Dios quiere que nosotros podamos vivir en total confianza, aun cuando las circunstancias no nos permitan ver y esperar, Dios quiere que confiemos en Él. Él quiere que tengamos la misma experiencia de la caminata de su pueblo a través del mar, el mar abierto por Dios, pero, hacer esto no es fácil, ¿verdad? Los Israelitas lo sabían y Dios les envió otro recordatorio, esta vez será con los Amalecitas,
Leamos el versículo 8 del capítulo 17 del libro de Éxodo: «Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim.» Moisés escribió los primeros cinco libros de la Biblia, aquí tenemos una pequeña frase de lo que sucedió: “Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto; de cómo te salió al encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Dios.” (Deuteronomio 25:17 y 18) No cabe duda de que ellos sabían del tremendo milagro de liberación de Dios con su pueblo, pero en el momento en el que el pueblo estaba más vulnerable, cuando el pueblo estaba cansado, los débiles se retrasaron y fueron atacados por los Amalecitas sin ningún temor de Dios.
Entonces Moisés les dio algunas instrucciones, mira el verso 9, por cierto, esta es la primera vez que sabemos de Josué en la Biblia, su nombre en griego significa Jesús, “Joshua” “Jesús es mi salvación”. Moisés dijo a Josué; “Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.” (Éxodo 17:9) Las palabras de Moisés son determinantes, “Entonces Moisés le dijo a Josué: Escoge algunos hombres y sal a pelear contra los amalecitas. Yo estaré mañana en lo alto del monte, con el bastón de Dios en la mano.” ¿Qué significa esto?
Vamos a Éxodo capítulo 4, aquí vemos cuando Dios llamó a Moisés y le dijo: “Quiero liberar a mi pueblo” y Moisés dice: “¿qué les diré cuando me pregunten quien te envió?” Mira el verso 1: “Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová. Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. Él le dijo: Echala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella. Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano. (Éxodo 4:1-4)
Dios dice: “esta es la lección que quiero que aprendan con esto” Mira el verso 5, “Por esto [el bastón] creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.” Moisés nunca más fue a ningún lado sin este bastón.
Verso 17: “Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales.” Este es el bastón con el cual Moisés desató tres plagas para Egipto, este fue el bastón con el cual abrió el Mar Rojo, con este bastón golpeó la roca para que saliera agua en el desierto. Ahora, mira el final del verso 20: “Entonces Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los puso sobre un asno y volvió a la tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano.” Su bastón era algo tangible, era un recordatorio físico del poder de Dios, era un símbolo de que Dios estaba siempre presente, Dios siempre estuvo ahí personalmente con Moisés y con su pueblo.
El bastón era una señal de que el poder de Dios puede ser visto y demostrado bajo cualquier circunstancia, no importa lo aparentemente imposible que pueda parecer. Los israelitas tenían a sus espaldas al ejército más poderoso de su tiempo y no podían hacer nada pues el mar les cerraba el camino, pero Moisés extendió su bastón y el mar se abrió en dos, el bastón no tiene nada de mágico, Dios solo les está demostrando que siempre está con ellos. Lo único que necesitaba hacer el pueblo es confiar en Dios, Él se ocupará de todo, de esta manera, cuando Moisés dijo: “mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.” No está diciendo que necesita el bastón para caminar, está diciendo que en su mano tiene un recordatorio físico de la presencia de Dios. Moisés le está diciendo a Josué que esto va a ser un estímulo psicológico para el pueblo.
Cuando vean que Moisés tiene su bastón en su mano, el pueblo sabrá que Dios está con ellos, Dios es real, Dios está con nosotros, es casi como si tuvieran una pancarta que dice: “Dios nos dará la victoria, Dios es poderoso y está peleando por nosotros” Mira el verso 10, “Josué hizo como le dijo Moisés y salió a pelear contra Amalec. Moisés, Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado” Recuerda estos nombres, pus son muy importantes. Verso 11: “Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel vencía; pero cuando él bajaba su mano, vencía Amalec.” Mientras Moisés levantaba sus manos, el pueblo de Dios vencía; ellos lo miraban con sus manos alzadas y sabían que Dios estaba con ellos, esto también era una demostración física de su dependencia de Dios. El bastón en sí mismo no tenía ningún poder mágico, sólo era un símbolo de que Dios estaba con ellos, ahora mira el final del verso 11: “pero cuando él bajaba su mano, vencía Amalec”
Ahora bien, ¿por qué Moisés bajaba sus manos? Bueno, él se cansaba, me gusta esta historia porque es un recordatorio de que a veces simplemente nos desgastamos. No siempre podemos mantenernos en constante victoria, a veces, estamos derrotados, desgastados, cansados, y sabemos que debemos mantener el bastón en alto, ¿verdad? Sabemos que tenemos que depender de Dios, sabemos lo que es la fe, pero a veces no tenemos la fortaleza para seguir creyendo; me gusta mucho este pasaje porque nos recuerda que incluso Moisés podía cansarse.
¿Recuerdas cómo comenzó esta batalla? Leamos Deuteronomio 25, Israel estaba desgastado, cansado y algunas personas estaban rezagadas. El enemigo los atacó sin ningún temor de Dios. Los amalecitas los atacaron justamente cuando ellos estaban cansados, ¿no es esto justamente lo que hace el enemigo con nosotros? Satanás nos golpea justo cuando estamos cansados y desgastados, física, espiritual y emocionalmente. Tu estas tratando de mantener el bastón en alto, pero también estas cansado.
Entonces el enemigo te dirá estas cosas al oído: “Dios no tiene nada para ti” “¿En serio crees que ibas a conseguir ese trabajo?” “¿Crees que Dios va a darte a esa persona especial?” Mira, el enemigo nos ataca precisamente cuando estamos más débiles, pero sabemos que no podemos perder la batalla, Dios está de nuestro lado, pero, estamos cansados, entonces ¿qué podemos hacer?
Mira el verso 12: “Como las manos de Moisés se cansaban, tomaron [¿quiénes?] [Aarón y Hur] tomaron una piedra y la pusieron debajo de él” Moisés estaba tan cansado que no podía mantenerse de pie, “Moisés se sentó sobre ella, mientras Aarón y Hur sostenían sus manos, uno de un lado y el otro del otro; así se mantuvieron firmes sus manos hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada.” (Éxodo 17:12 y 13) A veces solo necesitamos que alguien nos ayude a mantener nuestras manos levantadas, ¿no es así?
Moisés sabía que iba a necesitar ayuda, así que no subió solo, si así lo hubiera hecho, Israel hubiera perdido la batalla. Mira el verso 14: “Entonces Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para que sea recordado en un libro, y di a Josué que borraré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo.” Por cierto, es la primera vez que Dios le pide a Moisés que escriba algo, ¿Por qué crees que lo hizo? Bueno pues, Él no quería que nadie olvide como se ganó esta batalla, Él quiere que recuerden que Moisés no estuvo solo, Él quiere que sepamos que, incluso Moises, necesito de la ayuda de alguien más, mira ahora el verso 15: “Luego Moisés edificó un altar, al que puso por nombre Jehová-Nisi” (El Señor es mi estandarte)
El Señor es mi estandarte, mi bandera, en hebreo la palabra estandarte es “Nes” cuando se la utiliza en un pronombre personal se la coloca al final en su forma “Nisi” Así obtenemos las palabras “Jehová-Nisi” Dios es nuestra bandera, Dios es el punto de reunión, es el símbolo de la victoria. Cuando estamos a punto de comenzar una batalla debemos estar seguros de que Dios es nuestra bandera “Jehová-Nisi” esta de nuestro lado. Alguien estará sosteniendo esta bandera, entonces sonará la trompeta, la batalla dará inicio, y al mirar a tu alrededor sabrás en donde debes combatir.
Moisés dice que Dios es nuestro punto de reunión, “Jehová-Nisi” tenemos muchas cosas que hacer, muchas batallas que pelear, pero solo hay un lugar a donde ir, Dios es nuestra bandera, Él nos reúne a todos bajo su estandarte. Veamos Isaías capítulo 11, esto fue escrito cuando Israel estaba en cautiverio. Verso 1: “Saldrá una vara del tronco de Isaí; un vástago retoñará de sus raíces” tú sabes de lo que está hablando, es sobre la venida del Mesías. «El Espíritu del Señor reposará sobre él el Espíritu de sabiduría e inteligencia, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de ciencia y temor del Señor y él se deleitará en el temor del Señor» (Isaías 11:2 y 3). Este Mesías que proviene del linaje de David, hijo de Isaí. «no va a juzgar por lo que ve con sus ojos, o decidir lo que oye con sus oídos; Sino que juzgará con justicia a los necesitados, con justicia le dará las decisiones para los pobres de la tierra. Él volverá a golpear la Tierra con la vara de su boca, con el aliento de sus labios matará al impío. La justicia será su cinturón y fidelidad la banda alrededor de su cintura.» (Isaías 11:3-5). Y cuando Él está aquí, se nota la diferencia.
Ahora, en el reino milenario, el pecado se ha ido, continuemos leyendo: “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar” (Isaías 11:6-9)
Ahora mira el verso 10, “Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón [bandera] a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.” Veremos esto algún día, las naciones se unirán en torno a la venida del Mesías.
Yo no sé por lo que estas atravesando, puedes estar esperando los resultados de algunos exámenes médicos, puedes estar enfrentando una enfermedad o una cirugía peligrosa, tal vez un tratamiento mantiene tu preocupación, tal vez tu corazón está roto por una relación que no funciona, por un hijo rebelde que no regresa a casa, en fin, puedes estar atravesando una situación muy difícil ahora mismo y, a medida que el día transcurre, tu corazón se llena de preocupaciones, sea cual sea la situación quiero recordarte que tenemos a “Jehová-Nisi”
Dios es nuestra bandera, No es un símbolo de victoria, Él es quien trae la victoria a nuestra vida, podemos reunirnos alrededor de Él, es Dios quien pelea por nosotros, es Dios quien nos sostiene, Él nos da la victoria eterna, Él es Rey de reyes y Señor de señores, “Torre fuerte es el nombre de Jehová; A él correrá el justo, y será levantado” (Proverbios 18:10)
Puedes encontrar al Señor este día, puedes encontrar seguridad y paz en Dios, puedes encontrar esperanza en Él, Dios te espera con sus brazos abiertos.
Padre te pido por aquellos que están escuchando este programa, por aquellos que están pasando por tiempos difíciles, por los que se sienten solos, o quizás abandonados, por aquellos a quienes los han defraudado. Hoy Padre te pido porque te vean con tus brazos abiertos y que corran a Ti, Padre tu eres nuestra bandera, te pido Señor porque ellos puedan encontrar fuerza en Ti, permíteles sentir tu fuerza, rodéalos con tus brazos de amor, en el nombre de Jesús, amén.
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