrolla en este pequeño pedazo de tierra que podría parecerse a una de las ciudades más pequeñas de donde tu vives. El ministerio de Jesús comenzó en el río Jordán cuando Juan lo bautizó y luego Jesús salió al desierto, para ser tentado por Satanás durante 40 días. Después regresó a Jerusalén en donde Juan el Bautista lo reconoció y lo presentó por primera vez como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Hubo algunos discípulos que comenzaron a seguir a Jesús, Él inicia junto a ellos su viaje de regreso hacia el norte, al lugar en donde pasará la mayor parte de su ministerio, Él va hacia Canaán y allí realiza su primer milagro, Él convierte el agua en vino, está es la primera de siete señales milagrosas, luego de un tiempo en Capernaúm regresa a Jerusalén para la Pascua y allí recibe la visita de Nicodemo, un maestro de la ley con una pregunta en su corazón ¿Qué es la vida espiritual? Entonces Jesús le dice que “tiene que nacer de nuevo” Jesús se dirige nuevamente hacia el norte, pero quiere pasar por Samaria pues Él sabe que tiene una reunión muy importante con una mujer en un pozo.
La mujer del pozo era una mujer inmoral, casada cinco veces, y con una relación de convivencia con otro hombre, Jesús le dice que tiene algo para ella, agua de vida con la cual nunca más tendrá sed, esta agua viva puede satisfacer la sed de su alma, Jesús regresa a Nazaret va a la Sinagoga y lee la escritura del Antiguo Testamento donde se menciona que Él es el Mesías, estaban tan contentos con Él que trataron de lanzarlo a un precipicio, siendo rechazado en Nazaret pasó a Capernaúm una hermosa ciudad junto al mar de Galilea, un pueblo pesquero, el hogar de Pedro y la sede del ministerio de Jesús.
Toma tu Biblia y busca Lucas capítulo 5. Mientras estas buscando este texto permíteme establecer el contexto de esta historia. Ha sido una larga y frustrante jornada de trabajo para Pedro y sus compañeros, han intentado pescar algo, pero no han conseguido nada, absolutamente nada, tú sabes lo que se siente ¿verdad? Un día, una semana, un mes, sin trabajo, es frustrante ¿verdad? Pedro y sus compañeros están agotados, han puesto sus barcas en la orilla, ahora, antes del desayuno, deben dejar las redes limpias y todo listo para el siguiente día.
Esto es lo que estaban haciendo cuando Jesús vino a encontrarse con ellos, capitulo 5 verso 1, “Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios”. (así es como Lucas lo llama al mar de Galilea) Estas personas conocían de Jesús, sabían quién era Él, habían oído sus enseñanzas, habían oído de sus milagros y querían estar con Él, así que se “agolpaban” para escucharlo. Mira los versículos 2 y 3, “Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. Sólo imagínate lo que estos pescadores pensaban cuando Él les pidió volver a poner la barca en el agua.
Ahora, es importante señalar que esta no era la primera vez que Pedro y sus compañeros estaban con Jesús, cuando tú ves a Mateo, Marcos, Lucas y Juan, es decir los evangelios, todos ellos cuentan historias de Jesús desde distintos ángulos, ninguno se contradice pero, a veces es difícil encontrar la cronología perfecta del ministerio de Jesús, pero la mayoría de los comentaristas están de acuerdo en que fueron Pedro, Santiago, Juan y Andrés, quienes estuvieron con Jesús en ese primer viaje a Canaán, ellos estuvieron con Él cuando convirtió el agua en vino, en algún momento volvieron a su negocio, y Pedro regresó a la pesca y así es como él conocía a Jesús, ellos tenían una relación de amistad y es esta relación la que hace que Pedro acceda a poner nuevamente el barco en el agua, y con el barco en el agua Jesús se sienta para enseñar pues el lago le proporcionaba una excelente acústica.
Todo el público tenía un asiento de primera fila para escuchar las enseñanzas de Jesús, Pedro estaba listo para regresar el barco a la orilla, pero Jesús tenía una idea diferente, es increíble como muchas veces en nuestra vida Jesús tiene un plan diferente ¿verdad? Mira el capítulo 5 versículo 4, “Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar”. Ahora Jesús se dirige a Pedro, pero su comentario es el plural, así que les está diciendo a todos los pescadores que vuelvan al mar y empiecen a pescar, mira la primera parte del versículo 5, “Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado” ahora, imagínate lo que pasaba por la mente de Pedro, probablemente habrá sido algo parecido a esto:
Jesús, tu enseñanza fue fantástica y siempre aprendo algo de ti, pero regresar los barcos al agua no es una buena idea, veras, en primer lugar estamos cansados, hemos trabajado durante toda la noche y no conseguimos nada, en segundo lugar, todos los pescadores saben que los cardúmenes de peces se alimentan durante la noche, por eso estuvimos trabajando toda la noche y ahora es de día, y todos los pescadores saben que los peces se alimentan en las profundidades, en aguas cálidas, no cerca de la orilla, ahora, Jesús, con todo respeto, Tú eres un carpintero y yo no voy a decirte como construir una casa, no me digas como se debe pescar, esto no es una buena idea y no va a funcionar, ¿alguna vez le has dicho eso a Dios? “esto no es una buena idea y no va a funcionar”.
Mira el final del verso 5, escucha la conclusión de Pedro, “más en tu palabra echaré la red”. Estas son palabras muy significativas, hay momentos en mi vida cuando yo no quiero hacer lo que sé que debo hacer, hay veces que obedezco solo porque “él lo dice” “en tu palabra echaré la red”. Pedro dice que, aunque está convencido de que esto es una pérdida de tiempo, de que, aunque sabe que es una mala idea, igual lo va a hacer, casi podemos escuchar a sus compañeros refunfuñando al final del verso 5 sabiendo que tienen que regresar al agua, sabiendo que no van a conseguir nada, bien, Jesús sabe que es de día, Jesús sabe que los peces se alimentan en la noche y que se alimentan en aguas profundas, pero…
Hay algo diferente aquí, Jesús el creador está sobre la barca, mira los versículos 6 y 7, “Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían”. Ahora mira el verso 9, “Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres”. Pedro y sus compañeros están conscientes de que están frente a un milagro, ¿lo ves? Estos eran pescadores profesionales, sabían que los pescados no estaban cerca de la orilla, ahora se dan cuenta de que están frente a un milagro de bondad.
Ellos habían estado con Jesús, ellos habían escuchado sus enseñanzas, ellos habían visto algunos milagros, pero ahora, Pedro finalmente lo entiende, mira el verso 8, “Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador”. El barco está lleno de peces y seguramente Pedro está hasta las rodillas de ellos, entonces le dice a Jesús, “Apártate de mí” tú eres la luz del mundo, puedo ver en mi corazón mi pecado, soy un hombre pecador, por cierto, aquí es en donde comienza su conversión, Jesús no vino para arreglar tus negocios, no vino para arreglar tu matrimonio.
“Más en tu palabra echaré la red” Estas son las palabras que deben permanecer permanentemente en nuestra boca y nuestro corazón. A pesar de todo, a pesar de la tristeza y del dolor, a pesar de que todo parece estar perdido, a pesar de eso, en tú palabra confiare y a tus mandamientos obedeceré
Por favor quédate con nosotros, el Pastor Ron Moore regresara en unos instantes con una mirada a nuestro próximo tiempo juntos
Jesús no vino para acompañarte mientras atraviesas por una difícil enfermedad, Él va a hacer todas estas cosas ¡claro que si! Pero principalmente ¿Para qué vino Jesús? Vino para buscar y rescatar lo que se había perdido.
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