Doy gracias al Señor por la oportunidad de compartir este tiempo con usted, amiga, amigo oyente. Bienvenida, bienvenido al estudio bíblico de hoy. Estamos estudiando el libro de Colosenses en la serie titulada: La supremacía de Cristo. En nuestro último estudio bíblico vimos cuan importante es hacer la obra de Dios en equipo. Pablo tenía su equipo de trabajo. Parte de este equipo eran Tíquico y Onésimo. Sobre estos dos siervos de Dios ya tratamos en nuestro último estudio bíblico. En esta ocasión vamos a aprender principios importantes para la vida, tomando como ejemplo a otros miembros del equipo de trabajo de Pablo.
Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en Colosenses capítulo 4, versículos 10 a 14. En este pasaje bíblico, Pablo nos presenta a algunos miembros más de su equipo de trabajo. Los primeros en presentarse son un grupo de tres: Aristarco, Marcos y Jesús. Colosenses 4:10-11 dice: Aristarco, mi compañero de prisiones, os saluda, y Marcos el sobrino de Bernabé, acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere a vosotros, recibidle;
Col 4:11 y Jesús, llamado Justo; que son los únicos de la circuncisión que me ayudan en el reino de Dios, y han sido para mí un consuelo.
Aristarco, era un macedonio, de Tesalónica. Parece que tan pronto como recibió a Cristo como su Salvador, se puso a disposición de Pablo, porque lo podemos ver con Pablo en el alboroto de Efeso, según Hechos 19:29, más tarde lo vemos acompañando a Pablo a Jerusalén, en donde Pablo fue tomado prisionero. A pesar de esto, Aristarco siguió junto a Pablo y como prisionero voluntario acompañó a Pablo en su viaje a Roma. Luego de varias penurias llegaron a Roma y Aristarco se mantuvo fiel junto a Pablo. Por esta causa, Pablo lo llama: Mi compañero de prisiones. En Aristarco vemos a un creyente que dio todo por amor al Señor. No consideró demasiado alto el precio de sufrir la afrenta, de sufrir privaciones, de poner en peligro su vida, con tal de servir al Señor quien murió por él. Qué ejemplo digno de ser imitado por todos nosotros. Marcos es un caso muy interesante. Pablo y Bernabé fueron comisionados por la iglesia en Antioquía para proclamar el evangelio en lejanas tierras. Partieron acompañados por Marcos, sobrino de Bernabé. Pero cuando llegaron a un lugar llamado Panfilia, algo sucedió en la vida de Marcos que le hizo abandonar la obra misionera que había emprendido. Esto molestó particularmente a Pablo, al punto que cuando iban a iniciar el segundo viaje misionero, Bernabé quería incluir nuevamente a Marcos en el equipo de trabajo, pero Pablo se opuso. Pablo no pudo ponerse de acuerdo con Bernabé y decidieron que lo mejor sería separarse. Bernabé tomó a Marcos y navegó a Chipre mientras Pablo tomó a Silas y partió hacia Siria y Cilicia. Pasaron los años y en algún momento, oh sorpresa. Marcos estaba junto a Pablo ayudando en el ministerio. Esto habla muy bien de Pablo y de Marcos. De Pablo, porque estuvo dispuesto a perdonar a Marcos por lo ocurrido años atrás y porque no le descartó para siempre por su error del pasado, y de Marcos, porque a pesar que falló una vez, no dejó que ese error arruine su vida sino que arregló lo que debía arreglar y comenzó de nuevo, aparentemente con gran éxito por cuanto fue utilizado por Pablo y fue él quien escribió el evangelio que lleva el nombre de Marcos. Puede ser amable oyente que usted también haya tenido algún gran fracaso en su pasado, y a lo mejor piensa que ya está liquidado en lo que ser usado por el Señor concierne. Recuerde que Dios es el Dios de la segunda oportunidad. No permanezca caído. Levántese y deposítese en las manos del Señor para que Él lo utilice poderosamente. Del otro colaborador de Pablo, llamado Jesús, no se nos dice mucho en las Escrituras, sino que tenía el sobrenombre de Justo. Estos tres personajes: Aristarco, Marcos y Jesús llamado Justo, tenían algunas cosas en común. Primero, eran los únicos judíos que acompañaban a Pablo. A esto se refiere el texto leído cuando dice que son de la circuncisión. Segundo, ayudaban a Pablo en el reino de Dios es decir colaboraban en todo lo que podían para beneficio del reino de Dios. Tercero, eran un consuelo para Pablo. Cuan importante es que en las iglesias de hoy en día, se levanten los Aristarcos, los Marcos, y los Justos, creyentes que ayuden y consuelen a los pastores. La mayor parte de los creyentes en las iglesias no son un consuelo sino un motivo de aflicción para los pastores. Que Dios nos libre de ser un dolor de cabeza para los pastores. A continuación, Pablo nos presenta a Epafras. Colosenses 4:12-13 dice: Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.
Col 4:13 Porque de él doy testimonio de que tiene gran solicitud por vosotros, y por los que están en Laodicea, y los que están en Hierápolis.
De Epafras ya habíamos hablando algo cuando en Colosenses 1:7 dijimos que fundó las iglesias de Colosas, Laodicea y Hierápolis. Pero notemos que su trabajo no concluyó cuando las iglesias fueron establecidas. Su trabajo continuó por medio de la intercesión ante Dios por esas iglesias. Así es como funciona un siervo de Cristo. En la vida de oración de Epafras podemos distinguir algunos aspectos importantes. Oraba constantemente. Siempre rogando dice el texto. Aplicaba al pie de la letra la exhortación de Pablo en 1 Tesalonicenses 5:17 Orad sin cesar. También oraba sacrificadamente. Encarecidamente dice el texto. La palabra griega que se ha traducido como encarecidamente, proviene de un verbo que significa agonizar. Epafras agonizaba en oración por los Colosenses. No oraba como muchos de nosotros, de una manera superficial y vacía de significado. Un autor ha dicho que la oración que no cuesta nada tampoco logra nada. La oración que hace que las cosas cambien es aquella que demanda un sacrificio para el que ora. Epafras oraba también específicamente. Su pedido de oración por los Colosenses era triple y siempre teniendo que ver con la voluntad de Dios. Primero porque ellos estén firmes en la voluntad de Dios, es decir para que no cedan a hacer su propia voluntad sino la de Dios. Segundo porque ellos estén perfectos en la voluntad de Dios, es decir que abracen totalmente la voluntad de Dios y Tercero, porque estén completos en la voluntad de Dios, es decir para que se sientan realizados haciendo lo que Dios quiere. Es impresionante que Epafras no oraba sólo por los Colosenses sino también por los de Laodicea y los de Hierápolis. Nosotros difícilmente oramos por los de nuestra iglesia, peor aun por los de otras iglesias. Que Dios nos ayude a imitar el hábito de oración de Epafras. A continuación, Pablo nos presenta a Lucas. Colosenses 4:14 comienza diciendo: Os saluda Lucas el médico amado,
Lucas jugó un papel importante en el ministerio de Pablo. Lucas era gentil, pero Dios le escogió para escribir dos libros del Nuevo Testamento, el Evangelio de Lucas y el libro de Los Hechos. Lucas era un médico de mucho éxito y además un minucioso historiador. Interesante que en el equipo de trabajo de Pablo había un médico, a pesar que Pablo tenía el don de sanidad. Lo que pasa es que Dios puede sanar a una persona de una manera sobrenatural, pero también la sanidad puede ser el resultado de Dios obrando a través de un médico o de la medicina que administra el médico. Lucas como médico debió haber sido por tanto de mucha ayuda para Pablo. Habrá sido él quien curó las heridas en la espalda de Pablo cuando fue azotado en varias ocasiones. Cuán importantes son los profesionales creyentes, quienes pueden utilizar sus conocimientos especializados en la obra del Señor. Por lo que se sabe, Lucas acompañó a Pablo hasta su muerte. Con razón que Pablo se refiere a él como el médico amado. Finalmente Pablo nos presenta a Demas. Aparece al final de Colosenses 4:14. Demas es uno de los casos más trágicos en el Nuevo Testamento. Se lo menciona sólo tres veces en el Nuevo Testamento. En Filemón versículo 24, Pablo dice que es su colaborador. En Colosenses 4:14, Pablo se limita a mencionar su nombre, sin decir nada más sobre él. En 2 Timoteo 4:10 Pablo dice sobre él: porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica.
Qué triste. Demas cedió a la presión de este sistema mundial controlado por Satanás y abandonó la obra del Señor. Hay muchos Demas hoy en día, creyentes que se dejan deslumbrar por la aparente gloria de este mundo y abandonan la obra del Señor para servir a Satanás en este mundo. Hemos conocido a algunos colaboradores más del equipo de Pablo. Cuan importante es trabajar en equipo. Que Dios nos ayude a imitar el servicio de Aristarco, Marcos y Justo. Que Dios nos motive a imitar el hábito de oración de Epafras, que Dios nos guíe a servir como Lucas y que Dios nos libre de abandonar la obra de Dios para ir tras el mundo, como Demas.
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