Damos gracias a Dios por la oportunidad de estar junto a Usted por medio de esta emisora. Bienvenida, bienvenido al estudio bíblico de hoy. Estamos estudiando el libro de Proverbios. Ya hemos cubierto los primeros 28 capítulos y ahora comenzaremos a estudiar el capítulo 29. Esta serie de estudios bíblicos lleva por título: Proverbios, sabiduría celestial para la vida terrenal. Luego de la pausa estará con nosotros David Logacho para guiarnos en el estudio de esta parte de Proverbios.
Al entrar al capítulo 29 de Proverbios, nos encontramos con más dichos de Salomón y compilados por los varones del rey Ezequías, unos 200 años después.
Proverbios 29:1 dice: «El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.»
Este es un proverbio que nos debe llevar a profunda reflexión, en cuanto al peligro de estar en pecado y cerrar los oídos a la reprensión. Endurecer la cerviz significa volverse terco. El que con terquedad persevera en el pecado, a pesar de haber sido advertido, de pronto será destruido sin remedio. Si sabiendo que está en pecado y habiendo sido advertido sobre eso, Usted sigue en el pecado, mi amigo, Usted está jugando con fuego.
El momento menos pensado vendrá sobre Usted tal tragedia que no habrá manera de que salga con vida. No juegue al borde del precipicio. Este mismo instante confiese su pecado a Dios y apártese de ese pecado para que Dios le trate con misericordia.
Proverbios 29:2 dice: «Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; mas cuando domina el impío, el pueblo gime»
Para entender el significado de este proverbio, tenemos que pensar en un gobernante de una nación. Si ese gobernante es justo, habrá alegría en la población. Pero si ese gobernante es impío, habrá gemidos de dolor en el pueblo. Gran responsabilidad que tienen los gobernantes. Tienen el poder para hacer alegrar o llorar al pueblo.
Proverbios 29:3 dice: «El hombre que ama la sabiduría alegra a su padre; mas el que frecuenta rameras perderá los bienes.»
Este es un proverbio para los hijos. Un hijo que ama la sabiduría y vive con sabiduría será una fuente de gozo para su padre. Por contraste un hijo rebelde, un hijo que vive en inmoralidad, pondrá en peligro la fortuna de su padre. El hijo pródigo es un perfecto ejemplo de un hijo que frecuentaba rameras. Perdió toda la herencia que recibió de su padre.
Proverbios 29:4 dice: «El rey con el juicio afirma la tierra; mas el que exige presentes la destruye.»
Otra vez está en la palestra un gobernante. Si ese gobernante es sabio y honesto, su gobierno será estable. Pero si ese gobernante agobia al pueblo con impuestos y derrocha el dinero recaudado, su gobierno será inestable. Interesante que la estabilidad política de un país depende en gran medida de la sabiduría de sus gobernantes. Gran lección para los gobernantes que están de turno.
Proverbios 29:5 dice: «El hombre que lisonjea a su prójimo, red tiende delante de sus pasos.»
Esta es una advertencia muy necesaria para nuestras relaciones personales. Tenga mucho cuidado con la persona que siempre vive alabándole. Bien puede ser que se trate de alguien que de alguna manera esté tratando de tenderle una trampa.
Sigue a continuación Proverbios 29:6 donde dice: «En la trasgresión del hombre malo hay lazo; mas el justo cantará y se alegrará.»
Este proverbio es bien interesante. Habla de un hombre perverso quien es experto en hacer el mal. El mal que hace es como un profundo pozo en el cual él mismo va a caer algún día. A esto se refiere el proverbio cuando dice: En la transgresión del hombre malo hay lazo. Pero por otro lado, un hombre justo, quien hace justicia, no tiene nada que temer. Su vida será un deleite. A esto se refiere el proverbio cuando dice: Mas el justo cantará y se alegrará.
Así que amigo, si está viviendo en maldad, no olvide que está cavando su propia tumba.
Luego viene Proverbios 29:7 donde dice: «Conoce el justo la causa de los pobres; mas el impío no entiende sabiduría.»
Este proverbio tiene nuevamente que ver con los gobernantes. Cuando un gobernante es justo, tomará muy en cuenta los derechos de los pobres. Pero cuando un gobernante es impío no le importará en absoluto los derechos de los pobres. Esta es la razón de fondo para muchos de los problemas sociales en la mayoría de los países del mundo. Los que están en las esferas de gobierno no han sabido defender los derechos de los pobres y en consecuencia los pobres han sido oprimidos y la barrera entre los ricos y los pobres se va haciendo cada vez más ancha.
Luego viene Proverbios 29:8 donde dice: «Los hombres escarnecedores ponen la ciudad en llamas; mas los sabios apartan la ira.»
Al hablar de hombres escarnecedores, este proverbio tiene en mente a las personas que se burlan y se mofan de los demás, inclusive de los que están en autoridad. Personas así tienen la virtud de caldear los ánimos de los demás. Por eso dice el proverbio que los escarnecedores ponen la ciudad en llamas. En cambio las personas sabias tendrán una actitud de respeto hacia las autoridades y en general hacia los demás y esto contribuirá a la paz y la armonía en la sociedad. El proverbio dice que los sabios apartan la ira. Así que, cuidado mi amigo con ser un escarnecedor.
A continuación tenemos Proverbios 29:9 donde dice: «Si el hombre sabio contendiere con el necio, que se enoje o que se ría, no tendrá reposo»
El significado de este proverbio es un tanto oscuro. La interpretación que más sentido tiene parece ser aquella que dice que si un hombre sabio se enfrenta en discusión con un hombre necio, le dará igual si se enoja o se ríe, porque el necio jamás entrará en razón para llegar a un acuerdo. Sería como hablar a una pared. No importa los argumentos que tenga, la pared no se va a inmutar.
La Nueva Versión Internacional traduce este proverbio de la siguiente manera: «Cuando el sabio entabla pleito contra un necio, aunque se enoje o se ría, nada arreglará» De modo que, mi amigo, no pierda su tiempo ni su santidad pleiteando con un necio. No va a sacar nada.
Proverbios 29:10 dice: «Los hombres sanguinarios aborrecen al perfecto, mas los rectos buscan su contentamiento.»
Los hombres sanguinarios son aquellos que buscan hacer mal a otros. Por naturaleza, los hombres sanguinarios maquinan el mal contra los perfecto, o contra aquellos que están procurando vivir en santidad. El diablo odia a los justos y usa a los hombres sanguinarios como instrumento para perseguirlos. Pero el proverbio habla también de los hombres rectos. Por contraste los hombres rectos buscan siempre el bienestar de aquellos que están procurando vivir en santidad. Su actitud hacia los justos indica qué tipo de persona es Usted, mi amigo.
Tenemos ahora Proverbios 29:11 donde dice: «El necio da rienda suelta a toda su ira, mas el sabio al fin la sosiega.»
La ira es una emoción natural en el ser humano. Es imposible evitar la ira. El problema no radica en experimentar ira. El problema radica en la manera como se expresa esa ira. Dice el proverbio que el necio da rienda suelta a toda su ira. Esto significa que el necio expresa su ira de una forma violenta, tal vez gritando o insultando, o atacando físicamente.
En cambio, el sabio, experimentará ira, lo cual es natural, pero evitará dejarse controlar por la ira para causar desastres. Esto es lo que significa hacer sosegar la ira. La próxima vez que esté airado, es una grandiosa oportunidad para saber si Usted es un necio o un sabio. Sólo mire su reacción cuando esté airado.
Nos corresponde ahora estudiar Proverbios 29:12 donde dice: «Si un gobernante atiende la palabra mentirosa, todos sus servidores serán impíos.»
Se trata de un gobernante que fácilmente cree todo lo que sus súbditos le dicen. Si alguien le dice que vio a un burro volando, el gobernante se lo cree. Cuando los siervos de este gobernante se den cuenta que es tan fácil engañarlo, cada uno inventará alguna mentira para sacar provecho del gobernante.
En último término, se producirá una multiplicación de mentirosos. Los gobernantes tienen la responsabilidad de comprobar lo que le dicen sus súbditos, para no incentivar la mentira en ellos.
Ahora tenemos Proverbios 29:13 donde dice: «El pobre y el usurero se encuentran; Jehová alumbra los ojos de ambos.»
Tanto el pobre como el usurero no pueden evitar estar ante la atenta mirada de Jehová. Jehová es testigo de las angustias que tiene que pasar el pobre y del abuso que es objeto por parte del usurero. Jehová también es testigo de la codicia del usurero, quien por la avaricia no tiene ni un ápice de misericordia hacia el pobre. Algún día, Jehová hará justicia al pobre y castigará al usurero.
Por último por ahora, tenemos Proverbios 29:14 donde dice: «Del rey que juzga con verdad a los pobres, el trono será firme para siempre»
Una vez más, tenemos una enseñanza para los gobernantes. Los gobernantes que son honestos y que respetan los derechos de todos, especialmente de los pobres, tendrán un gobierno estable. Este será el tipo de gobierno durante el reinado milenial de Cristo.
Es mi deseo que toda esta sabiduría tenga cabida en su mente y guíe sus pasos en esta vida.
Leave a comment