PABLO// Vivir juntos parece algo que tiene sentido pero que no funciona, ¿por qué pasa esto? Vivir juntos no funciona porque estas ignorando el amor bíblico.
Estamos involucrados en una serie de mensajes a los que hemos titulado “Familia bajo Ataque” nuestro objetivo en esta serie es: en primer lugar, asegurarnos de entender cuáles son, desde el punto de vista bíblico, los problemas a los que se enfrentan el matrimonio y la familia, pero no deseamos únicamente comprenderlos, queremos aprender a aplicar estas cosas en nuestra propia vida, una cosa es saber algo y otra cosa es ponerlo en acción. En este punto ya hemos analizado el diseño original de Dios para la familia, pues todo comienza con Dios. Queremos saber lo que Dios dice sobre el diseño original para la familia y hoy queremos hablar de algo que creo que está atacando a la estructura del diseño original de Dios y es algo que se ha convertido realmente en una epidemia, vivir juntos antes del matrimonio.
Hay cinco cosas que tú necesitas saber acerca de “vivir juntos” antes del matrimonio, en el programa anterior vimos las 3 primeras razones, ahora conoceremos 2 razones más del porque vivir juntos no es tan rentable como parece.
Primero: El día de la boda llega sin emociones.
Hace poco hablé con un conocido, él había estado viviendo con su novia y luego se habían casado, yo lo visité unos días después de su matrimonio, cuando le felicité él me dijo: “gracias aunque nada ha cambiado” Como verás, en Génesis capítulo 2 verso 24, el matrimonio es instituido por Dios y este verso es repetido por Jesús en los evangelios y por Pablo en su carta a Los Efesios, “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” Moisés está hablando sobre el hombre y la mujer, y como Dios los ha creado el uno para el otro, siendo una ayuda idónea mutua entre ellos. Debido al matrimonio el hombre “deja a su padre y a su madre” se une a su mujer y se convierten en una sola carne; esto se realiza en una ceremonia pública.
En el Antiguo Testamento había dos piezas para el matrimonio: la primera parte era el “kiddushin” “el compromiso” Esto es lo que María y José tenían, un compromiso. Ellos estaban comprometidos el uno con el otro, no vivían juntos, no tenían intimidad sexual, pero estaban comprometidos el uno con el otro. Luego está el Nisu’in, este se logra a través de “Chuppah” el marido se une con la esposa bajo un mismo techo por el bien del matrimonio. Hasta el día de la “Chuppah” o de la boda, no tenían intimidad. Ese día el novio llegaba con algunos de sus amigos tocando panderetas y música frente a toda la ciudad, dejaban que todo el mundo sepa que este hombre se iba a casar, luego llegaban hasta la casa de la novia y ella estaba allí con un hermoso vestido adornado con joyas y con ella estaban todas sus compañeras, y este grupo de amigas, los seguía hasta la casa del novio, entonces tenían una celebración que duraba una semana.
Durante la celebración había: canciones, discursos, risas, mucha comida, y también había bebida, todos bailaban y al final de la “Chuppah” el padre de la novia acompañaba a los novios hasta la cámara nupcial, sí, esto era lo más importante; ahí esposo y esposa consumaban su unión, se convertían en una sola carne. ¿Te das cuenta? la boda es una celebración de compromiso público.
¿Crees que fue solamente una casualidad que el primer milagro de Jesús se realizará en una boda? Allí estaba Jesús, celebrando y poniendo su sello de aprobación a esta cosa llamada matrimonio.
En el Antiguo Testamento, el matrimonio era algo muy importante, y lo sigue siendo en nuestros días. El matrimonio es mucho más que un simple pedazo de papel, el matrimonio es invitar a tus amigos y familiares a que sean testigos de que te estás uniendo a una persona, estás dejando un lado a todo el universo y estás eligiendo a tu compañero o a tu compañera de vida; para bien o para mal, en riqueza o en pobreza, en salud y enfermedad, fieles el uno al otro hasta que la muerte los separe, nadie te obliga a hacer esto, tú te ofreces para hacerlo e invitas a otras personas para que compartan esta alegría contigo.
En un matrimonio están las damas de honor, los padrinos, y están todas aquellas personas que testifican de su compromiso. Ahora, la parte triste es que hoy en día dedicamos mucho tiempo a la planificación de la boda, pero no mucho tiempo a la preparación para el matrimonio, entonces llegamos a tener bodas preciosas, lunas de miel exóticas, pero estamos poco preparados para lo que sucede cuando regresamos a la vida matrimonial.
Con seguridad tenían una lista de invitados llena de personas que los aman y se preocupan por ustedes, estas personas están comprometidos con ustedes, y ustedes con ellas, pero al fin del día, son ustedes los únicos responsables de su matrimonio. Bueno, lo ideal sería que la dama de honor o el padrino pudiera llamarles cada mes y digan: “hey, estuve contigo, fui testigo de tus votos. ¿Sigues guardándolos? ¿Cómo está tu matrimonio? ¿Estás nutriendo tu matrimonio?”
Una última cosa, algunos están viviendo juntos y pueden preguntarse: ¿Entonces qué debemos hacer? Bueno, en primer lugar, debo decirles la verdad, lo que ustedes están haciendo puede ser culturalmente aceptable, pero está mal y es un pecado, la inmoralidad sexual es un pecado.
Permítame decirles algo con mucho amor, ustedes están satisfaciendo sus deseos, pero no los de Dios, desean que Él los bendiga en su relación, pero no están dispuestos a hacerlo a su manera; Dios es indulgente, es misericordioso, Él puede redimir nuestro pasado porque todos somos pecadores, pero el pecado tiene consecuencias, Gálatas 6 dice: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna” (Gálatas 6:7 y 8) Ahora escucha lo que dice David en el salmo 51: “Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos” (Salmo 51:4)
Dios ha diseñado el matrimonio, esto no es tu diseño, esto no se trata de hacer lo que tú deseas, el matrimonio es hacer lo que Dios quiere que hagamos, eso es lo primero.
Segundo, deben separarse físicamente, vivan separados por al menos 6 meses, por su bien y por el bien de sus hijos, si es que los tienen. Permitan que su mente y su corazón se compromete realmente con la persona con la que desean vivir, si él o ella se aman realmente entonces estarán emocionalmente preparados para esta separación. Ustedes necesitan estar seguros de que su relación se basa en lo correcto. Si tienes un plan de boda puedes cancelar eso ahora mismo, puedes simplemente posponerlo, porque necesitas encontrar a una mujer o a un hombre que te respete realmente lo suficiente para esperar a tener una relación sexual.
Bien, han decidido dejar de dormir juntos, pero siguen viviendo en la misma casa, bueno, no es un mal primer paso, pero no es realmente lo aconsejable, esto sería demasiada tentación, sería como un alcohólico diciendo: “soy alcohólico, pero voy a pasar un momento en el bar” ¿Por qué ponerse en esa situación? En 1 de Corintios capítulo 6 versículo 18 Pablo nos dice: “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca” lo más sabio es huir de la tentación, del sexo sin la bendición de Dios, de la inmoralidad sexual. El matrimonio es sacrificio y si no estás dispuesto a sacrificarte ahora, entonces puedo asegurarte qué vas a tener que sacrificarte más adelante.
Bien, ahora ya saben que lo que están haciendo no es correcto, algunos se van a separar, pueden hacer un acuerdo prematrimonial.
Aquí está la última cosa, pueden planificar una boda con familiares y amigos como un testimonio de que están dispuestos a hacer lo correcto, de que están dispuestos a hacerlo a la manera de Dios. Algunos me dirán: “está bien, hemos vivido juntos por 5 años y las estadísticas de las que hablas nos asusta un poco” Bueno pues, déjenme decirles esto, ustedes comenzaron su relación sobre un fundamento muy inestable y ahora, sabiendo lo que saben, deben asegurarse de apuntalar esa relación con el fundamento de la palabra de Dios; deben dar un paso atrás y recibir consejería matrimonial, eso es lo que necesitan, necesitan aprender a comprometerse y a comprometer su relación con el Señor, conocerse como pareja en el Señor, pedir perdón por su pecado.
Las estadísticas son aterradoras y nadie quiere ser parte de una estadística y estoy seguro de que ustedes no quisieran que sus pequeños hijos sean parte de una estadística, es por eso que ustedes deben hacerlo a la manera de Dios, busquen una clase matrimonial o una consejería que los oriente para saber que están haciendo lo correcto. Aquí en La Biblia Dice estaremos encantados de poder ayudarte con eso, si vives en Quito tú puedes visitarnos en la av. Galo Plaza Laso y los Cedros, también puedes escribirnos a nuestro correo electrónico [email protected] estaremos encantados de recibirlos.
Recuerda, si estás viviendo en unión libre, su relación está fundamentada sobre algo muy inestable, y deben trabajar duro para asegurarse que aún después de muchos años todavía puedan estar juntos. Ese debe ser su compromiso, tarde o temprano el amor humano nos decepciona, la amistad, incluso en el mejor matrimonio, se debilita. El compromiso va a ser puesto a prueba, cada amante llegará a fracasar en su deseo de satisfacer a su cónyuge. En las profundidades del corazón humano siempre hay tiempo para alguien más, pero este agujero profundo sólo puede ser llenado por Dios.
No podemos esperar que una persona haga lo que sólo Dios puede hacer, nunca pongas a tu esposo o a tu esposa como la expectativa poco realista de que él o ella pueda satisfacer las necesidades de las que sólo Dios puede satisfacer, sólo Dios puede llenar el vacío de tu corazón, pero si deseas que Dios satisfaga tus necesidades más profundas, tienes que aprender a seguir sus instrucciones, no te concentres en la satisfacción inmediata, la felicidad es egoísta y puede destruir un matrimonio, pero el compromiso y la obediencia son el mejor fundamento. Obedecer y comprometerse no es fácil, pero el compromiso y la obediencia cosecharán bendición tanto ahora como en el futuro.
Mientras estamos plenamente conscientes de que hay una gran agenda gay en nuestros países, estoy convencido de que la mayoría de las personas que luchan con la homosexualidad no son los que están marchando en los desfiles de orgullo gay. Esperamos que puedas acompañarnos en nuestro próximo programa y conocer más sobre la homosexualidad y el dolor que esto arrastra. Bendiciones.
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